ALICANTE.- Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) quiere anticiparse ante el previsible crecimiento en los próximos años del aeropuerto de Alicante-Elche y ha autorizado una serie de obras que, en última instancia, permitirán aumentar incluso hasta un 40% la capacidad de absorción de pasajeros antes de tomar un vuelo. Estas obras han comenzado a realizarse en los controles de seguridad que permiten el acceso a la zona comercial y de restauración, como paso previo a la zona de espera para el embarque, según avanza el diario Información.
Con este motivo se van a destinar cerca de 7 millones de euros para, a su vez, renovar y ampliar el control de seguridad para
 pasajeros. Paralelamente, se va a aprovechar esta actuación para 
introducir nueva maquinaria tecnológica, como por ejemplo nuevos 
aparatos de rayos X, entre otros elementos.
Estos trabajos, en 
definitiva, tienen el objetivo de mejorar la fluidez y la comodidad de 
los viajeros y se enmarcan dentro del Plan de Calidad de la terminal 
alicantina.
En este sentido, la instalación aeroportuaria 
contará con 24 nuevas puertas automáticas de lectura de tarjetas de 
embarque que darán acceso a su vez a 24 nuevos filtros de seguridad,
 frente a los 17 que hay en la actualidad. De éstos, cuatro se 
instalarán en una segunda línea para facilitar el acceso a las personas 
con movilidad reducida, entre otros usos.
Estos
 trabajos de ampliación permitirán incrementar en otros 1.300 metros 
cuadrados la actual zona de control de seguridad, para lo que será 
necesario reubicar algunos locales comerciales.
Esto
 permitirá que las líneas de inspección cuenten con 3,2 metros de 
amplitud, un metro más que las actuales, mejorando así el confort de los
 pasajeros, recalcan desde el aeropuerto Alicante-Elche.
Con 
este mismo objetivo, dirigido a mejorar la comodidad de los pasajeros 
que viajan con niños, se habilitará un arco de seguridad prioritario 
para familias que contará con un pasillo de ancho especial y estará 
dotado de una especie de parque para bebés.
Esto significa que, 
por ejemplo, familias que acudan con carritos de bebé tendrán más 
facilidades de movilidad al pasar los controles, mientras que podrán 
dejar a los menores en una zona adecuada, incluso estéticamente más 
acogedora, en esos instantes en los que se atraviesa el arco de 
seguridad.
Por otra parte, se mantendrá el servicio conocido 
como «fast-lane», ya disponible en el aeropuerto de Alicante-Elche, que 
ofrece a los pasajeros la posibilidad de acceder de manera preferente al
 control de seguridad. Este servicio puede contratarse a través de la 
app o página web de Aena y también lo ofrecen las compañías aéreas 
asociadas.
Además de la incorporación de puertas automáticas 
para la lectura de tarjetas de embarque, está previsto que se renueven 
todas las máquinas de rayos X, así como los arcos de seguridad, pasando a
 contar con equipamiento de última generación.
También
 se instalará un nuevo sistema equipado con tecnología puntera en la 
gestión del equipaje de mano que funcionará de manera automática 
deslizando las bandejas con el equipaje no facturado para su inspección.
El
 propio sistema desplazará las bandejas a través de las máquinas de 
rayos X, desviará aquellas que precisan de una inspección más exhaustiva
 y retornará las bandejas al punto de suministro. Todo ello facilitará 
la labor del personal de seguridad y mejorará la fluidez de paso de los 
viajeros.
El conjunto de estas actuaciones ya ha dado inicio 
hace escasos días y se va a hacer coincidir durante fechas de temporada 
baja. Esto significa que durará varios meses puesto que se realizará por
 fases, teniendo en cuenta los horarios de menor afluencia de pasajeros a
 la hora de acometer los trabajos de mayor impacto.
Por último, 
se reforzará la señalética y el personal auxiliar para minimizar el 
impacto sobre los usuarios de la terminal alicantina, según precisan 
desde el aeropuerto, desde donde se insiste en que todo este conjunto de
 actuaciones buscan en última instancia mejorar el confort de los 
usuarios y la capacidad de la instalación aeroportuaria.
AENA va a desembolsar cerca de 7 millones en ampliar la capacidad de 
absorción de pasajeros y en modernizar su equipamiento.  
 
 

