ALICANTE.- La intervenida Caja Mediterráneo (CAM) avaló en septiembre de 2007, en  la antesala del estallido de la crisis del ladrillo, con 24 millones de  euros al promotor Enrique Ortiz en una operación inmobiliaria que  finalmente resultó fallida. El objeto del aval era cubrir los riesgos  del incumplimiento del contrato, la venta de una parcela en Benidorm,  propiedad de Ortiz, a la sociedad Unibail Rodamco, uno de los mayores  grupos comerciales de Europa y propietario de la red de supermercados  Eroski, según 'El País'.
El grupo comercial adquirió el suelo al promotor Ortiz con el objeto  de levantar un centro comercial, pero a fecha de hoy el complejo no está  construido. El proyecto incluía unos 49.000 metros cuadrados de galería  comercial, unos 13.000 de hipermercado, aparcamiento en superficie y  sótano de unas 2.300 plazas y unos 14.000 de zonas comunes.
La  escritura se firmó el 6 de septiembre de 2007 en una notaría de  Alicante. De acuerdo con el documento mercantil al que ha tenido acceso  este períodico, Enrique Ortiz, en representación de la mercantil Enrique  Ortiz e Hijos Contratistas de Obras, SA, vendió una parcela de  71.091,31 metros cuadrados, en el término de Benidorm, a Thomas Orchard,  en representación de la mercantil Rodamco Benidorm, SL [está firma está  participada al 50% por la sociedad Unibail Rodamco]. El precio de la  venta fue de 96.135.356,68 euros, más IVA (en total 110.357.013, 75  euros).
La forma de pago fue la siguiente: la cantidad de un  millón de euros, más el IVA correspondiente, fue hecha efectiva con  anterioridad a la firma de la escritura mediante dos cheques bancarios; y  la cifra restante (95.135.356,68 euros), más IVA, lo abonó el comprador  en el acto de la firma de contrato, igualmente mediante cheque  bancario.
El comprador y vendedor incluyeron una serie cláusulas  que de no cumplirse podrían anular o "modificar" el precio de la  operación. En este último apartado, Ortiz se comprometió a rebajar el  precio en 24.033.839,71, euros y como garantía de pago aportó el aval de  la CAM.Las obligaciones entre las partes de compraventa de la parcela  de Ortiz en Benidorm al grupo comercial Unibail Rodamco recogidas en la  escritura son las siguientes: inscribir la parcela en el Registro de la  Propiedad, como finca independiente, a nombre de la mercantil vendedora;  obtener la aprobación definitiva y firma de la modificación de los  instrumentos urbanísticos para la construcción del centro comercial; y  obtener la concesión, con carácter definitivo y firme por parte de la  Generalitat Valenciana para la construcción y explotación del centro  comercial.
El plazo para la ejecución de la primera cláusula era  de seis meses y para la segunda y tercera, de 36 meses. A la fecha de  hoy, en el lugar donde estaba previsto levantar el centro no se ha  colocado ni una piedra. La modificación puntual del Plan General de  Ordenación Urbana (PGOU) de Benidorm para instalar en ese sector el  centro comercial tampoco ha sido aún tramitada.
La escritura  señala que en el caso de que se produjeran algunos de los supuestos que  implicara la resolución de la compraventa, el precio final de la  operación se reduciría en 24.033.839,17 euros, lo que significaba que el  valor último de la venta sería de 72.101.517,51 millones de euros, más  el IVA correspondiente.
En garantía de esa rebaja del precio,  Ortiz aportó en el acto de compraventa un aval de la CAM por la misma  cantidad en la que se comprometía a rebajar el valor de su parcela.  Ortiz estaba obligado a devolver la diferencia del precio al comprador  si no se ejecutaba la completa urbanización de la parcela, es decir,  servicios, conexiones exteriores y accesos.
El aval fue emitido por la CAM el 6 de septiembre de 2007 con una validez de hasta el 6 de diciembre de 2010.
El  Ayuntamiento de Benidorm dio luz verde a la modificación del PGOU para  acoger nuevas grandes superficies comerciales, entre ellas el proyecto  que impulsaba el grupo Unibail Rodamco, en diciembre de 2008. No  obstante, un mes más tarde la multinacional pidió al Consistorio la  suspensión temporal de la tramitación de la modificación del PGOU hasta  que no se resolvieran los accesos al sector. La mercantil tomó esa  decisión tras tener conocimiento de que la Dirección General de  Carreteras informó desfavorablemente a las obras de urbanización y  decretó su paralización. Las obras de urbanización, que tenía que  acometer el promotor Ortiz, no han sido recepcionadas oficialmente por  el Ayuntamiento. El promotor, según fuentes del anterior equipo de  gobierno municipal de Benidorm, intentó entre los meses de agosto y  septiembre de 2010 obtener el acta oficial de recepción de las obras de  urbanización. Ortiz obtuvo una certificación emitida por dos ingenieros  municipales que no fue validada, por Jaume Llinares, entonces concejal  de Urbanismo del Ayuntamiento.
Este periódico intentó ayer sin  éxito conocer la opinión del promotor Enrique Ortiz sobre esta operación  inmobiliaria fallida en Benidorm. El empresario alicantino es uno de lo  clientes de mayor envergadura de la intervenida CAM, en operaciones con  su grupo empresarial (primero Ortiz e Hijos y ahora grupo Cívica). El  promotor está imputado en el sumario del caso Brugal que  investiga supuestas irregularidades en el Plan General de Alicante. En  esa causa está imputado un exdirectivo de la caja por una compra de  suelo con Ortiz para recalificarlo.