MURCIA.- La candidata de Podemos-Equo a la Asamblea Regional en las próximas 
elecciones del 26 de mayo, la lorquina María Giménez Casalduero, responde a las 
preguntas de 'Agrodiario.com' sobre temas actuales relacionados con 
agricultura, agua, ganadería y pesca.
●  ¿Qué medidas tomaría usted si llega a la Asamblea Regional para afrontar la puesta en marcha de la nueva Política Agraria Común?
La
 reforma de la PAC no está ni mucho menos cerrada. Queda un largo camino
 en el que se tienen que poner de acuerdo el futuro Parlamento Europeo 
que salga de las elecciones, la Futura Comisión Europea, y el Consejo de
 Ministros, en el cual el Ministerio de Agricultura de España tendrá que
 pelear un presupuesto adecuado para España sin recortes y las reformas 
que necesita la PAC. En este sentido, necesitamos una buena articulación
 de intereses entre el Gobierno de la Región de Murcia, el Gobierno de 
España y nuestros futuros representantes en el Parlamento Europeo. Todo 
ello será mucho fácil si Podemos entra en el gobierno autonómico después
 del próximo 26 de mayo.
A lo largo de la próxima 
legislatura hay que elaborar el Plan Estratégico Nacional de la PAC que 
responda a las necesidades de cada territorio y nuestra región tendrá 
que defender bien nuestros intereses. Desde Podemos-Equo apostamos por 
construir un frente coordinado desde la Región de Murcia junto con otras
 CC.AA como la C. Valenciana, o Baleares, para conseguir reformas en la 
PAC sobre aspectos que nos son comunes. La agricultura murciana se ha 
visto castigada históricamente por una PAC diseñada para las 
producciones continentales. La agricultura mediterránea apenas se 
beneficia de la PAC. 
En Murcia, más del 45% de los 
perceptores de pago básico reciben menos de 1.250 euros al año, y, sin 
embargo, mantienen producciones hortícolas que generan empleo y riqueza.
 Además, tenemos que trabajar para eliminar el sistema de reparto basado
 en derechos históricos y que es lo que genera una distribución injusta 
de la PAC. Hace unos meses, 14 de las 17 CCAA apoyaron la propuesta de 
eliminación de los derechos históricos. Tan solo Andalucía la defiende 
claramente. En este asunto no podemos flaquear. Si las ayudas directas 
de la PAC tienen como principal objetivo compensar las rentas agrarias, 
ya es hora de que abordemos este tema con seriedad. 
Deberíamos
 darnos igual que la ayuda compensara a un agricultor que produce, 
fruta, hortalizas, o carne o cereal. Hay marco suficiente en los 
reglamentos de la PAC para pelear la eliminación de este sistema de 
derechos históricos y sustituirlo por un sistema de derechos que se 
actualice con la producción real. Es posible hacerlo, insisto, si nos 
ponemos de acuerdo en el plano nacional y en coordinación con las CCAA.
Nos
 preocupa mucho el Régimen de Frutas y Hortalizas, una nueva regulación 
de las OPFHs y que haya una dotación suficiente para los Programas 
Operativos. Además, nosotros estamos reclamando la necesidad de 
fortalecer los instrumentos de regulación de mercados, sobre todo de 
gestión de la oferta y los instrumentos anticrisis y es evidente que lo 
que hay ahora no es suficiente, ni es eficaz. Para nosotros y sabemos 
que también para las organizaciones agrarias, es esencial ser más 
exigente con la constitución de las OPFHs. Es necesario aumentar el 
número de socios necesarios y el volumen de producción que aglutinan, 
precisamente para evitar falsas organizaciones cazasubvenciones, y que 
estas acaben en manos de almacenistas o de empresas sin base social 
productiva. 
Por otra parte, vamos a pelear por 
unas ayudas asociadas que incluyan los sectores productivos que para 
nosotros son importantes y queremos revisar esto con el propio sector. 
Es importante una ayuda asociada justa para el caprino y el ovino, así 
como para los frutos de cáscara.
Si hay una 
prioridad para Podemos-Equo en la Región de Murcia es toda la parte 
verde de la PAC. Tenemos que aprovechar la futura PAC para apoyar la 
transición ecológica de nuestro modelo de producción agraria. Debemos 
buscar la manera de que la condicionalidad ambiental sirva a los 
objetivos ambientales básicos y debería ser obligatoria, pero además, 
tenemos la oportunidad de utilizar los EcoEsquemas, un instrumento que 
tiene que seguir siendo voluntario, pero tenemos que pensar que 
Ecoesquemas son importantes para nuestra región, y evidentemente podrían
 estar relacionados con tres cuestiones; ahorro y eficiencia en el uso 
del agua, economía circular, y porqué no, pensar un Ecoesquema a nivel 
nacional de apoyo al secano.
No quiero dejar de 
citar otra de las cuestiones más importantes para Murcia, el II Pilar de
 la PAC de Desarrollo Rural. A nuestra región le interesa poder destinar
 un porcentaje mayor al Desarrollo Rural, porque con ello se financia la
 incorporación de jóvenes, la mejora de estructuras agrarias, la 
eficiencia en el riego, las industrias agroalimentarias, el Programa 
Leader. El problema es que hasta ahora la cofinanciación para nuestra 
región con los gobiernos del PP ha sido muy costosa. Tenemos que buscar 
fórmulas para poder actuar e invertir los fondos de desarrollo rural con
 agilidad, y volver a una relación de cofinanciación de 50%-50%. 
Actualmente el 70% lo pone la Comunidad Autónoma y el 30% el Estado, y 
ni siquiera cumple y este cambio fue decidido sin más por el gobierno de
 Rajoy. 
Por último, desde Podemos-Equo estamos 
planteando introducir la condicionalidad también social de las ayudas. 
Un empresario agrícola que incumpla la normativa laboral, no puede 
cobrar ayudas públicas. Las condiciones laborales en el campo son 
dramáticas, hay que acabar con los abusos y entender que el eslabón del 
trabajador agrícola también forma parte de la cadena alimentaria, que 
sus derechos deben ser respetados para que el conjunto de la cadena 
funcione de manera transparente. 
- Desde su punto de vista, ¿cómo cree que afectará la economía agropecuaria la posible entrada en vigor del Brexit?
El
 sector agropecuario de todo el país, pero especialmente de nuestra 
región está muy expuesto al Brexit. El Reino Unido es un cliente 
importantísimo para nuestros agricultores y agricultoras y nuestras 
empresas. El mercado británico representa aproximadamente el 16,1% de 
nuestras ventas de hortalizas al exterior (815,96 millones de euros) y 
el 12,9% del total de las frutas exportadas (951,50 millones de euros) 
Por lo tanto, comprendemos perfectamente la preocupación de nuestros 
productores, y nuestra región debería estar muy ocupada en este tema, 
para en la medida de lo posible, poder parar los efectos. 
En
 el corto plazo, la devaluación de la libra frente al euro representará 
seguro la reducción de las exportaciones procedentes de la zona euro. La
 devaluación de la libra significa una disminución del poder adquisitivo
 de los británicos y, por lo tanto, buscarán presionar a la baja los 
precios de los productos que importen buscando mercados más baratos. En 
el medio plazo, las normas británicas sobre ciertos aspectos de 
alimentación son más exigentes que las de la UE, por lo tanto, nuestras 
exportaciones se verán obligadas a adaptarse a cuestiones como el 
rechazo a los organismos genéticamente modificados y también a los 
productos tratados con ciertos fitosanitarios no permitidos. Esto lo 
saben bien las grandes empresas agroexportadoras ubicadas en el Campo de
 Cartagena por ejemplo, el consumidor europeo exige respeto a la 
normativa ambiental y es minucioso buscando productos ecológicos. 
¿Qué
 hacer? Crear un servicio de apoyo a las empresas y cooperativas 
agrarias que exportan para poder hacer frente a la adaptación que van a 
necesitar a nivel de controles y documentación.
●  Para
 su partido político, ¿qué importancia tiene el modelo productivo 
agroalimentario y ganadero como peso específico en la balanza comercial?
 
Fundamental. Al margen del enorme peso en el 
conjunto de la economía de la Región, es un sector cuya extensión 
beneficia a todo el conjunto del territorio. Debemos mirar al sector 
agroalimentario en su conjunto, en el que hay trabajadores por cuenta 
ajena, productores y productoras, pequeñas empresas agroalimentarias 
artesanales, cooperativas agroalimentarias, almacenes, industrias, 
comercio, etc. Es decir, una de las cosas positivas del sector 
agroalimentario es la potencialidad que tiene para extender los 
beneficios a toda la sociedad. 
Para ello lo 
fundamental es que la cadena alimentaria funcione de manera justa y 
transparente para todos. Los productores deben recibir un precio justo 
que cubra los costes de producción y la rentabilidad, los trabajadores 
un salario digno, la industria debe tener sus márgenes, y así 
sucesivamente. Ahí es donde tenemos que poner el foco. Existen sectores 
con el de las hortalizas con un alto grado de articulación, pero en el 
cual se producen desequilibrios graves en perjuicio de trabajadores, 
agricultores y consumidores, y habrá que reequilibrar, pero tenemos 
otros sectores como el de los frutos secos, donde casi está todo por 
hacer, al igual que el sector del caprino. 
Estamos en 
condiciones de apoyar la articulación de la agricultura ecológica que 
tiene mucho futuro en nuestra región, y que necesita apoyo para 
estructurar mercados de proximidad y cercanía o para promocionar sus 
productos. Finalmente, sin duda otros sectores como por ejemplo el del 
porcino, deberán someterse a una evaluación seria para planificar el 
sector y determinar si es necesario aplicar una moratoria en su 
expansión. 
Por otra parte, somos firmes defensores
 del modelo de las cooperativas agroalimentarias. Por su papel evidente 
en la vertebración y activación económica del medio rural, se trata de 
un sector empresarial nacional, de corte social, que da soporte al 
modelo de agricultura familiar y social que reivindicamos, y que es el 
que mejor puede apoyar a la modernización y viabilidad de la explotación
 agraria. 
La consolidación del modelo cooperativo, 
debe hacerse sobre la base de un mayor empoderamiento de los 
agricultores y agricultoras socios de las cooperativas, garantizando la 
democracia en las estructuras, mayor participación de las mujeres, 
relevo generacional en las cooperativas, y desde luego, y gestión 
económica y comercial de las cooperativas que garanticen su viabilidad. 
La competencia autonómica nos permite revisar la legislación para 
favorecer la integración comercial entre las cooperativas, y también 
para desarrollar otras fórmulas como las cooperativas rurales 
multiservicio o las micro cooperativas. 
●  ¿Cómo 
ve su partido los asaltos a transportistas durante sus viajes a los 
mercados internacionales y, como consecuencia, la pérdida de millones de
 euros para las empresas? ¿Cuál podría ser la solución?
Este
 tipo de acciones no son tolerables. Pero, me va a permitir decirle que 
hay un error en la pregunta que es muy importante para abordar este 
tema.  El mercado europeo es el mercado interior. Si apostamos por 
Europa, el mercado interior de referencia, y que debe funcionar es el 
mercado europeo. No podemos seguir confundiendo este asunto. Para que 
funcione el mercado interior, las normas fitosanitarias, 
medioambientales, laborales, etc., deben ser similares, si no, se 
producen desequilibrios internos que pueden generar incluso competencias
 desleales dentro de la Unión Europea.  Lo grave es que sabemos que 
existen y es difícil de solucionar de un día para otro. 
Nosotros
 tenemos claro que el sector agropecuario no es un sector cualquiera, 
sino que tienen ciertas características que hacen que sea más vulnerable
 que otros, y que, por lo tanto, las normas de competencia se apliquen 
de manera especial. A mi me gustaría saber que percepción tienen los 
agricultores franceses, o italianos cuando vuelcan nuestros camiones en 
frontera. Yo me imagino que deben pensar que tenemos menos controles en 
los productos fitosanitarios, o que los salarios de los trabajadores son
 más bajos, y por ahí, y ante la frustración de no poder vender sus 
productos acaban cometiendo tropelías de este tipo. No estoy 
justificando, solo estoy explicando lo que sucede. 
Por
 ejemplo, hay una cuestión formal muy concreta. La “venta a resultas” Es
 decir, un productor vende sus ciruelas sin precio prefijado, y recibirá
 el precio final, en función del precio que logre conseguir una vez 
coloque el producto. Esto es ilegal. Va contra la Ley 12/2013 de la 
cadena alimentaria, pero se sigue produciendo y de forma masiva en 
algunas producciones y es muy difícil perseguirlo, salvo que alguien en 
destino o en frontera pidiera el contrato. Como esto ya no es posible 
hacerlo en las fronteras europeas, pues se pueden generar todo tipo de 
situaciones.
¿Soluciones? Más Europa, pero de la 
buena. La Unión Europea debería poner más empeño en fortalecer la acción
 de la Comisión de Mercado Interior. Debería haber mucho mayor esfuerzo 
en establecer las condiciones comunes, una forma más sencilla de 
demostrar la trazabilidad de toda la producción, generalizar los 
contratos por escrito en el comercio agrario, y perseguir la ausencia de
 estos contratos. 
●  Los agricultores murcianos, 
al igual que los de otras zonas del Levante mediterráneo, se están 
viendo afectados ante las restricciones al uso de fitosanitarios en los 
cultivos menores para el control de enfermedades mientras que en otros 
países esto no ocurre. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Es
 claro que la competencia para evaluar y autorizar los productos 
fitosanitarios es del Estado, quien, a su vez, la aplica en función de 
las normas europeas. Tiene que ver con la cuestión anterior, para 
nosotros es importante fortalecer los estándares ambientales y de salud 
en la producción – no solo agraria sino en todos los sectores. Por lo 
tanto, la solución no está en rebajar las exigencias fitosanitarias. 
Esta es una tendencia del conjunto de la sociedad que quiere cada vez 
más, alimentos sanos y nutritivos, y con un menor impacto ambiental. Es 
evidente que necesitamos mayor inversión en investigación para que 
vayamos buscando sustitutivos de principios activos que en este momento 
ya sabemos que están en el punto de mira y que en breve tocará prohibir.
 
Para nosotros la intervención más coherente con 
nuestra posición política tienen que venir en las negociaciones 
comerciales internacionales. En esta campaña del pimiento, llevamos ya 
42 alertas en partidas procedentes de diversos países por encontrar 
diversos componentes prohibidos en la UE. Las dos últimas que se 
interceptaron en Bulgaria, contenían Fostiazato y de Formetanato. En 
nada empezará la campaña del pimiento nuestra y los productores de aquí a
 los que, si se les controla lo que echan a sus producciones, van a 
verse amenazados por este pimiento mucho más barato. 
Nosotros
 consideramos que los acuerdos comerciales en los cuales entre en 
negociación el sector agrario, deben cumplir cuanto menos tres normas; 
La primera una evaluación previa del impacto en nuestra producción. En 
segundo lugar, y muy importante a este efecto, la reciprocidad en las 
normas sanitarias, ambientales y sociales. La tercera cuestión, 
controles en fronteras recíprocos y con garantías y en último lugar, un 
mecanismo de salvaguarda que sea eficaz y ágil para que se pueda para 
las importaciones en el momento en el que se detecten impactos 
negativos. 
Por último, es claro que necesitamos 
fortalecer nuestros controles en fronteras. Los servicios en frontera 
están saturados y apenas llegan a poder controlar una mínima parte de lo
 que entra en producciones agroalimentarias. Nosotros llevamos toda la 
legislatura anterior insistiendo sobre ello cada vez que se ha producido
 una crisis como la de los cítricos, o tantas otras.  
●  A
 su juicio, ¿qué medidas se deberían de tomar para evitar el robo de 
maquinaria e instalaciones en el campo y la inseguridad que esto 
provoca?
Para Podemos la Seguridad es un derecho y
 un servicio público. En países donde los sistemas democráticos son 
débiles, la seguridad es un privilegio de las clases pudientes, pero en 
sociedades democráticas y desarrolladas, cambia radicalmente la 
perspectiva. Tenemos derecho a la seguridad, y esta además debe ser un 
servicio público y ejercida con garantías. Fíjese, lo que llevamos 
viviendo desde hace aproximadamente 7 u 8 años, es un deterioro en la 
seguridad respecto a este tipo de delitos, pero precisamente en el medio
 rural, en el campo. Las razones son claras, el abandono del medio 
rural, la despoblación de muchas zonas de nuestro país, el hecho de que 
sea un sector el agrario disperso en el territorio, todo eso, hace que 
justo se haya disparado este tipo de delitos en el campo y en la 
agricultura. Parece mentira que una de las grietas en nuestro sistema de
 seguridad ciudadana esté siendo precisamente lo que sucede en el campo.
  Por ello, nosotros planteamos en el programa electoral de las 
generales una medida que situábamos entre las medidas de lucha contra la
 despoblación y que tenía que ver con la reordenación de los cuarteles y
 puestos de la Guardia Civil para garantizar que se atendía en 
condiciones a la zona rural y que el tiempo de desplazamiento no 
superara los 15 minutos. Pero, no obstante, además, los robos de este 
tipo de cuestiones en las explotaciones agrarias suelen estar 
orquestados y una misma cuadrilla es la que comete varios, por lo tanto,
 lo efectivos en la zona rural, deben de poder tener recursos para 
investigar esto.
●  Trasvase Tajo-Segura, ¿SÍ o NO?
El
 TTS es una infraestructura que a día de hoy es necesaria, pero su 
gestión actual es inviable en un escenario de cambio climático. El 
avance de la desertización y las sequías, cada vez más intensas en toda 
España, no pueden tratarse desde el negacionismo apostando a la única 
carta de los trasvases. Hay que ser responsables y gobernar para dar 
certidumbres y seguridad a los agricultores, y eso no se consigue 
prometiendo trasvases de un agua que no garantiza la sostenibilidad de 
las cuencas cedentes. Pensemos que el TTS en sus inicios se proyectó 
para trasvasar 1000 Hm3, pero nunca se ejecutó ese volumen porque no había agua para ello. Aunque después se redujo a 600Hm3, en la práctica no se ha llegado a trasvasar más de 300 Hm3 al año. Actualmente, el “Memorándum” exige por ley trasvasar 400Hm3
 cuando la cabecera del Tajo lo permita, pero la reciente STS deja claro
 que hay que respetar los caudales ecológicos de las cuencas cedentes. 
En
 la reciente reforma del Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia 
hemos apoyado defender la seguridad jurídica del TTS, lo que significa 
cumplir con la planificación hidrológica, la ley de aguas estatal y la 
DMA. Creemos firmemente que hay que avanzar hacia un horizonte menos 
dependiente de recursos hídricos externos, porque tenemos que estar 
preparados y adelantarnos a escenarios complicados cuando lleguen. 
Desde
 Podemos-Equo pensamos que la solución pasa por: eliminar el regadío 
ilegal; contabilizar los recursos disponibles para tener una información
 fiable que incluya los recursos procedentes del TTS, mientras se 
respeten los caudales ecológicos, y las aguas subterráneas; gestionar 
las demandas de manera adecuada; apostar por la reutilización de aguas 
residuales y la desalación marina, buscando las fórmulas que sean 
necesarias para abaratar su precio; impulsar la energía fotovoltaica en 
la agricultura; y sobre todo construir una nueva gobernanza del agua que
 establezca reglas adecuadas de participación y control institucional 
entre los principales actores responsables de la gestión del agua en la 
región y los ciudadanos, desde las comunidades de regantes a los 
usuarios en general. Todas ellas constituyen piezas clave en esta hoja 
de ruta de transición hídrica que se debe poner en marcha sin demora.
●  ¿Qué medidas piensa tomar para conciliar la recuperación del Mar Menor con un modelo de agricultura y ganadería sostenible?
Actuar
 sobre el origen del problema, sea cual sea. Si en este momento 
determinadas prácticas agrarias, entre otras causas, han provocado el 
colapso del Mar Menor, hay que actuar directamente sobre ellas como ya 
alertó la Fiscalía que sigue investigando. Es cierto que la catástrofe 
ambiental del Mar Menor, a punto de ser señalada como delito ecológico 
por la justicia, no es responsabilidad exclusiva de la agricultura, pero
 también es cierto que las organizaciones agrarias no pueden obviar que 
ni Europa va a permitir que se siga vulnerando la directiva de nitratos 
como hasta ahora, ni la Fiscalía va a permitir más regadíos ilegales ni 
vertidos contaminantes, ni la sociedad civil va a seguir haciendo oídos 
sordos. 
La medida más urgente para conciliar la 
actividad agraria con la recuperación de la laguna es tan sencilla como 
aplicar y hacer cumplir la ley. La Ley de medidas urgentes del Mar 
Menor, aprobada hace dos años por mayoría en la Asamblea Regional, 
incluye una serie de medidas pactadas por la oposición que representan 
el primer paso para atajar el problema desde su origen. La sopa verde 
del Mar Menor tiene unas causas bien definidas, los científicos lo 
llevan diciendo décadas. 
Por eso, siguiendo las 
recomendaciones del Comité científico del Mar Menor y de las 
organizaciones que llevan trabajando durante décadas en su protección, 
se incluye la obligación controlar el regadío ilegal, sustituir nitratos
 contaminantes o levantar setos y barreras naturales. Asimismo, hay que 
aprobar de manera urgente los instrumentos de planificación que llevan 
escondidos durante años en algún cajón, como el Plan de Gestión Integral
 de los espacios protegidos del Mar Menor. 
En la 
siguiente legislatura aprobaremos una ley integral del Mar Menor, que el
 Gobierno se ha negado a hacer hasta ahora, donde todas las actividades 
que intervienen de una manera u otra en el deterioro del Mar Menor 
también estarán reguladas. Cambiar determinadas prácticas agrarias, 
planificar todos los usos, aplicar la ley y perseguir la ilegalidad es 
la única salida para salvar el Mar Menor. 
●  ¿Qué decisiones piensa tomar para lograr una mayor eficiencia energética para el uso de las energías renovables?
La
 economía basada en las energías renovables en la Región de Murcia 
tiene un enorme potencial de desarrollo en el ámbito industrial, de 
servicios, transportes y agrícola, en cuanto a dinamizador económico, 
generador de empleo y recuperador-preservador del medio ambiente (con lo
 que ello tiene también de garante de la capacidad productiva de la 
Región en el futuro). Por ello, éste es uno de los principales frentes
 en los que se centra el nuestro proyecto político en la Región de 
Murcia para un nuevo modelo económico en nuestro territorio. 
Contamos
 con una ventaja comparativa de enorme valor competitivo. Siendo una de 
las regiones de Europa con mayor irradiación solar y, teniendo en 
cuenta que los costes de instalación de capacidad de generación de 
energía fotovoltaica se han visto reducidos en un 85% en los últimos 
años, no cabe duda de que no podemos demorar más la puesta en marcha 
de una revolución energética renovable, con la energía solar 
fotovoltaica como pilar estratégico, en la transformación hacia la 
nueva economía regional. 
El ahorro y la eficiencia 
energética es un pilar en el que debe basarse una política energética
 moderna. Es urgente el desarrollo de un plan regional de 
rehabilitación de edificios e instalaciones y adaptación del sector de
 la construcción con el objetivo de mejorar la eficiencia energética 
de los edificios ya construidos (rehabilitación) y aquellos que se 
vayan a construir con los máximos requisitos de certificación 
energética (al menos nivel A). Este esfuerzo serviría además para la 
reactivación económica en un sector muy dañado durante la crisis y 
que no da signos claros de recuperación. Esta política combina dos de 
las premisas fundamentales de un nuevo modelo económico para la 
Región, generación de empleo de calidad y estable, y preservación del
 medio ambiente para el objetivo de consumo energético cero. 
Este
 horizonte va a requerir de un importante apoyo desde las 
administraciones públicas, por ello, el nuevo modelo productivo 
precisará de una política de apoyo estable al sector fotovoltaico e 
instalaciones de energías renovables, tanto para la industria 
productora de materiales y productos para instalaciones generadoras de 
electricidad, como para la industria de generación de energía a partir
 de renovables. 
Una planificación pública del 
sistema energético deberá dirigirse hacia una reducción drástica del
 consumo a través de la eficiencia y hacia una electrificación 
generalizada de la economía (transporte, industria). 
Un
 sistema impositivo sobre la energía, efectivo, con regulaciones 
específicas, una tributación singular para compensar los costes 
climáticos, de manera que las externalidades de la actividad industrial
 se integren en el modelo económico. 
Por otra parte, hay que 
eliminar aquellos impuestos y tasas a la generación de energía, 
autonómicas y locales, que estén produciendo distorsiones y que 
normalmente sirven para afianzar el oligopolio de las grandes 
compañías eléctricas. 
Finalmente, es necesario 
desarrollar en la Región de Murcia el sector del reciclaje (China está
 restringiendo su importación de residuos generados en el resto de 
mundo); las plantas de reciclado en diversas tecnologías es otro 
segmento con gran potencial de creación de tejido industrial con 
indudables y necesarias perspectivas de futuro, dentro de una apuesta 
clara por la economía circular. 
Para una necesaria 
planificación en este ámbito en el territorio, es imprescindible el 
análisis de la capacidad de producción potencial de energías 
renovables, considerar los recursos naturales existentes y potenciales, y
 las condiciones climatológicas del territorio actuales y futuras. 
●  Desde su partido, ¿consideran que la agricultura sostenible supone un modelo a seguir en los productores agroalimentarios?
Por
 supuesto, como decía antes en relación con la problemática del estado 
del Mar Menor, solamente un modelo de agricultura sostenible, respetuosa
 con el medio ambiente y adaptada al uso responsable de los recursos 
naturales, especialmente el agua y el suelo, podrá ser verdaderamente 
competitiva. La Región de Murcia es puntera en tecnología, pero para que
 nuestra agricultura sea vanguardia debe ser sostenible.  
●  ¿Cómo
 puede ayudar la tecnología y el I+D+i al desarrollo de un modelo más 
eficiente y menos contaminante y que suponga dar un salto de calidad en 
cuanto a competitividad?
Esta es la clave. No 
podemos escatimar en inversión para tecnología e investigación. El 
problema es la falta de financiación. Los presupuestos regionales deben 
afrontar este reto aumentando claramente las partidas destinadas a 
invertir en centros de investigación públicos, que en la Región de 
Murcia son excelentes. Pongamos como ejemplo el Instituto Murciano de 
Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), organismo 
público de investigación que tiene como objetivo prioritario la atención
 de las necesidades de investigación que demande el sector agrario de la
 Región de Murcia. 
Actualmente los trabajadores del 
IMIDA llevan un año movilizándose reclamando mejoras para este centro y 
su personal y por ende para la investigación agroalimentaria en la 
Región de Murcia. Es intolerable que una Región que depende de una 
manera tan directa del sector agroalimentario no apoye la investigación 
en esta materia. Las dos universidades públicas de la Región y 
organismos como el IMIDA deberían ser tratados y financiados como 
centros de referencia a nivel internacional y europeo.