MURCIA.-  Las comunidades de Andalucía, Valencia, Canarias y la Región de  Murcia han ratificado este lunes un manifiesto en el que muestran su  rechazo al nuevo acuerdo de asociación entre la Unión Europea (UE) y  Marruecos, que permitiría al país norteafricano elevar sus exportaciones  de las 182.000 toneladas autorizadas actualmente a 285.000 toneladas en  el ejercicio 2014-2015, lo que supondría la "desaparición del sector a  corto plazo".
  
   Así coincidieron en señalar los responsables de agricultura de las  cuatro comunidades autónomas que han suscrito el acuerdo en Murcia, con  el que pretenden plasmar su unión en contra del aumento de las  exportaciones que recoge el nuevo acuerdo, así como su apoyo a que se  respeten los precios de referencia en las aduanas, y a que la UE exija a  los cultivos marroquíes los mismos requisitos fitosanitarios que a los  europeos.
 
   En concreto, la declaración, que será presentada a la UE y al  Gobierno central, fue ratificada por la consellera de Agricultura, Pesca  y Alimentación de la Generalitat Valenciana, Maritina Hernández; la  consejera de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Clara Eugenia  Aguilera; la titular de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno  de Canarias, María Pilar Merino; y el consejero de Agricultura y Agua de  Murcia, Antonio Cerdá.
 
   En rueda de prensa, el consejero murciano destacó que las cuatro  comunidades firmantes producen entre todas dos millones de toneladas de  tomate, lo que representa el 90 por ciento del total nacional, aunque  subrayó que el sector ha sufrido "un paulatino descenso de su producción  como consecuencia de los acuerdos firmados entre la UE y Marruecos en  1995", lo que justificó porque "se han exportado muchas más toneladas de  las que estaban previstas".
 
   Como ejemplo de los incumplimientos "continuados" del acuerdo de  asociación, Cerdá destacó que en el ejercicio 2008/2009, Marruecos  exportó 360.000 toneladas, cuando tenía autorizadas 185.000. "Esto hace  que se desequilibren los mercados europeos y, debido a que los costes de  producción en Marruecos son muy inferiores a los de las comunidades  españolas", matizó.
 
   La consejera andaluza remarcó la idoneidad del momento para  oponerse a la firma del acuerdo de asociación, porque está pendiente de  ratificación por parte del Parlamento Europeo, que no tenía esa  capacidad en anteriores acuerdos, y de superar ese trámite, pasaría al  Consejo Europeo, que tiene que dar la rúbrica definitiva.
 
   Para poner de manifiesto el "daño que supondría este acuerdo",  explicó que Andalucía ha exportado más de 500.000 toneladas de tomate en  2009 y que, detrás de esta producción, "hay agricultores que ponen su  esfuerzo para superar cada vez más y llegar a los mercados  internacionales", mientras que "no se exige una reciprocidad".
 
   Si llegar a un acuerdo "es malo", para Aguilera, lo "más lesivo"  para Andalucía es su incumplimiento y la no exigencia del principio de  reciprocidad en lo que respecta a la entrada de productos". Así, remarcó  que evitar el acuerdo no es el objetivo del manifiesto firmado hoy,  sino que la UE "abra un debate serio sobre la introducción de productos  sin suficientes garantías".
 
   Por ello, reivindicó que, si la UE tiene entre sus principios la  defensa de los intereses de los consumidores, a su parecer "tiene que  observar claramente el principio de reciprocidad y la entrada de  productos que cumplan todos los requisitos que cumplen los productos  europeos". Al respecto, solicitó que la UE establezca la reforma de la  Organización Común de Mercados (OCM) de frutas y hortalizas, de cara a  la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC).
 
 
   Así, aunque consideró que acuerdos de asociación "los ha habido,  los hay y los seguirá habiendo porque forma parte de la política  exterior de la UE", sostuvo que "hay que reivindicar la reciprocidad y  que se establezcan mecanismos correctores o planes específicos para los  territorios afectados con el fin de mejorar su competitividad".
 
   De no existir estas medidas, Aguilera dijo que los perjudicados  serán "las empresas y cooperativas, así como los agricultores con una  pérdida de renta agraria", y no tanto las exportaciones. Sobre todo,  indicó que, con este nuevo acuerdo, las producciones andaluzas que se  verán afectadas principalmente se encuentran en zonas como Almería, la  costa granadina y Huelva.
 
   Por su parte, Merino hizo hincapié en la importancia del sector  del tomate para Canarias, que tiene un siglo de antigüedad y está  dedicado íntegramente a la exportación. De hecho, manifestó que Canarias  llegó a exportar 360.000 toneladas de este producto en la campaña  1995-1996, aunque actualmente, está exportación se sitúa en torno a  139.000 toneladas de tomate anuales.
 
   La consejera canaria se preguntó "cómo es posible que se mantengan  los precios de entrada en el nuevo acuerdo y no se mejore en absoluto  la manera de controlarlos" porque el procedimiento actual del control en  las aduanas es "muy complicado y nadie puede llevar a cabo el trabajo  para desempeñarlo", justificó.
 
   Si el acuerdo dañará las exportaciones de Andalucía, Murcia y  Valencia, Merino dijo que Canarias resultará "aún más perjudicada porque  todas sus exportaciones van en barco y que tiene unos costes añadidos  en transporte y empaquetado por ser región periférica de la UE, de forma  que sus productos, al llegar al mercado se encuentran muy por encima de  los precios de entrada establecidos para Marruecos".
 
   Por su parte, Hernández remarcó que, en la Comunidad Valenciana,  el 55 por ciento de la producción del tomate se dirige a los mercados de  exportación, por lo que cualquier acuerdo de asociación con cualquier  país tercero tiene un impacto directo. Este impacto, afirmó, se produce  desde la firma del primer acuerdo de asociación entre la UE y Marruecos  en 1995, tanto en la superficie cultivable como en volumen de  producción, económico y de exportación.
 
   Hernández insistió en que el nuevo acuerdo va a suponer "un  incumplimiento en los precios de referencia y de los contingentes a  exportar, de facto, por lo que el efecto en la competencia es directo y  supondrá un descenso en los precios de mercado". Además, reprochó que el  nuevo acuerdo "va a suponer nuevas inversiones rentables en Marruecos,  mientras que el sector en España disminuye".
 
 
   Al ser preguntados por qué van a hacer los partidos políticos a  nivel europeo, la consejera andaluza dijo que "no se trata de una  cuestión de partidos ni de ideologías", puesto que el objetivo es la  defensa de los agricultores". Además, reconoció ser "la más autorizada  para decir esto", y confesó haber transmitido sus inquietudes a la  Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino, Elena Espinosa.
 
   Aguilera apuntó que la decisión de aprobar o no el acuerdo  "depende de la política exterior de la Unión Europea, y no de la  política sectorial". Además, dijo que en el Parlamento Europeo "hay una  mayoría clara de derechas, pero cada uno tiene sus intereses, y los del  Gobierno andaluz es defender los intereses de los agricultores  andaluces".
 
   Así, aunque reconoció que "va a ser muy difícil para este acuerdo  entre la UE y Marruecos", destacó que una posible solución "pasa por  tener una acción mucho más potente de la defensa de esos intereses, que  pasan por hacer una coalición bien potente entre las 20 regiones más  importantes de la zona mediterránea".
    Para tratar de impulsar la oposición a este acuerdo, el jefe del  Ejecutivo murciano mantendrá una reunión este martes, 5 de octubre con  el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, y ese mismo día, se  reunirá con el Grupo Parlamentario del PP en el Parlamento Europeo, así  como con el presidente de la Comisión de Agricultura del Parlamento, que  es miembro del Partido Socialista Europeo.