LA LAGUNA.-   La Región de Murcia registró entre los años 
2000 y 2010 un total de 26 casos de corrupción y el 57,8 por ciento de 
los municipios de la Comunidad se vieron afectados, lo que representa el
 mayor porcentaje por comunidades autónomas, según un estudio realizado 
por el Grupo de Investigación sobre Subdesarrollo y Atraso Social 
(GISAS) del departamento de Geografía de la Universidad de La Laguna.
   El estudio, que fue publicado en la revista ERÍA de la Universidad
 de Oviedo, refleja que Andalucía es la comunidad con mayor número de 
casos de corrupción, con un total de 154, seguida de Valencia (94), pero
 es Murcia, con un total de 26 casos, el que aglomera la mayor ratio de 
corrupción debido, en parte, a que es la comunidad con menor número de 
ayuntamientos, 45.
   En términos relativos, la Región de Murcia es seguida por 
Canarias, con el 39,8 por ciento de los municipios afectados (35 casos 
en total); Baleares con el 35,8 por ciento de los municipios afectados 
(24 casos); y Asturias, con el 26,9 por ciento (21 casos de corrupción).
   Así lo ha hecho saber el coordinador 
de GISAS y profesor del departamento de Geografía de la Universidad de 
La Laguna, Víctor Martín, quien explica que los datos fueron recabados 
entre 2007 y 2011 por una persona dedicada en exclusiva a analizar la 
información aparecida en los periódicos locales, en blogs y asociaciones
 ecologistas y vecinales, a través de Internet y por la prensa.
   En algunos casos, los investigadores llegaron a almacenar cientos 
de páginas de algunos caso de corrupción, que narraban "con pelos y 
señales" todo lo que había ocurrido y la trama que se escondía detrás de
 todo. En algunos municipios, incluso, recuerda que "hay tres o cuatro 
casos de corrupción".
   El objetivo de este proyecto, financiado por el Gobierno central, 
era averiguar cómo se producían esos casos de corrupción y plantear las 
soluciones para evitar que se volviera a producir. Para ello, el GISAS 
de la Universidad de La Laguna llegó a destinar a esta labor un total de
 siete investigadores.
   En concreto, los municipios que se han visto afectados en la 
Región de Murcia son Abanilla; Águilas; Los Alcázares; Aledo; Alguazas; 
Alhama de Murcia; Archena; Campos del Río; Cartagena; Cieza; Fuente 
Álamo; Jumilla; Librilla; Lorca; Lorquí; Mazarrón; Mula; Murcia; Puerto 
Lumbreras; San Javier; Santomera; Torre Pacheco; Totana; Ulea; La Unión;
 Villanueva del Río Segura.
   El estudio solo analizó, en principio, desde 2000 hasta 2008, pero
 como los casos "seguían reproduciéndose", los investigadores decidieron
 ampliar el análisis hasta 2010, porque los casos "habían aumentado el 
número de casos un 50 por ciento en apenas dos años, pasando de 400 a 
casi 700".
   Achaca este aumento de los casos investigados al trabajo de la 
Fiscalía Anticorrupción y a la creación de grupos policiales 
especializados, porque "había una llamada de atención de la ciudadanía, 
que reclamaba la investigación de estos casos".
   Asimismo, achaca este incremento de los casos detectados a la 
labor desarrollada por "los grupos vecinales, ecologistas y blogs de 
ciudadanos a título individual, que han ido aportando datos". Se trata 
de una cultura que "busca la transparencia en los procesos judiciales 
sobre el desaforado desarrollo urbanístico", remarca.
   Martín ha atribuido la situación de la Región de Murcia a que "hay
 una potente agricultura y a que es una zona turística y de litoral, al 
igual que otros municipios de costa que se han visto embaucados en este 
tema". No obstante, añade que también se han visto afectadas "otras 
zonas metropolitanas y municipales".
   Martín explica que la información recabada por su grupo de 
investigación está todavía "por explotar" porque lo que han hecho hasta 
ahora ha sido "contar los casos de corrupción, ver qué tipo de 
infracción se cometía y que partidos políticos estaban en el gobierno en
 ese momento". Por tanto, queda por interpretar la información y aclarar
 cómo se desarrolló cada uno de los casos.
   Reconoce que se trata de datos que entran más en el terreno de la 
criminología, lo delictivo o en el ámbito judicial que lo propiamente 
geográfico, pero advierte que estas informaciones tienen una repercusión
 territorial, social y económica "importantísima". 
"Ahora estamos 
pagando las consecuencias de todo lo que se hizo en aquel momento", 
advierte Martín.
   Este grupo de investigación de la Universidad de La Laguna lleva 
investigando un cuarto de siglo en temas relacionados con la corrupción.
 Con el 'boom' inmobiliario generado entre 1986 y 1989, que pilló a 
Martín haciendo la tesis doctoral, este grupo ya detectó que estos 
procesos conducen a situaciones de crisis como las actuales".
   De hecho, Martín recuerda que en la crisis de 1990 y 1991 en 
España "produjo tasas de paro iguales a las que tenemos en la 
actualidad". La única diferencia es que, en la actual crisis, lo que se 
ha construido entre 1998 y 2008 "es mucho más que el doble que lo 
edificado entre 1988 y 1989".
   Ya entonces, Martín y su grupo de investigación advirtieron que 
esos procesos "conducen a una crisis que hace empobrecerse al país y a 
al sociedad, tal y como estamos viendo ahora". Ahora mismo, afirma que 
"hasta el propio sector inmobiliario está en crisis, con problemas 
claros de mantenimiento de infraestructuras, urbanizaciones y 
viviendas".
   En aquel entonces, España pudo salir adelante "gracias a 
Maastricht y la entrada en la zona 'euro'", pero advierte que ya no va a
 volver a producirse una situación política de este tipo. Al contrario, 
advierte que la crisis actual "va a durar unos cuantos años".
   El atraso social y estructural que tiene España con respecto al 
ámbito europeo "ha quedado en evidencia aún más con esta crisis". Por 
eso, el GISAS de la Universidad de La Laguna ha estado investigando 
durante muchos años las causas de ese atraso, y han llegado a la 
conclusión de que detrás de todo se encuentra "el fenómeno de la 
propiedad y de la no democratización de la propiedad de la tierra".
   Esto es así porque, en otros países, la propiedad "se fue 
democratizando a través de los procesos de evolución o revolución en el 
siglo XIX", mientras que en España "pervivió la gran propiedad, que es 
el origen del atraso actual". Por eso, remarca Martín, la economía de 
España tiene "una base territorial tan importante".
   Esto es especialmente relevante en comunidades como "Canarias, 
Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha o Extremadura", donde "hay un 
problema histórico en la propiedad". Incluso, advierte que esta 
situación explica "la guerra civil española, el franquismo y la 
transición no acabada".
   Ahora, afirma, España necesita industria y agricultura más que 
nunca", pero el proceso del 'boom' inmobiliario acabó con estos 
sectores. Para llegar a estas conclusiones, el GISAS está formado por un
 personal multidisciplinar, pero "pequeño y con escasa financiación".
 
 
