MADRID.- El exdirector de empresas de la Caja de 
Ahorros del Mediterráneo (CAM) Daniel Gil abandonará la prisión 
madrileña de Soto del Real en las próximas horas tras abonar la fianza 
de 400.000 euros que le impuso este jueves el juez de la Audiencia 
Nacional Javier Gómez Bermúdez que le acusa de fomentar la concesión de 
préstamos de la caja a una empresa hotelera que desviaba después sus 
beneficios al paraíso fiscal de Curaçao.
   El magistrado envió también a prisión eludible con fianza, en este
 caso de millón y medio de euros, al exdirector general de la caja 
Roberto López Abad. Imputa a los dos ex altos cargos la comisión de 
delitos contra la Hacienda Pública, falsedad documental y contable, 
administración desleal y apropiación indebida.
   Gómez Bermúdez ha impuesto a Gil la obligación de comparecer 
quincenalmente en los juzgados más cercanos a su domicilio. Le ha 
prohibido, además, abandonar el territorio nacional y ha ordenado la 
retirada de su pasaporte.
   Ambos defraudaron en colaboración con dos empresarios alicantinos y
 otros dos exdirectivos de la caja una cantidad de "cierta relevancia" a
 través de un entramado de empresas hoteleras, encabezado por la 
sociedad Valfensal, que desvió unos beneficios de 247 millones de euros a
 Curaçao.
Según explicaba el juez en los dos autos en los que dictó el 
encarcelamiento, en los últimos nueve ejercicios tributarios ambos 
empresarios habrían estado eludiendo el pago de impuestos, situando la 
mayor parte de los beneficios en territorio antillano. Como mínimo, en 
los ejercicios 2009, 2010 y 2011, el dinero defraudado superaría los 
cinco millones de euros.
   Gómez Bermúdez ha tomado declaración este viernes al abogado Jaime
 Escrivá, empleado del despacho de abogados Garrigues y que asesoró a 
los implicados en la trama defraudadora para la creación de la 
estructura fiscal. El letrado ha quedado en libertad sin que el juez le 
impute ningún delito, han informado fuentes jurídicas.
 
