SANTANDER.-  El nuevo banco que crearán Caja Cantabria, Caja de Ahorros del  Mediterráneo (CAM), Cajastur y Caja Extremadura a través de su Sistema  Institucional de Protección (SIP) alcanzará en 2015 un beneficio antes  de impuestos de 1.500 millones de euros.     La ratio de solvencia será para entonces del 14 por ciento y la de  eficiencia del 45 por ciento, datos que, en opinión del presidente de  la caja cántabra, Enrique Ambrosio Orizaola, "demuestran la viabilidad"  del SIP.
    En una rueda de prensa junto al consejero de Economía y Hacienda  del Gobierno regional, Ángel Agudo, Ambrosio ha reconocido que queda por  delante un "inmenso trabajo" para poner en marcha la que será la quinta  entidad financiera española (tercera en el ámbito de cajas), pero cree  que "las expectativas de éxito son notables" y tiene ante sí "un futuro  magnífico".
    La idea es que a principios del próximo año, "aproximadamente",  las cuatro cajas participantes en la 'fusión fría' puedan comenzar ya su  andadura como grupo unificado. Para ello, todavía hay que salvar varios  pasos previos. 
    El más inmediato, que acaba de ponerse en marcha, es la  negociación del acuerdo laboral con los respectivos comités de empresa, a  los que ya se ha presentado el protocolo de la integración. Hacia  finales de agosto o principios de septiembre volverán a reunirse para  empezar las negociaciones y concretar el impacto de la integración sobre  las plantillas y la red de oficinas de cada caja, que todavía no se ha  cuantificado para cada entidad.
    En cualquier caso, el presidente de Caja Cantabria ha insistido  una vez más en que el impacto en la red de oficinas en la región será  "mínimo", porque "no hay solapes" entre las cuatro cajas, mientras las  oficinas del exterior se pondrán "en común".
    También a finales de septiembre las entidades deberán cumplimentar  otro de los pasos del proceso. Entonces se reunirán sus asambleas para  dar el "sí definitivo" al SIP, lo que abrirá la puerta al resto de  trámites con ese horizonte de principios de 2011 para comenzar ya a  trabajar juntas.
     Según el presidente de Caja Cantabria, la integración va a  requerir "cambios culturales y organizativos" en las cuatro cajas, pero  con ello "van a nacer entidades más fuertes y más capacitadas para dar  mejor respuesta a los clientes y a la sociedad" en la que se mueven cada  un de ellas. 
    Esto es así porque al ganar en tamaño tendrán mejor acceso a  mercados mayoristas y negocios estratégicos. Y además, Ambrosio ha  recordado que las cuatro cajas accederán a 1.400 millones de euros del  FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria).
    Frente a ciertas "voces" y "agoreros" que pronostican la  desaparición de las cajas cada vez que hay movimientos en el sector, el  responsable de la entidad cántabra ha recalcado que su camino hasta  ahora ha sido "un camino pleno de éxitos", hasta el punto que "compiten  con los bancos en igualdad de condiciones" y cada caja es en su  territorio natural "líder destacado en crédito y depósitos".
    "Los saltos adelante no han supuesto un declive de las cajas, que  han sabido competir con notable éxito en el mercado financiero español,  el más competitivo del mundo", ha enfatizado Ambrosio.
    Es más, ha opinado que con la reforma de la Ley de Cajas, que les  libera de la "última atadura" y les permite capitalizarse, podrán  competir "en igualdad de condiciones con el resto de actores  financieros".
     Lo que no cambia, ni con la Ley de Cajas ni con las integraciones,  es la obra social, que queda "perfectamente garantizada". En opinión de  Ambrosio, no podía ser de otra manera, ya que la Obra Social es "el  alma, el espíritu que identifica a las cajas", y su calificación "no  puede ser más que sobresaliente cum laude".
    Así, ha recordado que en el año 2009 el conjunto de cajas  españolas destinaron 1.800 millones de euros a obra social, una cifra  que, según el consejero cántabro de Economía, es la "segunda obra  filantrópica más importante del mundo", por detrás de la Fundación Bill  Gates.
     Al igual que Ambrosio, también Agudo ha ensalzado las ventajas de  la integración de Caja Cantabria en este SIP, del que el Gobierno  regional hace una "valoración muy positiva", no en vano, la entidad  cántabra pasará a formar parte del quinto grupo financiero español (y  séptimo en los test de stress).
    "Estaremos entre los grandes. Y el tamaño, en este momento, sí que  importa", ha recalcado el consejero, una idea refrendada por el  presidente de la Caja.
    Según Agudo, con la integración, las cajas podrán ofrecer "más y  mejores" productos y servicios a los ciudadanos y empresas de su región y  tendrán también más capacidad de contribuir en mayor medida al  desarrollo de la actividad económica y la creación de empleo.
    El consejero ha recordado que el Gobierno regional, que ha estado  "permanentemente" informado del proceso de integración, tomó la decisión  de "no intervenir de manera directa", una posición que, a su juicio,  "no ha sido habitual en otros gobiernos, precisamente los que más han  hablado de despolitización de las cajas" y que, sin embargo, han  "añadido más complejidad" a los procesos de integración.
    En el caso cántabro, el Ejecutivo va a seguir manteniendo esa  postura "hasta el final de proceso", una actitud que ha agradecido el  presidente de Caja Cantabria.
     Por último, preguntado por las "dudas" que se han planteado por su  continuidad al frente de la Caja y la de Javier Eraso como director  general de la entidad, Ambrosio las ha achacado a una "mala  interpretación", a un "titular erróneo".
    En este sentido, ha subrayado que "en este momento, no está  previsto ni a corto ni a medio plazo" el cese de ninguno de los dos. En  su caso, ha explicado que está "sujeto" a la renovación o no en el  proceso que se abrirá entre septiembre u octubre, no por motivo del SIP.
    También ha explicado que una vez se ponga en marcha el banco  conjunto de las cuatro cajas "nadie podrá tener responsabilidades  ejecutivas duplicadas". "O se estará en un sitio, o en otro", ha  concluido.