Nunca una 
decisión (y menos un acuerdo forzado) de Pedro Sánchez, de los 
muchas que ha logrado sacar adelante durante sus cinco años de 
mandato desde que llegara a la presidencia del Gobierno, tras la 
moción de censura del 2018, ha concitado a tantas fuerzas 
políticas y sociales en su contra, incluso algunas procedentes 
de su propio partido, como la de Felipe González y la del manchego 
Emiliano-García-Page. Parafraseando a Unamuno en 1936: Será investido 
pero no convencerá.
La
 enumeración de colectivos que ha expresado su oposición a la amnistía 
pactada con los catalanes de Junts es ingente, y crece por momentos. 
Podría decirse incluso que la lista es excepcional, porque hasta ha 
conseguido que colectivos que tradicionalmente han estado enfrentados, 
se hayan unido en esta ocasión contra Sánchez por las cesiones 
prometidas a los independentistas para conseguir los siete votos que le 
hacen falta de Junts para poder permanecer en La Moncloa otra 
legislatura más.
Al rechazo de la sociedad civil española a la opción de Pedro Sánchez
 para seguir en el poder, se suman los medios internacionales, como en 
el caso del Wall Street Journal. Este da por hecho que la preferencia de
 Sánchez, aliándose con los independentistas catalanes y vascos, a 
quienes ha tenido que hacer concesiones a las que siempre se había 
negado, supone un mayor riesgo que el que habría supuesto un gobierno 
del centro y la derecha española.
El listado opositor a Sánchez es muy numeroso. Desde el Sindicato 
Unificado de la Policía (SUP) y la Asociación Unificada de Guardias 
Civiles (AUGC), que han participado este viernes en una concentración a 
las puertas de la Ciudad de la Justicia de Barcelona para protestar por 
la Ley de Amnistía y apoyar a los 45 agentes investigados por las cargas
 para impedir el referéndum del 1-O, a todas las asociaciones de jueces y
 fiscales, tanto conservadoras como progresistas, o los sindicatos de 
ADIF que han anunciado huelgas.
Lo ha hecho también la Asociación de Inspectores de Hacienda del 
Estado (IHE), para quien el pacto de investidura sellado por PSOE y 
Junts amenaza el principio de igualdad entre españoles y amenaza con 
generar “comunidades autónomas de primera y segunda”. O el sindicato de 
Inspectores de Trabajo y Seguridad Social, que traslada a la opinión 
pública su rechazo “frontal y absoluto” a los acuerdos entre Junts y el 
PSOE para la futura investidura de Pedro Sánchez, por lo que ellos 
consideran, supone “vulnerar” el principio de igualdad de la 
Constitución.
Según los inspectores de trabajo, el pacto pretende eliminar la 
obligación que encomienda el artículo 9.2 de la Constitución Española a 
los poderes públicos, para promover que la libertad e igualdad del 
individuo sean reales y efectivas y alertan de que “en definitiva” se 
trata de “un pacto que vulnera la legalidad vigente y supone la ruptura 
del régimen constitucional actual”.
A su vez, 79 jueces decanos de toda España han firmado un documento 
en el que rechazan las referencias al Lawfare o judicialización de la 
política y sus consecuencias en el acuerdo de investidura suscrito por 
el PSOE y Junts.
Así, los Decanos se adhieren al comunicado publicado este jueves día 
9, por las Asociaciones Judiciales, (Asociación Profesional para la 
Magistratura, Asociación Judicial Francisco de Vitoria, Juezas y Jueces 
para la Democracia y Foro Judicial Independiente), en el que criticaban 
esta idea.
Como se indica en el comunicado, "el texto del acuerdo alcanzado 
contiene explícitas referencias a la posibilidad de desarrollar 
comisiones de investigación en sede parlamentaria a fin de determinar la
 presencia de situaciones de judicialización de la política, con las 
consecuencias que, en su caso pudieran dar lugar a acciones de 
responsabilidad o modificaciones legislativas".
La patronal CEOE sube el tono de la crítica
También la patronal española, CEOE, que ha expresado en reiteradas 
ocasiones su rechazo a la amnistía, ha subido el tono de la crítica al 
conocer los detalles del acuerdo firmado entre los secretarios de 
organización del PSOE, Santos Cerdán y el secretario general de Junts, 
Jordi Turull, y ha convocado un Comité extraordinario ante la grave 
preocupación empresarial.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha convocado un Comité 
Ejecutivo extraordinario el próximo lunes, según trasladaba la patronal 
española en un comunicado, en el que explica que lo hace “ante la grave 
preocupación existente en el mundo empresarial” tras el acuerdo 
alcanzado por el PSOE con Junts en el marco de la investidura de Pedro 
Sánchez como presidente del Gobierno.
El comunicado de la CEOE llega después de haberse pronunciado en 
varias ocasiones en contra de la amnistía, contra la que también lo han 
hecho algunas de sus asociadas, como es el caso de la patronal 
madrileña, CEIM, que lo hizo el pasado miércoles.
Miembros de la patronal contactados por capitalmadrid.com aseguran 
que le han transmitido al presidente de la patronal que el mensaje a la 
sociedad española, en este caso, tiene que ser muy claro y rotundo 
contra la amnistía, advirtiéndole que no se puede hacer como hicieron 
con los indultos. En aquella ocasión inicialmente dijo: “si acaba en que
 las cosas se normalizan, bienvenidos sean”.
Aunque tras las críticas de muchos dirigentes empresariales trató de 
explicar que no había estado a favor de los mismos asegurando que “o no 
me expliqué bien o se me entendió mal, pero en ningún caso yo dije para 
nada que estaba apoyando los indultos”.
A todos estos colectivos se sumaban a última hora de la tarde del 
viernes decenas de abogados del Estado que rechazan el acuerdo de 
investidura. Más de un centenar de ellos rechazan el acuerdo porque 
supone “un ataque directo a la libertad, la justicia y la igualdad y 
quiebran el Estado de Derecho”.
Rechazan “la concesión de la amnistía a personas condenadas con las 
máximas garantías procesales y jurídicas, tras una instrucción y un 
enjuiciamiento impecables”. Como también lo hacen contra el acuerdo para
 la constitución de comisiones parlamentarias de investigación que 
suponen un “ataque inaceptable a la independencia del Poder Judicial y 
una injerencia contraria al principio de separación de poderes, y que 
buscan ampliaciones indefinidas del ámbito subjetivo de la prevista Ley 
de Amnistía”.
Preocupación en el mundo financiero internacional
Esta preocupación por parte de la sociedad civil se traslada también a
 los medios internacionales, como es el caso de uno de los más 
influyentes medios en el ámbito financiero internacional, el Wall Street
 Journal, que dedica un editorial a la situación que atraviesa España 
con el titular: “El primer ministro de España juega con el separatismo”.
El diario neoyorquino afirma en el primer párrafo, que, después del 
miedo que se generó en España ante la posibilidad de que Vox entrara en 
el Gobierno, ahora la alternativa podría ser peor. Así textualmente se 
pregunta: “¿Recuerdas el verano pasado cuando todos tenían miedo de que 
un partido de extrema derecha pudiera hacerlo bien en las elecciones 
españolas y poner en peligro a España y la Unión Europea?” para 
responderse: “Bueno, ahora parece que la alternativa era peor, después 
de que el jueves el primer ministro Pedro Sánchez cerrara un acuerdo con
 separatistas regionales para permanecer en el poder".
Interpreta el Wall Street Journal que España lleva sufriendo ya unos 
meses de incertidumbre política desde las elecciones de julio en las que
 “el Partido Popular de centro-derecha liderado por Alberto Núñez Feijóo
 fue el gran ganador, pero los partidos de derecha no lograron obtener 
suficientes escaños en total para formar un Gobierno de coalición. Esto 
se debió en parte a que los votantes rechazaron al partido Vox, más a la
 derecha del PP, en medio de una campaña mediática global advirtiendo de
 que el partido era reaccionario en política social y una amenaza para 
la posición de España en la UE”.
Las estimaciones del alcance que podría tener la ley de amnistía no 
son menores, según el diario estadounidense, para quien “los 
separatistas exigieron un alto precio por su apoyo. La cuestión central 
es una amnistía para todos los involucrados en el referéndum de 
independencia catalán ilegal en 2017. La amnistía también podría incluir
 a aquellos acusados de actividades separatistas ilegales antes y desde 
entonces, una lista que podría superar fácilmente las 1.000 personas”.
El acuerdo, escribe WSJ, “está creando malestar en España, con una 
larga historia de separatismo regional y donde la unidad nacional es un 
tema político poderoso”.  El diario también recoge que está creando 
“problemas para la UE”. Y concluye el editorial diciendo que “el partido
 español Vox ha provocado ardor de estómago en toda Europa porque sus 
políticas conservadoras no están en sintonía con la cultura convencional
 liberal de Bruselas. Pero esos desacuerdos políticos no son una amenaza
 para la democracia. Lo que podría serlo, en España, es un partido de 
izquierdas dispuesto a negociar con el Estado de Derecho”.
No menos alarmante es la advertencia que lanza desde su primera 
página otra gran publicación como es la agencia Bloomberg, en su 
artículo titulado “El futuro de España depende de la capacidad de 
Sánchez para controlar a los nuevos socios catalanes. El presidente del 
Gobierno ha prometido amnistías para cientos de separatistas para 
conseguir un tercer mandato, lo que ha indignado a los conservadores 
españoles”. 
En su análisis, el grupo de quien fuera el alcalde de Nueva 
York, advierte de que “el riesgo es que Sánchez sumerja a España en una 
crisis constitucional o algo peor”.  El autor de la crónica da muestras 
de conocer muy bien a Pedro Sánchez, de quien dice en el primer párrafo 
de su análisis, que “ha pasado la mayor parte de su carrera política en 
la cuerda floja y se juega el futuro de España en su capacidad para 
hacer otro escandaloso ejercicio de equilibrismo”.
García-Page reitera que recurrirá las cesiones de Sánchez a 
Puigdemont y Lambán advierte de que el pacto "socava la autoridad moral 
del Estado y da alas al independentismo"
De nuevo este viernes se han vuelto a hacer notar las dos voces 
discrepantes entre los actuales dirigentes del PSOE, el castellano 
manchego, Emiliano García-Page y el aragonés Lambán.
El presidente de Castilla-La Mancha reiteraba que recurrirá las 
cesiones que el PSOE se ha comprometido a hacer a instancias de Carles 
Puigdemont a cambio del apoyo de los siete diputados de Junts a la 
investidura de Pedro Sánchez con referencias directas a los dos 
principales dirigentes de ambos partidos.
Page ha advertido de que “lo peor que nos puede pasar es que el ansia
 por gobernar se convierta en otorgarle la capacidad de decisión a quien
 tiene ya una decisión previamente tomada, que es la de acabar con la 
Constitución y la unidad de España. No lo vamos a permitir”.
El líder socialista castellano-manchego, ha recordado que él se sigue
 oponiendo a la amnistía a los implicados en el referéndum ilegal de 
independencia en Cataluña, porque “significa borrar un delito sin que se
 haya rendido cuentas”, pero ha advertido que el pacto que se ha 
rubricado en Bruselas es “algo peor”, porque es “un intento de 
reescribir lo que pasó”.
 Y añade: “discrepo por completo del relato que 
se planteó ayer en los acuerdos políticos, es falso. Puigdemont es 
culpable, no es víctima de nada”.
En alusión directa a Sánchez y Puigdemont, García-Page ha dicho que 
“lo que vi ayer es mucha necesidad, por un lado, de gobernar y, por otro
 lado, de librarse de la cárcel, mucha necesidad y ninguna virtud”. Para
 concluir “si hay que ejercer recurso, lo haré; si hay que plantear 
batalla, lo haremos, pero no vamos a pasar por que se haga una relectura
 de la Constitución española”.
Por su parte, Javier Lambán, secretario general del PSOE en Aragón, 
expresidente de esta Comunidad y senador en la actualidad, ha expresado 
que el pacto con Junts “socava la autoridad política y moral del Estado y
 da alas al independentismo”. Ha recordado que siempre ha manifestado su
 posición sobre la amnistía, que “no es una buena solución y no hay una 
mayoría progresista, no es constitucional y no tiene encaje político”.
Para el actual senador socialista, dicho acuerdo no solo no resuelve 
el problema de Cataluña, sino que crea “uno nuevo en España” al abrir 
una etapa de inestabilidad política. En su opinión, los independentistas
 han dejado claro que quieren marcar la agenda del Gobierno y tienen los
 votos para ello.
Dudas sobre la legislatura
A pesar de todas las cesiones explícitas e implícitas de los acuerdos
 firmados por el PSOE con los independentistas, fuentes socialistas, 
admiten que no se puede saber cuánto va a durar la actual legislatura si
 finalmente es investido el próximo jueves Pedro Sánchez.
 Calculan que 
la Ley de amnistía podría retrasarse en entrar en vigor hasta dos años y
 que el Partido Popular podrá retener su aprobación en el Senado hasta 
un año. Otro año más, como mínimo, tardaría el Constitucional en emitir 
su decisión. 
En esos dos años la Justicia Europea puede haber dejado la 
puerta definitivamente abierta para que sea extraditado Puigdemont, lo 
que podría echar por tierra una parte de los acuerdos, abriendo la 
posibilidad de que el líder de Junts entrara en la cárcel, lo que ha 
pretendido evitar a toda costa en sus seis años de prófugo. La idea de 
la cárcel no le deja dormir.
¿Por cuánto tiempo podría permanecer en ese caso el apoyo de 
Puigdemont al Gobierno? El líder prófugo de la justicia española, 
residente en Waterloo, sabe que no tiene todavía garantizado que no se 
le pueda extraditar y, durante dos años, más vivirá en la intranquilidad
 permanente. 
Compleja situación la que vive la política española, con el
 agravante de que la oposición española no ha dado muestras de tener 
ideas claras de cómo actuar en este caso. Feijóo venía para gobernar y 
no se ha hecho todavía al papel de líder de la oposición, pese a la 
gravedad del momento, situación que el Wall Street Journal califica de 
seria amenaza para la democracia española.
 
(*) Periodista