WASHINGTON.- Unas horas después de que Estados Unidos comenzó a aplicar sanciones arancelarias a los productos importados de la Unión Europea por 7.500 millones de dólares en el marco de la disputa por Airbus, se abre una ventana a una negociación.
El
 ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire - que denunció los 
aranceles punitivos como un "gesto agresivo" - dijo tras reunirse con el
 representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, que 
Washington había "abierto la puerta" a negociaciones. 
Estados Unidos comenzó a aplicar el viernes sanciones 
arancelarias sobre productos europeos que suman 7.500 millones de 
dólares, entre los que se incluyen aviones, vinos y whisky, lo que 
intensifica las tensiones. 
Le Maire dijo a los periodistas en 
Washington al margen de la reunión anual del Banco Mundial y del Fondo 
Monetario Internacional (FMI) que las conversaciones deberían ser "lo 
antes posible". 
La medida contra Bruselas se suma a las tensiones
 que persisten entre Estados Unidos y China, que pese a la tregua 
actual, generan incertidumbre sobre la economía mundial. 
"Nosotros
 no queremos negociar con una arma contra la cabeza. Porque si uno tiene
 un arma contra la cabeza no tiene ninguna otra opción que la 
retaliación", indicó Le Maire.
Al otro lado del Atlántico, la 
comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstrom, afirmó que la decisión
 "no deja otra opción que seguir adelante, a su debido tiempo" con 
aranceles en respuesta.
Castigada por los estadounidenses por 
subvencionar al fabricante aeronáutico europeo Airbus, la UE podría ser 
autorizada el año próximo por la Organización Mundial del Comercio (OMC)
 a imponer aranceles a productos de Estados Unidos por las subvenciones 
que Washington habría dado a su competidora, Boeing.
En la mira de Washington están aviones civiles de Reino Unido, 
Francia, Alemania y España --países asociados en Airbus-- que ahora 
costarán un 10% más cuando los importe Estados Unidos.
Pero los 
aranceles afectan también a productos como los vinos de Francia, España y
 Alemania, que en adelante pagarán un arancel del 25% para entrar al 
mercado estadounidense. 
Funcionarios de la UE 
habían ofrecido en julio una tregua en los subsidios a la aviación; una 
práctica a la que recurrieron tanto Washington como Bruselas. Esos 
subsidios generaron un conflicto entre las partes que dura ya 15 años.
Los aranceles entraron en vigor solo unos días después de que Estados Unidos recibió formalmente la luz verde de la OMC.
El miércoles, Trump afirmó que los europeos no juegan 
limpio en el comercio con Estados Unidos pero decía estar abierto a 
discutir un acuerdo. 
El mayor temor de
 Bruselas es que Trump imponga pesados aranceles a las importaciones de 
automóviles europeos desde mediados de noviembre.
Eso sería un 
golpe fatal, especialmente para el sector automotor alemán, pese a que 
gigantes como Volkswagen y BMW también fabrican vehículos en Estados 
Unidos.
"Es muy difícil para nuestros productos entrar" en Europa 
mientras que para los europeos es muy fácil exportar a Estados Unidos, 
dijo Trump.
La larga batalla entre 
Airbus y Boeing es apenas una de las muchas tensiones transatlánticas 
que se agudizaron desde que Trump entró a la Casa Blanca en 2017.
Trump
 emprendió una política proteccionista que se hizo ver rápidamente en la
 imposición de aranceles al acero y al aluminio importado por Estados 
Unidos desde la UE y otros aliados. Simultáneamente, agitó la bandera de
 gravar los autos importados.
Firmas europeas muy diversas, como vinerías, aceituneros 
españoles, fabricantes alemanes de herramientas o productores de whisky 
escocés, han clamado por lograr que Washington se quitase los aranceles 
de la cabeza.
El presidente de Estados Unidos y el de la Comisión 
Europea, Jean Claude Junker, pactaron en julio del año pasado un alto el
 fuego en el conflicto para emprender negociaciones que no llegaron a 
nada. 
La batalla entre Boeing y Airbus en la OMC comenzó en 2004 
cuando Washington acusó a Gran Bretaña, Alemania, Francia y España de 
verter subsidios indebidos para sostener la producción de Airbus.

 
 












