MADRID.- La sangría veraniega, la paella o la siesta. Puras señas de identidad españolas. Y entre estas cosas ‘typical spanish’, y a base de muchos años de escándalos, hemos incluido otra nueva: la corrupción. Han sido décadas de indignación popular por cada caso que fue saliendo a la luz. Por desgracia, el robar se ha convertido en ‘Marca España’.
Pero
 ¿cuánto afecta la corrupción a nuestro país? Según el último estudio 
del Fondo Monetario Internacional (FMI), a causa de la corrupción se 
estaría dejando de recaudar un 4,5% del PIB. Un total de 60.000 millones
 de euros anuales.
Incluso
 si observamos otras fuentes, la corrupción podría tener al cabo del año
 un coste de 90.000 millones de euros para las arcas públicas españolas,
 como revela un estudio del grupo de Los Verdes en el Parlamento 
Europeo. Es un 50% más que las cifras que da el FMI y duplica la 
estimación que hace seis años realizó la Universidad de Las Palmas, que 
cifraba ese lastre en 40.000 millones.
Es
 tanta la corrupción en nuestro país que arrasar con ella y hacer que 
dejara de existir supondría elevar un 16% el PIB per cápita en un plazo 
de quince años, lo que equivaldría a aumentar el crecimiento anual de la
 economía de en torno al 1%, tal y como indica el estudio ‘Los costes 
económicos del déficit de calidad institucional y la corrupción en 
España’, publicado por la Fundación BBVA.
Si
 se roba tanto dinero, ¿hay miles de condenados? El 1 de enero de 2019 
había 110 presos por corrupción. Y otros 186 cargos públicos y 
funcionarios esperan para sentarse en el banquillo tras haber sido 
formalmente acusados o procesados en juzgados de Instrucción. Más de la 
mitad de los condenados lo son por robar dinero público y otros 28 por 
dejarse sobornar. ¿Muchos o pocos? Quizá muchos menos de los que podrían
 y deberían ser, pero desde luego no son pocos.
Se roba más de lo que se invierte en educación
Y
 todo este dinero corrompido, ¿en qué se podría traducir 
comparativamente? Por ejemplo, España invierte de gasto en I+D 14.052 
millones (año 2017, último año con datos), que equivale a sólo una 
cuarta parte de lo que se pierde por la corrupción, según las cifras del
 FMI.
En
 el año 2018 el gasto público en educación fue de 51.275,9 millones de 
euros, lo que supone invertir en formar a los españoles casi 10.000 
millones menos de todo lo que se roba. 
Además, el Estado gastó e 2017 
unos 72.800 millones de euros en sanidad, y los españoles, de forma 
privada, gastaron 30.000 millones. Eliminando la corrupción casi se 
podría duplicar la partida pública en este ámbito y se podría pagar dos 
veces lo que se gastan los habitantes de forma individualizada.
Puestas
 en contexto, vemos que las cifras hablan por si solas. La parte 
positiva es que da la sensación de que estamos entrando en una etapa en 
la que está bajando exponencialmente la usurpación de dinero y recursos 
públicos en nuestro país. 
Parece que las medidas que se han tomado son 
positivas y vamos por el buen camino. Eso sí, queda mucho por juzgar y 
hay casos que no llegarán jamás a salir a la luz. Esperemos que no nos 
llevemos la gran decepción el mes que viene de despertarnos y observar 
en el periódico un nuevo macrocaso que nos haga renegar de nuestro país.


 
 



