MADRID.-  La patronal de concesionarias de autopistas Aseta estima en unos 800  millones de euros la inyección de capital que necesita un grupo de  estas sociedades para evitar el riesgo de quiebra que afrontan por el  sobrecoste de expropiación que soportaron para su construcción,  informaron en fuentes del sector.
   Este importe es casi el doble respecto al de 135 millones de  euros inicialmente previsto en el proyecto de Ley de Presupuestos  Generales del Estado (PGE) de 2011 para otorgar préstamos participativos  a estas autopistas.
   No obstante, los distintos grupos parlamentarios mantienen  negociaciones para poder elevar este importe inicial mediante la  presentación de enmiendas durante el trámite de los Presupuestos en el  Congreso.
   La concesión de préstamos participativos a estas autopistas  constituye la fórmula que el Ministerio de Fomento acordó con el sector a  finales de 2009 para solventar el desequilibrio patrimonial que  presentan por el sobrecoste de supusieron las expropiaciones.
   Se trata de un préstamo que el Estado concede con condiciones  favorables a las constructoras que en su día se adjudicaron la  construcción y posterior explotación de las vías, y que tendrán que  devolver en unos años. Además, no computa en déficit.
   Este problema afecta a las autopistas radiales de Madrid, a la  que une la capital y el aeropuerto de Barajas, la Cartagena-Vera, la  Madrid-Toledo, la circunvalación de Alicante y Ocaña-La Roda. 
   Globalvía (FCC y Caja Madrid), Acciona, Abertis, Itínere, ACS y  Ferrovial son alguno de los grandes grupos constructores y de  concesiones que participan en estas vías.
   Se trata de las autopistas que se construyeron en tanto estuvo  vigente la anterior Ley del Suelo, aprobada en 1998. Este texto avalaba  que las expropiaciones de terrenos se abonaran en función de las  expectativas futuras del valor de un suelo y no sobre su valor en el  momento actual.
Además del sobrecoste que les supusieron las expropiaciones en  comparación con el presupuesto de adjudicación de las obras, el sector  de la construcción y concesión de infraestructuras negocia con el  Gobierno una solución a otros dos problemas sobrevenidos, que también  alteran el equilibrio económico-financieros de sus contratos.
   Por un lado, abordan el descenso de tráfico que presentan  algunas autopistas, fundamentalmente las de más reciente puesta en  servicio, en unos casos por la crisis y en otros por la posterior  construcción de vías alternativas gratuitas.
   Por el otro, tratan sobre el sobrecoste que también soportan  algunas de las constructoras que se adjudicaron contratos de  construcción y gestión del Plan Renove de autovías de primera  generación, en este caso por los modificados que fue preciso realizar en  los proyectos. 
        En fuentes oficiales del Ministerio de Fomento indicaron que  el Departamento "trabaja" para "buscar una solución que compatibilice el  interés general con el de las concesionarias".
 Según indicaron estas fuentes, el Ministerio que dirige José Blanco "estudia  todas las fórmulas" en "permanente contacto y diálogo" con el sector.
 
