MURCIA.- El presidente del Colegio Oficial de Graduados Sociales de la 
Región de Murcia, José Ruiz, no cree que vaya a haber muchos despidos de
 aquí a final de año gracias al efecto de los Expedientes de Reglación 
Temporal de Empleo (ERTE), al buen funcionamiento de la agricultura y de
 la industria y al hecho de que en Navidad se espera un mayor dinamismo 
de la economía.
   
   Sin embargo, se ha mostrado convencido de que sí van a producirse 
extinciones de contratos a partir de enero, porque los empresarios que 
se habían acogido a un ERTE por limitación podrán empezar a despedir a 
partir de ese momento sin tener que devolver las deducciones a la 
Seguridad Social.
   De hecho, Ruiz ha advertido que varias empresas de su despacho 
profesional ya le han comunicado que van a ajustar ya sus plantillas en 
el momento que puedan. "No me dicen si van a extinguir el contrato de 
tres, de cuatro o de siete trabajadores, pero sí que me dicen que tienen
 que hacer un reajuste de plantilla", admite Ruiz, quien cree que esto 
se comenzará a producir a partir de enero, salvo que la situación se 
prorrogue en el tiempo.
   
    Ruiz también sospecha que esos despidos se producirán tarde o 
temprano porque hay empresas que están renunciando a la bonificación a 
la Seguridad Social, y eso "les obliga otra vez a mantener su plantilla 
durante los seis meses siguientes". Estos empresarios se preguntan quién
 les garantiza que en el momento en el que puedan abrir tengan trabajo 
para todos.
   "Porque, aunque venga la vacuna y abra la hostelería, no nos vamos
 a volcar todos a comer en un restaurante cerrado, sino que nos costará 
volver a la normalidad", según Ruiz. Por eso, destaca que las empresas 
prefieren acudir a un ERTE por fuerza mayor sin deducción, sabiendo que 
el día de mañana pueden tener la libertad de ajustar la plantilla sin 
devolver la bonificación.
   
   "Esta lectura es preocupante porque si el empresario piensa así, 
es que va a extinguir contratos en cuanto puedan", ha advertido Ruiz al ser preguntado por las restricciones 
adoptadas por el Gobierno regional para hacer frente a la pandemia, como
 el cierre perimetral y el cierre del sector de la hostelería.
   "Yo no soy un experto en microbiología ni en nada que se le 
parezca, pero sí soy un experto en cuanto a las consecuencias que tiene 
laboralmente", ha indicado Ruiz. Precisamente, ha señalado que la 
Dirección General de Trabajo anunció este jueves que se habían 
presentado 200 expedientes en solo dos días.
   
   "Teniendo en cuenta que afecta a toda la hostelería y que solo se 
les permite despachar comidas o cafés para llevar, está claro que la 
restricción es demasiado fuerte para un sector que está muy castigado 
ahora mismo", según el presidente de los Graduados Sociales.
   Ruiz gestiona en su despacho algunos negocios de hostelería que 
han tenido que mandar de nuevo trabajadores al ERTE "porque no tienen 
actividad". La repercusión, añade, es "terrible" porque están 
consumiendo ya paro de su prestación por desempleo, algo con lo que no 
había problema hasta el 30 de septiembre.
   
   En cambio, lamenta que, a partir del 1 de octubre, "se empieza a 
consumir desempleo" lo que, en un futuro, "va a ser un problema si al 
trabajador se le extingue el contrato en unos meses por despido". Y es 
que, sin perjuicio de que le paguen su indemnización, "va a tener menos 
prestación por desempleo".
 "Tal y como está el panorama, va a estar 
difícil que se vuelva a colocar", advierte Ruiz, porque la situación 
"tiene pinta de alargarse".
   Todo ello, añade, "sin perjuicio de las ayudas puestas en marcha 
por la Comunidad Autónoma", que representan un remedio "muy puntual" 
porque "una actividad económica no solo consiste en pagar la cuota de 
autónomo o de la Seguridad Social, sino que implica muchísimos gastos 
más".
   
   De todos los trabajadores que se han acogido a un ERTE, Ruiz 
señala que las empresas tienen que esperar seis meses tras 
reincorporarlos para poder despedirlos y no devolver las deducciones que
 han tenido en Seguridad Social. "Tendrán que acudir a la entidad 
bancaria para poder seguir pagando al trabajador, si no hay actividad 
suficiente", explica.
   Ruiz dice pasear por la ciudad de Murcia y ya percibe un escenario
 "terrible" en el comercio, porque hay establecimientos cerrando "cada 
día", algo que también sucede "en todos los municipios de la provincia".
 Ha lamentado que no hay ninguna solución factible porque "todos 
dependemos del informe de los expertos que asesoran al Gobierno regional
 y que son los que dicen las medidas que hay que tomar".
   
   Frente a ello, cree que "hay que apostar más fuerte por la 
hostelería y el turismo", porque es uno de los tres sectores básicos de 
la Comunidad junto a la agricultura, que "está funcionando muy bien"; y 
la industria, que está funcionando "bien" aunque la situación le está 
afectando.
   "La pata de la economía regional, la de la hostelería y el 
turismo, está fallando y está haciendo que muchos bares tradicionales de
 la Región estén cerrando definitivamente", según Ruiz, quien insta a 
hacer lo mismo que otros países europeos: "apostar muy fuerte por estos 
sectores y dar alguna subvención a fondo perdido que tendrá que ir con 
cargo al presupuesto de todos los murcianos".
   
   Y es que, si ese sector se termina de hundir, recuerda que 
arrastraría a 50.000 trabajadores, lo que representa un "verdadero 
disparate". A su juicio, la ayuda debería proceder de la Comunidad, del 
Ministerio de Trabajo y del de Seguridad Social, así como de la Hacienda
 Pública, que "tiene que hacer un esfuerzo.
   Además, cree que, si no se condonan, al menos "se deberían aplazar
 los impuestos, de forma que se puedan ir dilatando en el tiempo sin 
intereses". Solo de esa forma, añade, "darían un poco de cuello al 
empresario". Y es que recuerda que "la mayoría de bares y restaurantes 
son pequeñitos y quizá no están muy capitalizados", por lo que tienen 
dificultades "en cuanto pasan un mes sin vender".
   En la ciudad de Murcia se percibe que hay muchos bares con una 
ventana abierta en la que sirven café y despachan a domicilio. "Dentro 
hay una sola persona, a pesar de que la plantilla está compuesta a lo 
mejor por diez, por los que los nueve restantes están cobrando la 
prestación por desempleo, que se les puede agotar".
   Por otro lado, Ruiz ha percibido que muchos comercios del centro 
de Murcia están anunciando una liquidación por cierre, lo que quiere 
decir que la restricción perimetral les está afectando. En cambio, cada 
vez se están usando más las empresas grandes de paquetería como Amazon, 
que "han venido para quedarse" porque algunos grupos de edad "ya tienen 
muy claro que sus compras van a ser por internet" y los que son más 
mayores "nos hemos dado cuenta de que funciona fenomenal".
   El hecho de que desaparezca el comercio en el centro, va a 
convertir a las ciudades en urbes "muertas". Por eso, una asociación de 
comerciantes recién constituida está haciendo un llamamiento a todos los
 murcianos para que acudan a establecimientos de proximidad.
   A Ruiz le da miedo, especialmente, lo que va a pasar en cuanto se 
logre controlar la pandemia, porque supone un cambio "absoluto" en el 
sector de la hostelería, la industria o la agricultura "de la mano de la
 robotización o la inteligencia artificial". Se trata de algo que Ruiz 
ya está percibiendo entre los clientes de su despacho. "Esa robotización
 supone menos puestos de trabajo", explica.