Aún no se conoce al
 detalle las intenciones del Ejecutivo murciano o el calendario 
previsto, aunque dicha modificación de la ley electoral no implicaría 
tocar el Estatuto de Autonomía. Bastaría con la actual mayoría absoluta 
del PP en la Asamblea Regional, lo que haría posible su entrada en vigor
 antes de las elecciones municipales y autonómicas de 2015. Facilitaría 
así en gran medida que el PP conservara su mayoría en detrimento de los 
grupos políticos más pequeños.
 Si se repetiese el 
resultado de las elecciones europeas de mayo, con la atual ley, el PP 
perdería la mayoría absoluta. Con esta reforma, si se mantiene como el 
partido más votado, podría mantener la mayoría absoluta incluso aunque 
quede por debajo del 40% de los votos. El porcentaje exacto, que aún no 
se puede calcular, dependerá del número definitivo de distritos 
electorales.
 La noticia fue adelantada por el diario 
La Verdad, que situó el origen de la propuesta en un seminario celebrado
 en San Javier hace un mes. Además del actual presidente de Murcia, 
Alberto Garre, y del expresidente regional y presidente del PP murciano,
 Ramón Luis Valcárcel, también participaron el diputado Vicente 
Martínez-Pujalte y varios dirigentes del partido. En dicha reunión, 
Valcárcel planteó a sus compañeros la posibilidad de llevar a cabo una 
modificación de la ley electoral regional para aumentar el número de 
circunscripciones de la provincia, con el argumento de "acortar las 
distancias entre los representantes y los representados". La idea del PP
 regional ha saltado a la luz en pleno debate público sobre la elección 
directa de alcaldes que propone el Gobierno de Rajoy.
 Fuentes del PP murciano han admitido a
 eldiario.es que se "están 
planteando una serie de iniciativas para llevar a cabo una importante 
regeneración de la vida democrática, como puede ser la elección directa 
de alcaldes, la reducción del número de aforados, la limitación de 
mandatos o las nuevas circunscripciones electorales, entre otras 
propuestas que buscan acercar la actividad política al ciudadano de una 
forma honesta y transparente". Añaden que a día de hoy "todas ellas 
están en estudio, sin existir aún ninguna decisión al respecto". 
 "Lo que se desea es debatir y consensuar con las restantes fuerzas 
políticas su aprobación y aplicación, dentro siempre de los cauces 
legales establecidos", concluyen. 
 Sin embargo, los 
demás partidos aún no saben nada oficialmente de estos planes. De 
momento, el PP ha dejado al margen a la Comisión Especial Parlamentaria 
que se creó hace año y medio en la Asamblea Regional, y que tenía como 
fin estudiar la reforma de la Ley Electoral de Murcia para mejorar la 
representatividad y consensuarla entre todos los grupos.
 Actualmente el PP tiene 33 de los 45 escaños de la Asamblea Regional, 
gracias al récord de votos obtenidos en las últimas elecciones 
autonómicas, las de 2011, en las que recibió la confianza del 59% del 
electorado murciano. Sin embargo, en las pasadas elecciones europeas 
sufrió un retroceso histórico y se quedó en el 37,4% de los votos; un 
resultado que, de repetirse en las próximas autonómicas, les dejaría sin
 mayoría absoluta con la actual ley electoral. 
Un ley electoral muy singular
 Descontadas las islas, actualmente sólo hay dos comunidades autónomas 
uniprovinciales que estén divididas en diferentes circunscripciones: 
Asturias, que cuenta con tres –occidental, central y oriental-, y 
Murcia, que por ahora mantiene las cinco circunscripciones que 
estableció una disposición adicional de su Estatuto de Autonomía en 
1982, con el fin de regular sus primeros comicios autonómicos. 
 El Estatuto reflejó así un acuerdo preautonómico que tenía la vista 
puesta en una futura división comarcal, y dejó en manos de una ley 
posterior el resto de pormenores electorales. Aunque la división 
comarcal finalmente no se llevó a cabo, las cinco circunscripciones se 
quedaron.
 La Ley 2/1987 Electoral de la Región de 
Murcia que ahora se pretende modificar se basa en la ley D'Hont y recoge
 esas cinco circunscripciones, en las cuales se agrupa a varios 
municipios. Los 45 diputados de la Asamblea Regional se reparten de 
manera proporcional según la población de cada una de las 
circunscripciones, y de ese modo, a la de Murcia, con medio millón de 
habitantes, le corresponden 21 escaños; a la de Cartagena, con 227.000 
habitantes, se le asignan 10 escaños; la de Lorca-Guadalentín, con 
143.000 habitantes, tiene 7 escaños; a la del Noroeste, con 71.000 
habitantes, le corresponden 4 diputados; y al Altiplano, con 41.000 
habitantes, se le asignan 3 diputados. 
 El sistema 
favorece a los grandes partidos y dificulta el acceso a la Asamblea de 
los partidos pequeños. Con la ley actual, Murcia tiene tantos distritos 
electorales como Castilla-La Mancha. Con la nueva ley, podría 
convertirse en la autonomía con más circunscripciones electorales de 
toda España, por encima de Castilla y León o Andalucía, que tienen 
respectivamente nueve y ocho, una por provincia. 
 Cuanto mayor sea el número de distritos electorales, más difícil será para los partidos pequeños. En 
 las últimas elecciones autonómicas de Murcia,
 el PP consiguió 33 escaños con 382.569 votos: de media cada diputado le
 costó 11.593 votos. Mientras tanto, IU solo se llevó un único escaño en
 el Parlamento regional, a pesar de lograr 50.913 votos. UPyD, con 
29.236 votos, se quedó fuera. 
 De materializarse la 
reforma de la ley electoral, cada circunscripción se dividirá en otras 
aún más pequeñas beneficiando todavía más a las grandes formaciones, y 
en especial, a la lista más votada.