En su discurso tras su 
toma de posesión, celebrada en el Palacio del Almudí de la capital murciana,
 Martínez Moya ha trasladado su compromiso con los ciudadanos, con el 
Poder Judicial, los trabajadores de la Administración de Justicia y 
con los colectivos profesionales que colaboran; a éstos dos últimos les 
ha brindado la posibilidad de diálogo.
Tras advertir que la 
"normalidad institucional es un valor precioso que concierne preservar",
 ha detallado los cuatro compromisos por los que ha apostado para 
reclamar, finalmente, de todos los agentes sociales "respeto 
institucional para la delicada y compleja labor que llevan a cabo los 
juzgados y tribunales".
Ha pedido que no se olvide que la Justicia
 "cumple el rol fundamental en las sociedades contemporáneas, al ser el 
juez quien recuerda a la nación o al simple ciudadano las promesas que 
se hizo a sí misma".
En su papel de garantes y guardianes, ha 
dicho asumir el cargo con vocación de servicio, reiterando nuevamente el
 compromiso de los tribunales murcianos "con la independencia, la 
aplicación imparcial de la Ley y la defensa de los derechos de todos; 
sin otras agendas ni otros ritmos que los que imponen las leyes 
procesales o lo que puedan derivarse de la complejidad de los asuntos y 
la endémica falta de medios de la Administración de la Justicia".
Reconoce
 Pascual del Riquelme que la tarea es "enorme" y los recursos 
"limitados", por lo que ha adoptado la responsabilidad a partir de ahora
 de "identificar las necesidades y reclamar los medios necesarios", así 
como a "explotar al máximo los que ya tenemos y contribuir a superar las
 ineficiencias que subsisten en la organización, ya que la Justicia está
 llamada a escuchar y está obligada a explicarse".
Su segundo 
compromiso, ha continuado, es con el Poder Judicial, "de lealtad 
institucional por un lado, y de sensibilidad a las preocupaciones de los
 jueces y magistrados de la Región por otro".
Por tanto, ha dicho 
asumir como prioridad "apoyar a los órganos judiciales que padezcan 
sobrecarga de asuntos". Especialmente en aquellos temas que más ocupan y
 preocupan a los ciudadanos, "bien porque pongan en riesgo nuestra 
convivencia, afecten a la normalidad institucional, o se ceben con los 
grupos más desfavorecidos o en riesgo de exclusión social".
Tras 
lo que ha pedido, "desde el reconocimiento al enorme y diario esfuerzo 
que realizan los jueces y magistrados de esta Región", su 
"imprescindible complicidad en la búsqueda de nuevas formas de trabajo y
 organización que nos permitan optimizar el siempre escaso recurso 
judicial" porque "sería soberbia hacer con más lo que se puede hacer con
 menos".
Su tercer compromiso es "con todos los que trabajan 
dentro de la Administración de Justicia", jueces, fiscales, secretarios 
judiciales, forenses, funcionarios, equipos técnicos, personal laboral y
 de apoyo.
En su opinión, "todos los que trabajamos en el sector 
público estamos obligados a adaptar nuestras viejas rutinas de trabajo a
 las cambiantes exigencias y circunstancias de nuestra sociedad, por 
perturbadores que nos resulten los cambios y nuestra Administración de 
Justicia exige, probablemente más que ninguna otra, cambios 
trascendentales que poco a poco -demasiado poco a poco-, se van 
acometiendo".
Tras lo que ha ofrecido a todos su compromiso por el
 diálogo, y "apuesta decidida por la innovación, la modernización y la 
mejora continuas porque la utopía de hoy puede y debe ser la realidad de
 mañana".
El cuarto y último de sus compromisos es con los 
colectivos profesionales que colaboran o interactúan con la 
Administración de Justicia, a quienes ofrece "escucha, diálogo y 
colaboración" e invita "a sentirse parte, porque lo son, del sistema de 
Justicia".
 "Un sistema de Justicia que solo con la implicación de todos 
podrá responder a los importantes retos que tiene planteados", ha 
añadido.
Ha pedido actuar "con responsabilidad como procesadores 
de las demandas sociales", teniendo en cuenta que la Administración de 
Justicia "es un instrumento para la cohesión y la pacificación social, 
pero no el único y, a veces, tampoco el más adecuado ni el más eficaz".
"Todos
 debemos hacer un esfuerzo por sondear las posibilidades, casi 
inexploradas en España de los medios alternos de resolución de 
conflictos, y muy específicamente, de la mediación" porque "todos los 
conflictos contienen en su interior tanto la semilla de la confrontación
 y la destrucción, como la del diálogo y la colaboración".
 "Solo de 
nosotros depende cuál germine", ha enfatizado.
Para terminar, ha 
hecho referencia a la actual crisis, que "ha traído muchas cosas 
terribles a la sociedad pero nos ofrece también oportunidades de mejora y
 de trabajo colectivo que no podemos desaprovechar".
A su juicio, 
"cada uno en nuestro ámbito de responsabilidad debemos resistirnos a que
 nuestro sistema institucional termine sembrado de las esperanzas 
defraudadas de nuestros conciudadanos. En lo que a mí respecta, espero 
estar a la altura del reto".
Por
 su parte, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del 
Poder Judicial, Carlos Lesmes, que ha asistido a este acto, ha destacado
 que los jueces "somos servidores públicos conscientes de los anhelos y 
preocupaciones de la sociedad".
 "Queremos que la carrera judicial sea 
ejemplar para solucionar las controversias para lograr una sociedad más 
justa e igualitaria", ha señalado.
El presidente del TSJ, según 
Lesmes, es en primer lugar "un servidor público al servicio de todos; de
 los jueces, de las personas que trabajan en la Administración de 
Justicia y de toda la sociedad murciana".
Lesmes ha alabado al 
presidente del TSJ saliente, Juan Martínez Moya, que a partir de ahora 
le acompañará "en la travesía de Consejo General del Poder Judicial 
(CGPJ)". Ha rememorado y ensalzado su trayectoria, desde que ingresó en 
la carrera judicial con 23 años y, solo dos años después, ya era 
magistrado.
En este sentido, el presidente del Tribunal Supremo y 
del Consejo General del Poder Judicial ha recordado que el despacho de 
Martínez Moya es un despacho "vivido", en el sentido de que ha estado 
siempre "accesible y dispuesto a ayudar a personas, incluso, en 
situación de auténticamente penosa".
Asimismo, ha alabado que 
Martínez Moya deja atrás un despacho "lleno de libros también vividos", y
 ha defendido que los jueces "deben mostrar viva la inquietud y su 
formación".
Lesmes ha parafraseado al escritor y diplomático Diego
 de Saavedra Fajardo: "con el trabajo todo se consigue", y ha vuelto a 
referirse a Martínez Moya, a quien a definido como un hombre "laborioso,
 implacable e íntegro como se exige a los jueces".
Respecto al 
nuevo presidente, considera que es "un hombre de paz, formado en la 
mediación", definiéndola como una persona con "cualidades para el 
diálogo y negociación". 
Precisamente a través del diálogo y la 
negociación "podría conseguir que lo pequeño se haga grande y se 
preserve lo grande", de manera que "su éxito será el éxito de todos 
nosotros".