MURCIA.- El tapiz 'San Pablo quemando los libros 
paganos', uno de los paños perdidos de la colección del Rey Enrique VIII
 de Inglaterra, ha recibido casi 3.000 visitas en los cerca de tres 
meses que está expuesto en el Museo de Bellas Artes de Murcia, según han
 informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
   En concreto, un total de 2.831 personas se han acercado a 
contemplar la muestra que desde principios de julio se completó con una 
tabla pintada por el mismo autor del tapiz, Pieter Coecke Van Aelst, que
 fue donada de forma temporal por unos coleccionistas particulares.
   La directora general de Bienes Culturales, María Comas, recordó la
 importancia del paño, una pieza que formaba parte de la colección de 
los Tudor y que se creía perdida desde el siglo XVIII, y mostró su 
satisfacción por el éxito de público.
   "Esta obra, que se encuentra en un excelente estado de 
conservación, tiene un enorme valor histórico y artístico. Por eso es de
 agradecer la respuesta del público, que ha sabido aprovechar la 
oportunidad de tener tan cerca una joya como ésta y de la que todavía 
podremos disfrutar durante esta semana", ha añadido.
  Y es que, la Consejería de Educación, Cultura y Universidades 
exhibirá este tapiz, junto a la tabla del mismo autor, hasta el próximo 5
 de septiembre, cuando el paño se desmonte para viajar a otros museos, y
 la tabla se devuelva a sus propietarios.
   'San Pablo quemando libros paganos' es una pieza tejida en sedas e
 hilos de oro, fue encargada por el Rey Enrique VIII para su colección 
particular y se exponía en el Palacio de Hampton Court, en 1538. El tema
 era especialmente significativo para Enrique VIII, responsable de la 
ruptura de la iglesia anglicana con el poder de Roma, ya que la figura 
de San Pablo reforzaba la idea de la comunicación directa con Dios y, 
sobre todo, le ofrecía una alternativa a la supremacía de San Pedro en 
la iglesia romana.
   Para Enrique VIII, los tapices con oro eran la encarnación de su 
imagen real, símbolo de la realeza y el poder de los Tudor, y figuraban 
como preciadísimas obras de arte, más importantes incluso que las 
pinturas o las esculturas, y que llegaban a costar tanto dinero como un 
buque de guerra.
   Originariamente, esta obra formaba parte de una serie de nueve 
tapices con la Historia de la Vida de San Pablo, tejidos en oro y plata,
 que desapareció sin dejar rastro en 1770 y que se ha podido contemplar 
en Murcia durante los últimos tres meses.
   El tapiz ha estado expuesto junto a un pequeño óleo sobre tabla, 
de 45,5x37,5 centímetros, realizado por Pieter Coecke Van Aelst y en el 
que se representaba la Adoración de los Reyes Magos.

 
