MADRID.- Un empresario conservero de la Región de Murcia era el cerebro de la  mayor red de falsificación de billetes detectada hasta el momento en  España y que, según las primeras estimaciones de Europol, ha distribuido  cerca de dos millones de euros falsos en al menos veinte países europeos.
 
En la operación, la Policía Nacional ha encontrado en una nave  industrial de la localidad murciana de Beniaján un millón y medio de  euros en billetes de 50 ya falsificados y una cantidad similar en  proceso de elaboración.
El Banco Central Europeo ha calificado las copias como "peligrosas"  debido a la calidad de la falsificación y a que contaban con todas las  medidas de seguridad de los billetes auténticos, como marcas de agua,  hologramas o rugosidad del papel.
En total, los agentes han detenido a catorce personas -once  españoles, dos italianos y un rumano-, que ocupaban distintos puestos en  la organización de falsificación y distribución de los billetes.
La base de operaciones de la red utilizaba como tapadera una nave  industrial de Beniaján, propiedad del líder de la organización, que  regentaba una empresa de distribución de conservas vegetales.
Oculto detrás de unos paneles, se escondía un sofisticado taller con  ordenadores, diez impresoras láser, rollos de hologramas, guillotinas y  todo el material necesario para elaborar las falsificaciones, no sólo de  billetes, sino también de DNI y tarjetas de extranjeros.
Según ha relatado en rueda de prensa el inspector jefe de la Brigada  del Banco de España de la Policía, el cerebro de la organización ya  había sido detenido en 2006 por falsificación de moneda, pero había  quedado en libertad a la espera de juicio que, todavía hoy, no se ha  celebrado.
De nuevo en la calle, el cerebro de la organización reanudó sus "actividades" en 2008, intentando pasar desapercibido.
Llevaba una vida normal, acudía cada día a su trabajo en la empresa  de conservas, atendía a los pedidos con su furgoneta y no hacía grandes  dispendios, aunque sí se permitía algunos caprichos, como una bicicleta  de montaña valorada en 6.000 euros o equipos electrónicos de última  generación.
Además, guardaba importantes medidas de seguridad y destruía todo el  material sobrante para la elaboración de los billetes, ayudándose de  varias trituradoras de papel.
Una vez elaborados, los billetes falsos los "vendía" al distribuidor  de la red por un 10 por ciento del valor facial, esto es, por cada  billete de 50 euros, el falsificador recibía 5 euros.
En su mayoría, los euros eran colocados en comercios de la costa  levantina, Madrid, y también en Vigo, donde la red mantenía vínculos con  el narcotráfico y llegó a comprar droga con billetes falsos.
A raíz de esta investigación, se detuvo el pasado mes de agosto a  otras once personas y se incautó cerca de una tonelada de hachís en la  costa de Cartagena.
La Policía también ha detectado conexiones de la red con la camorra  napolitana y de hecho, ha intervenido a la organización billetes  falsificados de 100 y 20 euros elaborados por clanes italianos.
Con el desmantelamiento de esta red, los investigadores consideran  que se va a reducir de forma significativa los billetes falsos en  circulación, no sólo en España, sino en otros países de la UE.
La operación ha contado con la colaboración de la unidad de  falsificación de moneda de Europol y en ella han participado agentes de  la Brigada de Investigación del Banco de España, de las comisarías de  Murcia, Cartagena, Alicante y Denia, el GRECO Levante y la UDEF central.