MADRID.- Los problemas del Mar Menor y las posibles soluciones políticas para 
evitar que desaparezcan siguen de plena actualidad. Tras lo ocurrido en 
septiembre con la muerte de miles de peces y otros animales marinos en 
la laguna de la zona de Cartagena, y las protestas que nacieron 
posteriormente, todos los grupos políticos se han lanzado a dar sus propias ideas
 para evitar un problema mayor que acabe incluso en la muerte del 
delicado ecosistema. 
El último en hacerlo ha sido Vox que ha presentado 
una 
Proposición No de Ley
 con varias medidas para conseguir solucionar, según el partido, la 
situación de este espacio. ¿El problema? Que lejos de ganarse el apoyo 
de expertos y científicos ha conseguido todo lo contrario. según
 El Confidencial.
Según el partido de Santiago Abascal (él mismo firma personalmente el
 plan presentado), la iniciativa busca dar una solución de "conservación del Medio Ambiente sensato y realista,
 que no criminalice al ser humano". 
Para ello su plan se basa en la 
creencia de que se puede "conjugar el cuidado de la naturaleza con la 
explotación agrícola, ganadera e industrial del suelo".
Su 
proyecto apunta bastante alto ya que aseguran que con su plan 
conseguiría "la armonización de los usos agrícola y turístico con la 
preservación de este ecosistema único en Europa", pero los expertos se 
ponen en frente. 
"Es una irresponsabilidad presentar algo así.
 Son medidas ineficaces, que la mayoría ya han sido probadas y 
descartadas y que necesitarían de un gasto público impresionante. Y todo
 para no atajar el origen del problema".
En concreto en Vox destacan cuatro acciones clave: abrir las golas o 
canales que facilitan el intercambio de agua entre el mar Mediterráneo y
 el Mar Menor a su dimensión de 1950, construir saneamientos separativos
 con vertidos de las aguas pluviales limpias al Mar Menor, desarrollar un sistema de doble desalobrización, produciendo la figura de «salmuera cero» y sal, y la construcción de un drenaje que anule el efecto agrícola.
Los
 científicos consultados apuntan a una de ellas como medida positiva 
siempre que se compensase con otras acciones, pero rechazan de lleno el 
resto por ser ineficaces, no tener sentido práctico o ser la vuelta a una idea que ya se ha demostrado que no funciona. A continuación desgranamos cada medida y su argumento en contra.
Abrir las golas o canales
Es el primer punto y quizá 
el que más se ha comentado
 en las últimas horas. Vox pide abrir los canales que unen el Mar 
Mediterráneo y el Mar Menor para que pase más agua y la laguna se 
oxigene y mueva parte de los nutrientes y los nitratos que están 
acabando con su ecosistema. 
Pero tanto Pedro Luengo (responsable de 
Ecologistas en Acción Murcia) como Pedro García (director de Asociación 
de Naturalistas del Sureste, ANSE) rechazan la propuesta y consideran que no tiene sentido.
"Para empezar te puedo decir que ayer pasamos con nuestro barco por uno 
de los canales, el de Marchamalo, y sigue igual que en los 50. No 
entiendo muy bien a qué se refieren con devolver las golas al pasado 
porque no han cambiado, pero bueno igualmente es una medida ineficaz y 
que encima podría ser perjudicial", explica García. 
Este experto 
ecologista cree que en Vox han sido mal asesorados y que no conocen 
correctamente la situación. "En toda la laguna hay cinco golas 
(Marchamalo, el Estacio, el Charco, La Torre y El Ventorrillo) y ya te 
digo que siguen igual que hace años. Puede haberse 
reducido la profundidad pero abrir otro canal o agrandar estos solo 
acabaría con el Mar Menor tal y como lo conocemos".
Por su parte, Luengo va más allá y habla de que esta decisión solo 
agrandaría, más aún, el problema. "Si sacamos todo lo malo del Mar Menor
 al Mediterráneo estaríamos moviendo el problema y afectando a otro 
ecosistema clave como los bosques de poseidonia. Por no hablar de que 
terminaríamos de aniquilar lo que queda de ecosistema particular en el 
Mar Menor". Como explica este especialista, el Mar Menor es más salado que el Mediterráneo y una mayor entrada de agua marina terminaría con esta diferencia afectando de lleno a la laguna.
Construir saneamientos separativos
Esta
 es la segunda propuesta de Vox y está centrada en construir 
saneamientos que separen los vertidos de agua pluvial limpia para que 
esta llegue a la laguna sin los nutrientes y nitratos que acaban 
afectando de forma decisiva al Mar Menor. Al contrario de lo que ocurre 
con la idea anterior, esta no está mal vista por los ecologistas, pero 
sí creen que es un parche o una medida complementaria que no serviría de nada si no se ataca el problema de fondo.
"Nosotros
 llevamos pidiendo desde hace años una solución de este tipo que ayude a
 descongestionar los sistemas de alcantarillado, pero es verdad que es algo caro y con un impacto relativo
 si no se ataca el origen del problema que está en la agricultura y los 
campos de cultivo. Separar el agua pluvial está bien pero no serviría de
 mucho si seguimos teniendo lluvias torrenciales que llegan a la laguna 
arrastrando nutrientes y nitratos", apunta García.
Luengo también pone el foco en el campo. "Una separación en terreno 
urbano podría ayudar y mejorar las canalizaciones pero el problema está 
en los cultivos. Todo el lodo que ves que llega a pueblos y ciudades 
cuando se inundan no sale del asfalto, viene de los cultivos y de las 
parcelas que deciden verter el agua de la lluvia arrastrando todo hasta las ciudades
 y finalmente hasta el mar. Según los estudios, el 80% de los problemas 
que afectan al Mar Menor vienen de la agricultura intensiva que lo 
rodea. Si no haces nada en relación con esos cultivos no va a haber 
solución posible". 
Desarrollar un sistema de doble desalobrización
Ante
 el problema de los nutrientes y nitratos que arrastra la lluvia hasta 
la laguna, Vox propone crear un sistema de desalobrización que como las 
desalinizadoras permita separar el agua y verter solo la limpia a la 
laguna. El partido de Abascal no habla de cuanto podría costar ni de qué sistema sería el más adecuado para hacerlo, pero los expertos dudan mucho de su eficacia y de las posibilidades para crear algo así que funcione de verdad.
"Podríamos
 intentar algo así pero lo lógico sería hacerlo con soluciones naturales
 que de verdad absorban los nutrientes y permitan que el agua que 
arrastra todo no vaya de lleno a la laguna, pero de nuevo hablamos de una medida complementaria
 y que no va al origen del problema. 
Mantener plantas artificiales que 
hagan este trabajo es caro y no queda nada claro cómo pueden funcionar. 
Es más, nosotros planteamos la instalación de un sistema de filtros 
verdes hace unas semanas pero el Gobierno de la Región lo descartó", 
asegura García.
Otro punto clave es saber qué pasará con el agua que gane más sal 
para conseguir que la otra parte llegue limpia a la laguna. "En 
principio en estos casos la idea es que la parte con más sal y 
nutrientes se use para generar otros beneficios como sal para las 
carreteras o usos alimentarios o industriales, pero el problema es que ese agua viene con gran cantidad de nitratos
 y es casi imposible crear nada con ella una vez filtrada. 
Necesitaríamos que antes de filtrarse el agua limpia hubiese otro filtro
 que consiguiese desnitrificar ese agua. Vamos, una inversión gigante 
con tal de no tocar nada en el origen del problema", explica Luengo.
Como opción alternativa habla de ejemplos como el de Sierra Espuña que gracias a la renaturalización ha conseguido paliar los problemas de las lluvias torrenciales.
 "Hay medidas naturales que se pueden adoptar para proteger la laguna 
pero debe ser un plan completo, detallado y a largo plazo".
Construir redes de drenaje
Esta
 es la última solución de las impulsadas por Vox, y tampoco convence a 
los ecologistas. ¿El motivo? No solo es que sea una solución a medias es
 que ya se intentó hace unos años, se gastó mucho dinero público en su desarrollo
 y no se pudo poner en marcha porque los agricultores no se 
comprometieron a mantener ni permitieron el mantenimiento externo. O al 
menos eso aseguran los expertos. 
Pedro
 García dice conocer bien el tema y habla incluso de ocupaciones 
ilegales por parte de los agricultores. "Se hicieron varias redes de 
drenaje y los agricultores las ocuparon ilegalmente impidiendo su 
funcionamiento y, claro, su mantenimiento. ¿Quién te dice que no volverá a pasar?". 
Deja claro que no es una mala idea, pero de nuevo todo se concentra en 
inversión publica grande para evitar que los agricultores asuman algún 
tipo de responsabilidad. "Al final Vox solo quiere proteger a los 
agricultores a toda costa pero es que si no asumen ningún tipo de 
responsabilidad será imposible dar una salida al problema".
En esto concuerda con Pedro García que habla de un sistema que además sería una forma de blanquear el uso ilegal del agua y de las tierras.
 "Hay cientos de pozos ilegales y tierras de cultivo que no tienen 
permisos, pues con estas redes de drenaje les daríamos agua extra para 
su explotación ayudándoles además a evitar las sospechas por los pozos 
ilegales. Eso sí, la red tendríamos que pagarla entre todos, otra vez".
Todo para proteger la agricultura
En definitiva el problema del plan, según los dos ecologistas, reside
 en la idea de intentar solucionar el problema sin enfrentar la 
principal causa. Algo que ambos consideran imposible. 
"Está claro que 
Vox busca contentar a los agricultores que son uno de sus graneros de 
votos, pero es que no puedes afrontar esto sin pedir si quiera un mínimo cambio en la agricultura intensiva que se ha demostrado que es la principal culpable de la situación. No tiene sentido", apunta Luengo.
García habla del plan como una idea de intentar solucionar todo con medidas simples y basadas en la tecnología.
 "Es como si te pones a fumar sin parar pensando que en el futuro la 
Seguridad Social te pagará un transplante de pulmón. Claro, puedes 
pensar que eso es una gran solución para no tener que cambiar ni un 
ápice tus hábitos pero nada es tan sencillo. Lo que propone Vox son 
medidas ineficaces, muy costosas y que solo intentan proteger a una 
parte de la población".