Descalabro sin paliativos del PP. Por primera vez en 28 años, el PSOE
 gana unas elecciones en la Región de Murcia. Tiempo habrá de analizar 
los resultados, pero a vuela pluma se vislumbran múltiples causas. 
Tradicionalmente lastrados por su incapacidad para movilizar al 
electorado de izquierdas, los socialistas murcianos salieron triunfantes
 alentando el temor real a un gobierno nacional del PP con la 
ultraderecha de Vox. 
El propio Pablo Casado, en la víspera de la jornada
 de reflexión, dejó la puerta abierta a una coalición con los de 
Santiago Abascal. Y eso probablemente animó a mucho votante indeciso de 
izquierdas y de centro. La victoria de los socialistas en la Región fue 
rotunda. Tres escaños frente a los dos del PP, que pierde tres y empata 
en representación en el Congreso de los Diputados con Ciudadanos y Vox. 
Los socialistas, en cambio, obtuvieron 45.000 votos más que en 2016 y 
mejoraron en cuatro puntos su porcentaje de votos. 
En el triunfo 
socialista habría influido también la omnipresencia de su candidato 
Pedro Saura, que como secretario de Estado de Infraestructuras se volcó 
en estos diez meses con la Región. Sintomático fue el triunfo en 
Cartagena, Lorca y Molina de Segura, entre otros grandes municipios. 
Solo en Murcia no pudieron con los populares, aunque con un margen más 
estrecho del esperado. 
 La derrota del PP en la Región ha sido 
histórica. Para colmo, con un secretario general del PP nacional nacido 
en Cieza y siendo cabeza de lista por la Región de Murcia. Al 
hundimiento nacional se suma para Teodoro García Egea esta amarga 
derrota en casa. Los sondeos apuntaban a un resultado ajustado, pero 
ninguno daba por vencedor al PSOE.
Ciudadanos, con un crecimiento de 
unos 37.000 votos respecto a 2016, explica parte del desplome popular. 
Pero es Vox quien sentenció a los de Pablo Casado en la Región. Sus más 
de 142.900 votos destrozaron al PP y dieron la victoria a los 
socialistas murcianos. Paradójica irrupción de Vox: querían barrer a 
Pedro Sánchez y lo han apuntalado, poniendo en el disparadero a Pablo 
Casado y Teodoro García Egea, artífices de los peores resultados de la 
historia del PP. 
Casado y García Egea se fueron anoche a dormir, si es 
que pudieron, sabiendo que el PSOE de Sánchez duplica ahora en escaños 
al PP y que Albert Rivera tiene a tiro el liderazgo de la derecha tras 
acariciar el 'sorpasso'. Solo en la Galicia de Núñez Feijóo, hubo cierta
 resistencia.
 A un mes de las elecciones autonómicas y 
municipales, la victoria socialista en la Región de Murcia va a poner de
 los nervios a los populares. Es verdad que la motivación del votante es
 distinta, especialmente cuando se trata de elegir a un alcalde, pero lo
 observado ayer en las urnas es un serio aviso. Ciudadanos y sobre todo 
Vox amenazan con hacerle un roto a Fernando López Miras, que ha venido 
insistiendo en las últimas semanas en la existencia de un pacto oculto 
entre PSOE y C's a nivel regional. 
La posibilidad de que la fragmentación
 del voto de centro y de derecha vuelva a repetirse en las autonómicas 
del 26 de mayo es plausible, pudiendo convertir al PSOE de nuevo en la 
formación más votada y por tanto con la posibilidad de liderar una 
coalición de gobierno. Habrá que estar muy atento en las próximas 
semanas para ver qué pactos se forman a nivel nacional, si es que se 
producen, porque también es muy posible que los partidos nacionales no 
muevan ficha hasta después de las autonómicas y municipales.
 Los 
populares han estado desubicados durante toda la campaña. Dejaron 
expedito el centro ideológico, donde siempre se ganan las elecciones, 
para desplazarse hacia la derecha, hacia una derecha ocupada por 
Santiago Abascal y compañía. ¿Qué hará ahora Fernando López Miras? Lo 
tiene complicado si el 26-M el PP repite los resultados obtenidos ayer 
en todas las grandes ciudades de la Región. Hoy Diego Conesa se ve más 
cerca de San Esteban. Y no le faltan razones.
(*) Periodista y director de La Verdad

 
 









