MADRID.- El Ministerio de Agricultura, Alimentación y 
Medio Ambiente ha destacado, ante la aprobación este jueves en el 
Congreso de los Diputados de la Ley de Protección y Uso Sostenible del 
Litoral y de Modificación de la Ley de Costas de 1998, que la nueva 
norma "prohíbe expresamente" la construcción en dominio público y en la 
zona adyacente de servidumbre de protección.
   Así, valora que el nuevo texto "afronta los problemas que no pudo 
solucionar la anterior Ley de 1988 y prohíbe también cualquier 
incremento de lo ya edificado. Además, manifiesta que la norma "responde
 al interés general del desarrollo económico y la seguridad jurídica de 
las personas, siempre que se garantice la protección medioambiental.
   Entre las novedades que subraya el Ministerio apunta a la cláusula
 para frenar cualquier construcción ilegal antes de que se consolide, e 
introduce una estrategia de lucha contra el cambio climático.
   Asimismo, hace hincapié en que la ley tiene "como primer objetivo 
la protección medioambiental de la costa, diferenciando entre los tramos
 urbanos y naturales de las playas, preservando las playas vírgenes al 
limitar en ellas tanto las ocupaciones como las actividades, aumentando 
en todo caso su protección.
   Para el Ministerio, la Ley de Costas "responde única y 
exclusivamente al interés general", a la necesidad del fomentar la 
actividad económica sostenible en las zonas litorales (por eso se 
amplían los plazos máximos de las ocupaciones), siempre que se garantice
 la protección medioambiental de la costa, protegiendo al mismo tiempo 
los derechos y la seguridad jurídica de las personas.
   En conjunto, la modificación de la anterior Ley de 1988 responde a
 la necesidad de resolver problemas históricos del litoral español que 
aquella no ha podido resolver. Por ejemplo, se refiere a la 
"urbanización descontrolada" en algunos puntos de litoral y que ha 
supuesto su degradación.
   Para evitarlo, añade el Ministerio en un comunicado, la nueva ley 
no solo impide nuevas construcciones, sino que incorpora, entre sus 
novedades, una cláusula, la llamada "Antialgarrobicos", que permite 
frenar la construcción ilegal antes de que se produzca, facilitando al 
gobierno la suspensión cautelar de la obra a la espera de la decisión 
judicial.
   La Ley defiende también a los ciudadanos que adquirieron 
legítimamente una vivienda y que se vieron después desposeídos y la 
reforma obligará a inscribir en el Registro de la Propiedad los bienes 
de dominio público desde que se inicia un procedimiento de deslinde.
   Esta medida había sido reclamada por el Parlamento Europeo, pues 
esta situación ha sido objeto de miles de quejas de ciudadanos europeos.
 El Ministerio recuerda que la Comisión Europea ha felicitado al 
Gobierno por tomar esta y otras medidas que incrementan la seguridad y 
la confianza en España.
   Otra de las medidas que valora como "esenciales" es la mejora de 
la situación jurídica de los antiguos propietarios de bienes en la 
costa, en especial de viviendas, que la ley de 1988 expropió. La nueva 
legislación prorroga las concesiones de esos ciudadanos hasta un máximo 
de 75 años.
   Finalmente, celebra que esta es la primera ley de Costas que tiene
 en cuenta el cambio climático e introduce políticas de lucha contra 
este fenómeno y tiene en cuenta un plan de adaptación y la mitigación en
 el litoral.
   Para ello, la ley contempla que en dos años se disponga de un 
estudio completo de los efectos del cambio climático en toda la costa 
española, algo que, según el Ministerior, "jamás se ha hecho".
 
 



