CIEZA.-  El consejero de Cultura y Turismo, Pedro 
Alberto Cruz, ha visitado este martes los trabajos que se están llevando
 a cabo para la protección del yacimiento de Medina Siyâsa. Se trata de 
"una estructura que permite combinar la conservación con la exposición y
 musealización de los restos", explicó Cruz.
   Los trabajos que se realizan en el yacimiento islámico consisten 
en una concepción de cada vivienda como una unidad arquitectónica, no 
únicamente como restos abiertos. Se trata por tanto de una técnica 
pionera que "evita que se deteriore el yacimiento y, por su carácter 
visual, tendrá una función expositiva que  hará que el visitante pueda 
conocer cómo era la casa original", especificó Cruz.
   Tras diferentes estudios se ha optado esta técnica experimental 
que ha comenzado en la casa número seis y que será extrapolable al 
conjunto de las 17 casas que se han excavado hasta ahora, según 
informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
   Esta técnica consiste en levantar una estructura que supone la 
reconstrucción de la casa original. Los trabajos se llevan a cabo con 
materiales reversibles y no agresivos ya que la .estructura metálica no 
descansa sobre los restos arqueológicos.
   El titular de Cultura y Turismo señaló que estos trabajos, que se 
realizan de una "manera encomiable", servirán para que el yacimiento de 
Siyâsa "se sitúe como referencia no solo patrimonial sino también en 
recuperación y preservación".
   El despoblado de Siyâsa, situado en el Cerro del Castillo de 
Cieza, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la 
Península Ibérica y fuente imprescindible de investigación y 
conocimiento del mundo islámico occidental durante los siglos XI, XII y 
XIII. Se trata de un modelo habitual de asentamiento rural andalusí en 
altura, protegido por un sistema defensivo que comprende lienzos de 
murallas y dos recintos fortificados situados en la zona más elevada del
 altozano.
   La zona destinada a viviendas y vida diaria se extiende por las 
laderas norte, sur y este del Cerro del Castillo, mientras que en la 
cumbre del promontorio se sitúa la fortaleza, a aproximadamente 400 
metros de altura, que domina la vega del río Segura. Está compuesta por 
un primer recinto amurallado, amplio, que acogería a la totalidad de la 
población en caso de peligro y un reducto fortificado, más pequeño y 
elevado, que serviría como último bastión defensivo. Desde aquí partiría
 la línea de murallas que englobaba al poblado estable.

 
 

