MURCIA/MADRID.- El déficit de la Región de Murcia se situó en 216 millones de euros en el primer cuatrimestre del año, es decir, el 0,67% del Producto Interior Bruto (PIB), el segundo más elevado en términos relativos por comunidades, solo inferior al de Baleares (0,88 %).
A nivel nacional, el déficit del Estado se elevó hasta mayo un 7,7% en términos absolutos, hasta los 15.202 millones de euros, equivalentes al 1,21% del PIB,
 por encima del 1,17% del PIB registrado en el mismo periodo del año 
pasado, por el aumento del salario de los funcionarios y las pensiones, 
según los datos de ejecución presupuestaria publicados este jueves por 
el Ministerio de Hacienda.
Mientras, el déficit del conjunto de 
las administraciones públicas, excluyendo las corporaciones locales y la
 ayuda financiera, aumentó un 14,7% en el primer cuatrimestre del año, 
hasta los 7.316 millones de euros, lo que equivale al 0,58% del PIB, por
 encima del 0,53% del mismo periodo del año anterior. 
El aumento del 
déficit del Estado en los cinco primeros meses del año se debe 
fundamentalmente al crecimiento de los ingresos no financieros del 1,3%,
 hasta los 70.019 millones de euros, frente a un aumento de los gastos 
del 2,4%, hasta los 85.221 millones de euros.
Hacienda señala que,
 al igual que en meses anteriores, se debe tener en cuenta que la subida
 de la remuneración de asalariados y de las pensiones de este ejercicio 
no tienen su equivalencia en 2018. El año pasado, los incrementos de 
ambas partidas se contabilizaron tras la aprobación de los Presupuestos 
en julio, por lo que Hacienda apunta que la comparativa será homogénea a
 partir de la segunda parte del año.
El déficit de las comunidades sube un 21,6%
En
 el desglose de los datos del déficit público, la Administración Central
 alcanzó un déficit de 8.555 millones en los cinco primeros meses del 
año, el 0,68% del PIB. De su lado, las comunidades autónomas registraron
 un déficit de 2.425 millones, un 21,6% superior a los 1.994 millones 
del mismo periodo del año anterior, ya que los gastos (+5,3), destacando
 la remuneración de asalariados (+6%) y las prestaciones sociales 
(+5,9%) superaron al alza de los recursos (+4,6%), principalmente por la
 mejora de los impuestos, que crecieron un 6,9%, hasta los 1.256 
millones.
En detalle, las únicas cuatro regiones que presentaron 
superávits fueron Asturias (+0,29% del PIB), Navarra (+0,73%), La Rioja 
(+0,21%) y País Vasco (+0,64%), aunque Cantabria se quedó muy cerca del 
equilibrio presupuestario (-0,01%). El resto registraron déficits: 
Andalucía (-0,12%), Aragón (-0,26%), Baleares (-0,88%), Canarias 
(-0,43%), Castilla-La Mancha (-0,61%), Castilla y León (-0,24%), 
Cataluña (-0,29%), Extremadura (-0,57%), Galicia (-0,06%), Comunidad de 
Madrid (-0,22%), Murcia (-0,67%) y Comunidad Valenciana (-0,32%).
Mientras,
 los fondos de la Seguridad Social obtuvieron un superávit del 0,29% del
 PIB, un 64,5% superior al de abril de 2018, tras elevar los recursos un
 10,1%, gracias al fuerte incremento de las cotizaciones (+8,8%), siendo
 superior al aumento de los gastos (+7,7%).
Los ingresos suben un 0,9%
En
 cuanto al déficit del Estado, excluyendo ayuda financiera y 
corporaciones locales y en este caso hasta el mes de mayo, se situó en 
15.202 millones de euros, un 7,7% más, equivalente al 1,21% del PIB, 
0,04 puntos porcentuales más a nivel interanual. No obstante, Hacienda 
publicó los primeros datos de ejecución presupuestaria de 2019 de las 
corporaciones locales, correspondientes al primer trimestre, cuando 
registraron un superávit de 119 millones (0,01% del PIB). Con estos 
datos, el déficit del conjunto de las administraciones públicos alcanzó 
los 3.864 millones de euros, un 4,2% menos, equivalentes al 0,31% del 
PIB, inferior al 0,33% del año pasado.
Respecto a los últimos 
datos del mes de abril, los ingresos en términos de caja subieron un 
0,9%, en tanto que los gastos se elevaron un 0,5%. Hasta mayo, la 
recaudación total en términos de caja subió un 0,9%, hasta 88.047 
millones de euros, de los que 77.951 millones proceden de los ingresos 
impositivos y cotizaciones sociales. No obstante, en el mes de abril y 
por motivos de calendario en algunas comunidades autónomas se han 
desplazado al mes de mayo ingresos impositivos por un total estimado de 
5.562 millones, de acuerdo con la información de la AEAT.
Dentro 
de los ingresos, los referidos a impuestos directos y cotizaciones 
sociales antes de descontar la participación de las administraciones 
territoriales en el IRPF, alcanzan en los cinco primeros meses del año 
una cifra de 35.667 millones, inferior en un 0,8% a la de igual periodo 
de 2018. Esto es principalmente consecuencia del descenso del Impuesto 
sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica, que pasó de 717 
millones a 10 millones, y del Impuesto sobre Sociedades en 561 millones 
(-32%) por el incremento de las devoluciones un 7,6%.
El IRPF, por
 el contrario, registra un aumento del 3,7%, con unos ingresos de 33.144
 millones, debido, principalmente, a la evolución de las retenciones del
 trabajo que crecieron un 6,3% hasta alcanzar los 33.98 millones, a 
pesar del impacto del aumento de la reducción por rendimientos del 
trabajo y del reintegro de las prestaciones de maternidad y paternidad.
Por
 su parte, los ingresos totales por impuestos indirectos ascendieron 
entre enero y mayo a 42.284 millones, un 1,4% más que en el mismo 
periodo del año pasado. 
La recaudación neta del IVA en términos 
homogéneos se incrementó un 3,1%, hasta los 33.523 millones. A su vez, 
la recaudación por impuestos especiales se elevó un 5,5%, hasta 8.542 
millones, por el alza en cerveza (+4,7%), productos intermedios 
(+11,1%), labores del tabaco (+2,8%), hidrocarburos (+8%) y electricidad
 (+3,9%).
Los gastos suben un 0,5%
Por el lado de los 
gastos, los pagos no financieros efectuados por el Estado a cierre de 
mayo se situaron en 58.571 millones, un 0,5% más que en el mismo período
 de 2018. Los gastos de personal aumentaron un 7,9%, hasta 6.333 
millones; los gastos corrientes en bienes y servicios subieron a 1.467 
millones (+42,6%), y las transferencias corrientes se elevaron un 3,4%, 
hasta 35.741 millones. En cambio, los gastos financieros bajaron un 
6,3%, hasta 11.499 millones.
Entre tanto, las transferencias de 
capital se redujeron un 11,3%, hasta 2.336 millones, y las inversiones 
reales disminuyeron un 36,8%, hasta 1.195 millones. Dentro de éstas, 
bajó la inversión civil (-9,1%), y dentro la del Ministerio de Fomento 
(-7%), junto a la inversión del Ministerio de Defensa (-56,1%).