MURCIA.- "Tal
 y como HUERMUR viene advirtiendo desde hace unos años, el abandono y la
 desidia van a terminar en poco tiempo con el patrimonio cultural 
murciano. Al mal estado de conservación de gran parte de este 
patrimonio, principalmente el que se encuentra en la Huerta, como 
molinos, casas torre, castillos como el de  Monteagudo o el
 Castillejo, o la antigua red de regadío, hay que añadir las que ya han 
desaparecido en estos últimos años ante la indiferencia de los 
responsables de su mantenimiento y conservación", dice esta asociación cultural en un comunicado.  
"La
 última víctima de esta sinrazón ha sido la Casa-torre del Conde de 
Heredia Espínola o Casa Grande en Alquerías. Hoy este edificio de estilo
 barroco del siglo XVIII, que era la antigua casa de tributos del Conde,
 ha quedado reducido a un montón de escombros y todos los murcianos 
hemos perdido un elemento más en nuestro ya mermado patrimonio cultural", prosigue. 
Casa
 Grade estaba protegida con GRADO 2-ED, incluida en el Catálogo del Plan
 General de Ordenación Urbana en su ficha número 270, estableciéndose en
 ella que se deberían conservar tanto la volumetría original como la 
estructura portante fundamental, así como la disposición de vanos en las
 fachadas y los elementos ornamentales y compositivos más 
significativos. A esto había que añadir que tenía un escudo heráldico en
 su fachada principal declarado bien de interés cultural, gozando así de
 la máxima protección que otorga la Ley. 
"Es
 por ello que se ha presentado denuncia en el SEPRONA de la Guardia 
Civil para comunicar los hechos referentes al derribo de Casa Grande y 
la desaparición de su escudo, solicitando a este departamento del 
instituto armado, encargado de las investigaciones sobre patrimonio 
histórico, que comience las diligencias conducentes a esclarecer todos 
los hechos que rodean a la pérdida de este edificio histórico protegido 
en nuestro municipio en un caso muy similar al del Molino de Oliver en 
Aljucer, que ha conducido al primer caso judicial por un delito contra 
el patrimonio en la Región de Murcia por la destrucción de un escudo 
BIC", revela HUERMUR. 
"Hace
 unas semanas, y en respuesta a una solicitud de esta asociación, se 
recibió la notificación de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes
 Culturales denegando la protección como BIC de las pocas casas-torre 
que nos quedan en el municipio,  diciendo que ya se 
encuentran suficientemente protegidas por el Ayuntamiento de Murcia, una
 afirmación que como se puede comprobar con el reciente derribo de Casa 
Grande no es cierta. 
El
 Ayuntamiento de Murcia alegó a la declaración de BIC presentando un 
informe firmado por el Jefe del Servicio de Planeamiento de la Gerencia 
de Urbanismo, pronunciándose en contra de dicha protección y afirmando 
que las casas torre de la Huerta no son “un testimonio determinante 
de una cultura sino más bien es una edificación residencial producto de 
una tipología arquitectónica representativa únicamente de una clase 
social pudiente económicamente” y que son edificaciones abundantemente reproducidas y “en ocasiones con imitaciones muy logradas”, relata HUERMUR.  
"HUERMUR manifiesta que ante estas afirmaciones como respuesta
 a una solicitud de mayor protección, ya que la que existe no es 
suficiente, solo cabe estupor y rogar para que estos edificios 
singulares de la Huerta de Murcia no desaparezcan víctimas del abandono,
 el desinterés y la incultura.  
Así mismo, HUERMUR está ultimando un estudio sobre la situación actual de las edificaciones incluidas en el Catálogo de edificios y elementos protegidos
 del Plan General de Ordenación Urbana del Municipio de Murcia. A pesar 
de esta protección, de momento ya está constatada la desaparición de una
 veintena de edificios históricos en el casco urbano de Murcia en tan 
solo diez años. En las pedanías de la Huerta hasta ahora se han 
contabilizado diez, y en el campo de Murcia se está recopilando 
información para ver la situación de las edificaciones protegidas. 
Las
 conclusiones del estudio determinan que parece imposible que en tan 
solo diez años los murcianos vayamos a ver nuestro listado de 
edificaciones históricas protegidas reducirse de este modo, siendo 
difícil de creer que, en el siglo XXI y en ese breve espacio de tiempo, 
un pueblo y sus representantes políticos hayan consentido la 
desaparición de una parte tan importante de su patrimonio. Además, 
resulta evidente que la protección cultural en Murcia es completamente 
ineficaz y que el Catálogo queda en papel mojado. Evidenciando que 
tampoco se promueven medidas que ayuden sus propietarios a la 
rehabilitación de estos edificios protegidos, entrando así en la 
dinámica habitual de abandono-degradación-ruina y derribo.
 En
 esas mismas conclusiones se establece que la destrucción ha afectado a 
una parte importante de las edificaciones civiles del siglo XVIII, 
pertenecientes al periodo de más esplendor en Murcia.
 Se
 ha detectado que algunas de esas edificaciones han sido sustituidas por
 imitaciones, lo que se conoce como falso histórico, con el 
consentimiento y beneplácito del Ayuntamiento de Murcia". 
Según
 la citada asociación, "la dejación y desidia por parte de la Administración y 
la actitud de algunos propietarios, está desembocando en la pérdida para
 las generaciones futuras del patrimonio cultural de un pueblo, y 
dejándolo sin sus señas de identidad, que es lo que nos diferencia y de 
lo que deberíamos sentirnos orgullosos, ocasionándose un gravísimo daño a
 nuestra imagen y anulando las posibilidades turísticas de nuestro 
municipio".  
HUERMUR
 está solicitando reuniones a todos los partidos políticos y 
asociaciones ciudadanas para informarles de la situación y mostrar la 
documentación recopilada con el estudio. 
"Es
 necesario dar la voz de alarma porque, si un pueblo no reacciona ante 
la pérdida de sus valores culturales y su identidad, terminará 
lamentándolo. No se puede consentir que se repitan los errores del 
pasado, cuando se destruyó gran parte del casco histórico de Murcia con 
la pérdida de los baños árabes y otros edificios históricos, dejando a 
Murcia sin unas posibilidades turísticas que hoy estaríamos disfrutando 
todos, al igual que sucede en otras ciudades que si han sabido respetar 
la herencia de sus antepasados", razona. 
"HUERMUR, una vez más y
 de la mano del resto de entidades pro-patrimonio con las que colabora 
habitualmente, no descarta solicitar la unión de asociaciones y partidos
 políticos para iniciar el comienzo de las actuaciones judiciales 
necesarias para pedir responsabilidades ante esta destrucción del 
patrimonio cultural de todos los murcianos", concluye su nota de prensa.