SANTANDER.- Liberbank, el banco de Caja Cantabria, Cajastur y Caja de
 Extremadura, ultima una fusión con Ibercaja Banco, grupo bancario con 
sede en Zaragoza. La operación, según fuentes consultadas, se encuentra 
en una fase muy avanzada y podría anunciarse en breve, al existir un 
principio de acuerdo en la mayoría de los términos y condiciones de la 
integración, según adelanta hoy 'El Diario Montañés'.  En cuanto a posibles aperturas a otros proyectos, el presidente de 
Unicaja, el sevillano Braulio Medel, ha aclarado hoy que no tienen acuerdo o 
preacuerdo con otra entidad o con un grupo (en clara referencia a BMN) para formar otro más amplio.
Los Consejos de Administración de Liberbank e Ibercaja se 
reunirán hoy y con toda probabilidad aprobarán la integración. La 
operación, que sería una fusión casi entre iguales por el tamaño de 
ambas entidades, daría lugar al séptimo grupo financiero del país con un
 volumen de activos de 115.847 millones de euros, 2.795 oficinas y 
12.758 trabajadores.
Fuentes próximas a la operación confirmaron ayer lunes 
que ambos grupos negocian una integración desde hace varias semanas y 
que los contactos se han intensificado desde que el pasado 20 de abril 
el Ministerio de Economía instara a los cuatro grupos de bancos medianos
 -Liberbank, Ibercaja, Unicaja y Banco Mare Nostrum- a fusionarse. 
El 
deseo del ministro Luis de Guindos era una unión a cuatro bandas, pero 
las dificultades de una operación de esas dimensiones -conformarían el 
quinto banco del país con 270.000 millones- han derivado en eventuales acuerdos a 
dos bandas como el que Liberbank e Ibercaja ultiman. El peso de Caja 
Cantabria -hoy representa el 14% de Liberbank- se reducirá notablemente 
con la entrada de Ibercaja en el nuevo grupo bancario. 
Liberbank e Ibercaja podrían comunicar hoy mismo la 
fusión una vez finalicen las reuniones de sus respectivos consejos de 
administración. Y es que medios periodísticos de Castilla La-Mancha, 
donde Liberbank es propietario de Banco CCM, daban ayer por hecha y 
cerrada la operación.
En el transcurso de las negociaciones, los dos grupos 
bancarios han tenido que contemplar las nuevas exigencias del Gobierno 
incluidas en su segundo decreto de reforma del sistema financiero para 
provisionar los activos financieros sanos vinculados al sector 
inmobiliario. En el caso del grupo de Caja Cantabria, Cajastur y Caja de
 Extremadura las dos reformas -la primera fue aprobada en febrero- le 
supondrán un impacto de 1.336 millones entre provisiones y capital, un 
esfuerzo económico que en la práctica le empuja a una fusión.
La integración de Liberbank e Ibercaja Banco daría lugar 
al séptimo grupo bancario del país y sería una operación que afectaría a
 ocho entidades financieras. En efecto, el presidido por Manuel Menéndez
 está formado por Cajastur, Banco CCM, Caja Cantabria y Caja 
Extremadura. Y el encabezado por Amado Franco está integrado por 
Ibercaja y Caja3, grupo que surgió de la fusión de Caja Inmaculada 
(Aragón), Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz. 
El futuro grupo 
Liberbank-Ibercaja tendría presencia en todo el territorio nacional y 
sería líder en sus territorios de origen: Asturias, Aragón, Extremadura y
 Castilla-La Mancha. En Madrid tendría cerca de 300 oficinas y también 
sería fuerte en La Rioja. De acuerdo con los datos de las memorias e 
informes de ambos grupos, la red comercial sería de 2.795 sucursales. El
 nuevo grupo tendría un volumen de negocio de 186.596 millones de euros y
 7.504 millones en fondos propios. Sumaría dos entidades bastante 
saneadas con ratios de 'core capital' superiores al 10%. Según la 
información que trascendió, Amado Franco ocuparía la presidencia del 
nuevo grupo y Manuel Menéndez sería el consejero delegado.
Por el momento no se conocen más detalles de la 
operación, ni los plazos para que sea operativa, la sede del nuevo grupo
 y el impacto en el empleo, que será relevante si se tiene en cuenta que
 en Liberbank participa Caja Extremadura y en Ibercaja-Caja3 Caja 
Badajoz. El presidente de Extremadura, José Antonio Monago, adelantó el 
pasado viernes que una integración iba a tener un impacto fuerte en su 
comunidad autónoma porque «se iban a solapar muchas oficinas» e «iba a 
ir a la calle mucha gente».
La nueva fusión de Liberbank e Ibercaja es la tercera 
operación en la que participa Caja Cantabria. En mayo de 2010 
protagonizó una de las mayores fusiones de cajas al unirse a la 
alicantina CAM, Cajastur y Caja de Extremadura. El proyecto fracasó en 
marzo de 2011 por el agujero detectado en las cuentas de la CAM debido a
 su exposición al ladrillo.
Egea, un problema 
Hace cinco días fuentes próximas a BMN habían señalado al periódico 'Ideal' de Granada que la mejor 
alternativa que considera la cúpula de este grupo bancario, es la de una
 fusión con Unicaja, presidida por Braulio Medel (en la imagen). 
La unión de BMN, con 68.000 millones de euros en 
activos a cierre del pasado ejercicio, y de Unicaja, con 79.000, daría 
lugar a un potente grupo bancario que sumaría 147.000 millones y que se 
situaría, con el mapa financiero conocido hoy en día, como el séptimo en
 el ranking nacional atendiendo a este criterio de activos. 
Pero a Unicaja y Medel no parece gustarle esta opción con el presidente de BMN y Caja Murcia, Carlos Egea, de por medio pese a la insistencia del también murciano Antonio Jara, presidente de Caja Granada y vicepresidente de BMN, para que se consume esa fusión, muy andaluza, antes del 30 de junio próximo. 
Sin descartar su propio hueco y peso dentro del conjunto del sistema financiero de España, Unicaja y Caja España-Duero quieren certificar su unión primero.
 Y no sólo eso, la nueva entidad busca «seguir ostentando» el «claro 
liderazgo» que ya tiene en sus territorios de origen a través de sendas 
Cajas, según 'Abc' de hoy.
Según
 destacó Medel, «satisfechos» con la evolución de los trabajos, el 
proyecto «está perfectamente encarrilado» y «marcha a muy buen ritmo», 
con «muchos ámbitos en los que ya trabajamos como una sola entidad», 
pese al retraso acumulado por el «momento complicado» de cambio de 
regulación en el que se enmarca. 
Y es que fue el 26 de septiembre de 
2011 cuando ambas cajas aprobaron unirse, aunque las variaciones en el 
sistema con nuevas necesidades de recapitalización han ido demorando la 
firma que, por el momento, juntará a Unicaja y Caja España-Duero, aunque
 no se descartan más compañeros de viaje pese a que Egea hizo en su día inviable una fusión de BMN con las cajas castellano-leonesas. 
El presidente de la entidad 
andaluza aseguró que «no tenemos» firmado «ningún acuerdo ni preacuerdo»
 con otra entidad o grupo, pero sí admitió «conversaciones» que «si 
viéramos» que permiten «servir mejor» a los objetivos a un proyecto que 
calificó de «acierto», «no sólo es que podemos, es que debemos» hacerlo.
 «Es una hipótesis de futuro potencial», precisó.
Sin necesidad de 
nuevos socios, Medel reiteró que el proyecto en marcha con Caja Duero-Caja España ya se basa en un plan 
económico «absolutamente solvente y muy sólido» incluso en «hipótesis 
más negativas del comportamiento de la economía».
 «Consideramos que está
 suficientemente blindado», con un rating del 10% que «ninguno
 supera». 
«Los cimientos del proyecto difícilmente pueden ser más 
sólidos que los que son», subrayó el máximo responsable de Unicaja, 
quien defendió que «no» contempla la «necesidad de inyectar más 
provisiones», concluye Medel.

 
 
