MURCIA.- El bebé no reaccionaba por más que el personal del Hospital Morales Meseguer se desvivía en tratar de reanimarlo. La tragedia se mascaba esa mañana de domingo hasta que llegó el jefe del Servicio de Urgencias, José Antonio Serrano,
 para hacer una cosa en su despacho. Ese día no tenía guardia, pero no 
lo pudo evitar: entró por la sala de espera para ver si había muchos 
pacientes y cuando pasó por el box se topó con la trágica escena, revela hoy El Español. “El 
niño no respondía y tuve una intuición, en la sala había visto a los 
padres, una pareja joven, con pinta de toxicómanos, entonces le dije a 
mis compañeros que le mirasen las pupilas al chaval: las tenía mióticas 
por heroína”, relata el doctor Serrano, que a partir de este jueves 
cambiará la bata de médico por la vara de mando de la Alcaldía de Murcia.
“Ese servicio es uno de los que me ha marcado porque imagínate si llegó a entrar por otra puerta, pero
 lo hice por donde estaban los padres, hice esa asociación de ideas y 
ese bebé -de año y medio- que estaba en parada respiratoria se salvó con
 la naloxona: el antídoto de los opiáceos”.
A partir de ahora, José Antonio Serrano seguirá prestando cientos de servicios, pero lejos del sistema sanitario porque se ha puesto al frente del Ayuntamiento de la capital del Segura, vía moción de censura con Ciudadanos,
 rompiendo 26 años de reinado del Partido Popular. Precisamente, las 
mismas anualidades que suma el nuevo regidor murciano como “militante de
 base” del PSOE. Otra vez: una casualidad del destino.
“Yo siempre he trabajado para el Partido Socialista sin pensar en lograr
 ningún cargo: he ido a pegar carteles en las campañas, como médico les 
he preparado informes técnicos sobre el sistema sanitario cuando me los 
han pedido…”. Hasta que en las elecciones municipales de 2019 le 
pidieron que liderase la lista del PSOE y allí estuvo el doctor Serrano: un tipo servicial y con espíritu de izquierdas, con toques jipis, de aquel mochilero
 que en los estertores de la dictadura franquista viajó a Ibiza, 
Barcelona, Holanda, Italia… “Allí se respiraba libertad a todos los 
niveles porque en Murcia la cultura estaba encorsetada”.
La tranquilidad con la que departe el nuevo alcalde 
de Murcia esconde el torrente de vivencias de aquel chiquillo que se 
crió -y que todavía hoy sigue viviendo- en Puente Tocinos. “Soy de ‘bacon bridge’ a tope”,
 zanja con humor José Antonio Serrano para acto seguido reivindicar sus 
raíces. “Nací en Puente Tocinos, el 1 de junio de 1959, en el seno de 
una familia sencilla, cuando el país empezó a salir de la podredumbre 
del régimen franquista: mi padre era un huertano y me llevaba cuando era pequeño a que aprendiese a cultivar la tierra”.
El pequeño José Antonio era conocido por todos los parroquianos porque era el hijo de José y Carmen: los dueños de la tienda de comestibles.
 “Desde los 13 años, cuando no tenía que ir al instituto, siempre les 
echaba una mano en el negocio donde recuerdo que había de todo: fruta de
 temporada, carne de cerdo, cordero, conservas…”. Ese capote del hijo 
mayor de la casa se agradecía porque el cabeza de familia después trabajó de taxista.
 “Antes de que funcionase lo que hoy conocemos como radiotaxi, mi padre 
puso una antena en mi casa y en su coche instaló una emisora para que mi
 madre le comunicara las carreras”.
Para sus padres los estudios de sus dos hijos eran lo primero y la vocación por la medicina de José Antonio se fue fraguando en el IES Alfonso X El Sabio. “Me gustaban mucho las clases de Biología y veía que los médicos ayudaban a la gente: eso me motivó para hacer esta carrera porque a mí me gusta ayudar a las personas”,
 apostilla el flamante regidor capitalino, sin perder la oportunidad de 
recordar que en sus tiempos mozos se movía bien por la cancha de 
baloncesto.
“Era ala-pívot, fuimos campeones del torneo escolar de la Región de Murcia, formé parte de la selección del instituto
 y jugamos en Almería el Campeonato de España". Allí cayeron ante el 
Instituto Ramiro de Maeztu, la base de lo que luego fue el Club de 
Baloncesto Estudiantes de la ACB. "No está contrastado, pero creo que en ese torneo jugamos contra Juanma López Iturriaga porque lo comentó una vez en la radio”. A Serrano le gusta pensar que palmó con una leyenda del basket.
Al margen del baloncesto la cultura también ha marcado la adolescencia del alcalde socialista de Murcia: José Antonio Serrano formó
 parte de la segunda hornada de adolescentes que en el centro juvenil de
 Puente Tocinos desafiaban a los censores franquistas. Lo 
hacían organizando actividades deportivas y culturales, como un cine 
fórum donde proyectaron 'Novecento', del director italiano Bernardo 
Bertolucci. "Cayendo el régimen programamos películas que hacían que la 
dirección general de seguridad mandase a gente para controlar la 
actividad que hacíamos, pero no podían cambiar lo que estaba 
ocurriendo", recuerda con ímpetu.
“Ese centro fue muy importante porque nos dio una 
lección de cómo era la vida democrática, de cómo se imponían los 
criterios por acuerdo y por mayoría, porque había gente con distintas 
ideas, pero al final todos éramos amigos”, reflexiona emocionado. 
“Éramos atrevidos, te tengo que dar una anécdota, en los setenta
 montamos un festival de música en el Parque Fofó de Murcia en el que 
nos trajimos a Joaquín Sabina y La Mandrágora: ¡eso fue apoteósico!”, clama risueño como si todavía tuviese delante el escenario.
El adolescente José Antonio necesita abrir sus 
horizontes y no dudaba en viajar por España y por Europa. “Siempre 
viajaba de mochilero, haciendo autostop”. En esas tournées le acabó 
acompañando el amor de su vida, a la que conoció en el centro juvenil de Puente Tocinos: Lola Jara. La esposa del regidor es otra militante de base del PSOE que en la actualidad trabaja en la Delegación del Gobierno en Murcia.
Aquellos viajes, como la carrera de Medicina en la 
Universidad de Murcia, se los iba costeando José Antonio agachando el 
lomo porque trabajó en la mítica conservera de Puente Tocinos: Cobarro y Hortícola.
 "Mis primeras nóminas me las gané en la cinta de clasificación de 
frutas: melocontones, naranjas...", enumera el regidor que ha sido afiliado de Comisiones Obreras
 y que a pesar de realizar estudios universitarios no se escaqueó del 
servicio militar. "Estuve en la División Acorazada de Brunete en 
Vicálvaro (Madrid)", suelta de carrerilla.
El soldado raso se acabó convirtiendo en médico en 
'las trincheras' del sistema público sanitario. "A los 25 años comencé 
mi residencia en la especialidad de medicina familiar y comunitaria en 
el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia y me empezaron a gustar 
mucho las urgencias". Tanto que le contrataron como médico adjunto en La
 Arrixaca y de allí pasó al Hospital Morales Meseguer donde se convirtió -nada menos- que en el impulsor del actual Servicio de Urgencias.
"Presenté un proyecto al Insalud 
(Instituto Nacional de la Salud) y me llamó el gerente del Hospital 
Morales Meseguer para poner en marcha el Servicio de Urgencias". De 
hecho, el doctor Serrano primero fue Jefe de Unidad y después Jefe del Servicio de Urgencias.
Sus dos hijos, Claudia (27 años) y José (22 años), 
han seguido los pasos del cabeza de familia, aunque con suerte desigual,
 tal y como bromea Serrano. "Mi hijo es médico de cuatro patas, 
está terminando Veterinaria, y mi hija es médico en Hematología en el 
Hospital Virgen de La Arrixaca. Son unos chicos que están 
enamorados de lo que van a ser sus profesiones y son unos jóvenes 
comprometidos que apuestan por tener una sociedad mejor: eso me 
enorgullece".
- Como facultativo atesora una gran 
trayectoria, con publicaciones científicas y ostentando jefaturas con 
Gobiernos regionales del PP. ¿Por qué se hizo militante del PSOE y 
terminó emprendiendo una carrera política?
- Me hice 
militante unos meses después de que el Partido Socialista perdiera las 
elecciones autonómicas con el PP en la Región y en el Ayuntamiento de 
Murcia, con Ramón Luis Valcárcel, como nuevo presidente, y Miguel Ángel 
Cámara, como alcalde. No me hice militante buscando ningún cargo, nadie 
me puede acusar de eso, porque me afilié hace 26 años tras la derrota en
 los comicios. Tomé la decisión de dar ese paso porque siempre había 
defendido los postulados del PSOE y desde entonces siempre he trabajado 
para el partido en segunda fila. Nunca se me había pasado por la cabeza 
dar este salto hasta que hace dos años me ofrecieron presentarme a las 
elecciones. 
- ¿Usted ha trabajado como médico tras ser elegido concejal?
- He
 compatibilizado mi trabajo en el Hospital Morales Meseguer con la labor
 en el Ayuntamiento de Murcia. No me he libreado. En la pandemia he 
estado al cien por cien en el Servicio de Urgencias, desde el minuto 
uno, tratando de conseguir material porque la primera ola nos pilló sin 
protección. Estoy muy orgulloso de que en mi hospital jamás hemos tenido
 camas en los pasillos y eso se lo debo a mis compañeros que son 
grandísimos profesionales. Pusimos en marcha prácticas en la pandemia 
para no colapsar las plantas hospitalarias, como un sistema de 
seguimiento teléfonico que ha permitido a mucha gente pasar la Covid en 
casa sin tener que ocupar una cama.
Esta semana el secretario general del PSOE en 
Murcia ha guardado silencio, a la vista de lo sucedido en la Asamblea 
Regional. Allí, el Partido Socialista sufrió un varapalo, junto a 
Ciudadanos, al ver tumbada su moción de censura contra el presidente, 
Fernando Lopez Miras. El doctor Serrano tomó nota y no ha abierto la boca por si había 'tamayazo' de última hora en el Pleno del Consistorio.
 Estos días los ha invertido en trabajar en el programa del nuevo 
Gobierno de coalición con su socio, el líder de Cs, Mario Gómez, en dar 
paseos con sus perros por la huerta y ver a sus amados padres: José, con
 95 'primaveras', y Carmen, con 90 'veranos'.
Este jueves, posiblemente, los dueños de la
 tienda de comestibles de Puente Tocinos estarán llorando de emoción 
porque su hijo es el nuevo alcalde de Murcia.
- Alcalde, ¿qué cosas le gustaría hacer en 
los dos años en los que estará al frente del Ayuntamiento de la capital 
en coalición con Ciudadanos?
- Me gustaría hacer una Murcia 
donde no existan territorios de primera, de segunda y de tercera. Para 
mí son muy importantes las pedanías porque es donde más gente vive y no 
pueden estar abandonadas. También tenemos un transporte público muy 
deficiente que tenemos que mejorar. Vamos a formar un equipo de Gobierno
 con otro partido y vamos a ver todo lo que piensa nuestro socio, 
Ciudadanos, pero sí que estamos de acuerdo en que hay que rescatar a la 
gente más necesitada: nadie se puede quedar atrás, no puede haber niños 
que pasen hambre ni que les falte ropa. Todo esto es lo más prioritario 
porque te lo marca la situación económica.
- ¿Cuénteme algo que vaya a hacer en las pedanías?
-
 Hay que inyectar cultura en las pedanías. Tenemos un yacimiento 
arqueológico en Monteagudo que es extraordinario y que no puede estar 
parado, como está, desde hace año y medio. Hay que reactivar esas 
excavaciones firmando convenios porque será un polo de trabajo y de 
atracción turística. Tenemos que potenciar nuestras fortalezas, aunque 
la pandemia marcará mucho todo lo que haremos.
- Llega a la Alcaldía ahora que se ha solventado el conflicto de la llegada del Ave a Murcia. ¿Qué supondrá esto en su proyecto?
Hay
 un proyecto espectacular de municipio que puede surgir desde el 
soterramiento de las vías del tren y que lo ha puesto en bandeja el 
tesón de los vecinos y vecinas de los barrios del sur. De ahí tiene que 
nacer la nueva Murcia y todas las infraestructuras que nos van a 
conectar adecuadamente, que van a intentar que cojamos menos el coche y 
rebajar los niveles de contaminación de la ciudad porque son muy altos.
- Usted suma 36 años ejerciendo la 
medicina. ¿Qué siente ahora que cambiará la bata y el estetoscopio por 
la vara de mando de la Alcaldía de la capital?
- Jamás me he
 liberado ni sindicalmente en Comisiones Obreras ni políticamente, como 
concejal, pero ahora lo haré, aunque ya le he dicho a la gente de mi 
servicio, que el día de las sesiones clínicas, de ocho a nueve de la 
mañana, estaré allí para seguir conectado no vaya a ser que en poco 
tiempo tanga que volver (risas). Es verdad que me produce un poco de 
morriña irme del Servicio de Urgencias del Hospital Morales Meseguer de 
Murcia porque, a pesar de los roces, todos somos más amigos que 
compañeros de trabajo y nos ayudamos mutuamente en un servicio en el que
 hay muchas situaciones de estrés donde debemos tomar decisiones 
rápidas. Pero también es verdad que me presenté para ser alcalde y 
quiero transformar esta ciudad en la medida de lo que pueda y con 
humildad.