Las personas que acudieron a los centros de atención primaria del 
Sistema Nacional de Salud manifiestan, en un 86,5% de los casos, una 
valoración muy positiva de la atención recibida. Las expectativas 
previas sobre la Atención Primaria son, además, altas ya que siete de 
cada diez personas señalan que la atención recibida fue más o menos 
igual a como esperaban que fuera.
El 84% de los pacientes destaca que la atención prestada fue buena o 
muy buena en las consultas de especialistas. Del mismo modo, el 88,6% de
 los pacientes ingresados en los hospitales del SNS evalúan 
positivamente la atención sanitaria recibida y un 35,3% de los pacientes
 se encontraron con una atención mejor que la esperada,  frente a un 
9,2% que  considera que fue peor de lo esperado.
A su vez, el 77,5%  de las personas que utilizaron los diferentes 
dispositivos y servicios de urgencias del SNS consideran que recibieron 
una buena atención.
Respecto a la opinión general de la población (usuarios y no 
usuarios),  el 68,3% manifiesta que el sistema sanitario en España 
funciona bien o bastante bien aunque necesite algunos cambios, mientras 
que  el 26,2% piensa que necesita cambios fundamentales y un 4,7% que 
hay que rehacerlo completamente.
En una escala de puntuación de 1 a 10, la satisfacción general de la 
ciudadanía con el sistema sanitario público se sitúa en 6,57 puntos.
La mayoría de las personas se manifiestan partidarias del uso del 
sistema sanitario público frente al privado. 
Así ocurre en las distintas
 opciones analizadas por el estudio:
• Consultas de atención primaria (68,2%).
• Consultas de atención especializada (56%)
• Ingreso en hospital  (67%)
• Urgencias (64,4%)
En las consultas de atención primaria son muy apreciados aspectos 
como la confianza y seguridad que transmite el médico (7,68 puntos sobre
 10) y el personal de enfermería (7,64), los cuidados y la atención por 
parte del personal médico (7,63) y de enfermería (7,64)  y la 
información recibida sobre el problema de salud (7,53).
Respecto a las consultas de médicos especialistas son especialmente 
valorados el trato recibido del personal sanitario (7,56), la confianza y
 seguridad que transmite el personal médico (7,43) y la información 
recibida (7,45)
En la opinión sobre el funcionamiento de los hospitales destacan el 
equipamiento y medios tecnológicos que ofrecen (7,74), los cuidados y 
atención del personal de enfermería (7,89), la atención del personal 
médico (7,89) o la información que reciben los pacientes sobre la 
evolución de su problema de salud (7,65). El hecho de estar ingresado en
 una habitación compartida con otros pacientes se valora con 6,69 
puntos.
Entre los aspectos susceptibles de mejora en los diferentes servicios
 asistenciales se identifican, fundamentalmente, los relacionados con 
los tiempos de acceso a los servicios: la obtención de cita el mismo día
 que se solicita, si así se desea, en Atención Primaria (solo un 47,7% 
la para el mismo día o el día siguiente) y los tiempos de espera hasta 
ser visto por el especialista (solo un 35,7% son vistos antes del mes).
De igual modo, la percepción sobre la evolución de las listas de 
espera, como en anteriores ediciones, es negativa: el 47,7% piensa que 
sigue igual y el 24,3% que ha empeorado. Un 8,1% piensa que ha mejorado.
La mayor parte de la población seleccionaría el sistema público en 
sus diferentes servicios si pudiera elegir entre éste o el privado,  
situándose cerca del 70% en el caso de la atención primaria y la 
hospitalización. Desde 2010 se ha incrementado de forma gradual el 
número de personas que prefieren el Sistema Sanitario Público.
Entre los temas coyunturales que se han explorado en esta edición del
 Barómetro Sanitario destacan los bloques relacionados con los 
cuidadores de personas con necesidades especiales por padecer 
enfermedades crónicas, demencias u otros tipos de discapacidades y el 
tema de los cigarrillos electrónicos y otros dispositivos similares.
El 34,8% de los entrevistados dicen que conocen a algún familiar o 
amigo cercano que necesita cuidados especiales por estar en alguna de 
estas situaciones. Cuando a estas personas se les pregunta por cuales 
serían las medidas que podrían tomar las administraciones para ayudar a 
los cuidadores, las más frecuentemente citadas son: "los servicios de 
atención a domicilio" (46,1%) y el "apoyo económico en forma de salario 
mensual a las/os familiares cuidadoras/es" (45,6%). Otras medidas 
incluyen los "centros de día" (20,85), las "residencias y otro tipo de 
alojamientos" (15,4%) o la reducción de jornada para las/los familiares 
cuidadoras/es (15,4%).
En relación a los cigarrillos electrónicos y tabaco sin combustión, 
el 85,9% de los entrevistados ha oído hablar de los primeros y un 18,9% 
del segundo. De entre los que conocen alguna de esta dos formas de 
fumar, el 62,2% considera que debe regularse su consumo en lugares 
públicos de igual forma a como se ha hecho con el tabaco tradicional.
Finalmente, se pregunta a todos los entrevistados si consideran que 
debe ampliarse la lista de lugares donde está prohibido fumar. El 41,3% 
opina que sí, el 46,3% que no y el 12,3 % no sabe. Entre los lugares 
citados por aquellos que dicen que debería ampliarse la lista de lugares
 donde está prohibido fumar destaca el coche particular cuando viajan 
menores (72,9%) o incluso cuando viajan otras personas, 
independientemente de su edad,   distintas al fumador (64,6%) y los 
estadios de futbol y otros espacios deportivos al aire libre (61,4%).
Como en ediciones anteriores, el Barómetro recoge las personas 
mayores de 18 años que, en el último año, dejaron un tratamiento médico 
recetado por el Sistema Nacional de Salud por motivos económicos. 
En 
2018 se situó en el 3%, por debajo del porcentaje registrado en 2017 
(4,7%) y la cifra más baja de los últimos años, un punto de inflexión de
 este indicador que se espera se mantenga en esta  tendencia 
decreciente.