CARTAGENA.- El exconcejal de Urbanismo y exvicealcalde de Cartagena, Agustín 
Guillén, renunció a su propósito de «desmontar» las «falsedades, 
inexactitudes y omisiones a conciencia» que, según él, había lanzado la 
alcaldesa y diputada nacional del PP, Pilar Barreiro, en su declaración 
en el Tribunal Supremo como imputada por prevaricación en el 'caso Novo 
Carthago'. 
Y lo hizo, a pesar de que la regidora le aceptó el pulso y no
 rectificó públicamente ni un ápice de su declaración, como Guillén le 
había exigido al considerar que descargó sobre él injustamente la 
responsabilidad de la tramitación y que insinuó que le ocultó la 
especial protección de los terrenos a nivel urbanístico y ambiental.
«Pilar me lo ha aclarado todo con sus explicaciones. Me doy por 
totalmente satisfecho y quiero zanjar aquí este asunto porque es muy 
desagradable», dijo Guillén a 'La Verdad'. 
Justificó así su decisión de 
no arrojar luz en un caso donde está imputado por presunta prevaricación
 y cohecho en la recalificación de suelos especialmente protegidos para 
permitir el proyecto de la promotora Hansa Urbana de construir 10.000 
casas, dos hoteles y un campo de golf.
El exconcejal abandonó el 
despacho de su abogada, Ana Ruipérez, en la céntrica Plaza del Rey, 
después de tres horas de reunión con la alcaldesa, Pilar Barreiro. Con 
gesto serio, al igual que él, la primera edil salió del edificio a la 
misma vez que Guillén, y acompañada de su abogado, José Pardo Geijo, y 
de sus dos jefes de gabinete.
Guillén exigió a Barreiro que enviara una declaración 
aclaratoria al Supremo no a raíz de las noticias aparecidas en los 
medios de comunicación sobre su comparecencia en Madrid el jueves 
pasado, sino tras leer él mismo el acta oficial de la declaración y 
sacar sus propias conclusiones. 
El antiguo edil, quien indicó que telefoneó el fin de semana a 
Barreiro para instarle a dar marcha atrás y que también llamó al 
presidente local del partido, Francisco Celdrán, para ponerle al tanto.
Agustín Guillén contó que, en la conversación de Barreiro, ésta le 
aseguró que le había «dejado bien», y que incluso le había «hecho un 
favor» y le había «salvado». Respecto a Celdrán, el exedil manifestó que
 aquél le pidió «tranquilidad» y le instó a llegar a un entendimiento 
con Barreiro «por el bien del partido».
Fuentes cercanas a la alcaldesa aseguraron que ésta solo le dijo que 
había defendido la legalidad de la tramitación; que no tenía «nada de 
que arrepentirse»; y que solo constató quién tenía las competencias 
cuando el Pleno aprobó la propuesta de recalificación, en julio de 2003.
Guillén admitió, sin embargo, que ve una «omisión consciente» de 
Barreiro: que ésta pasó por alto que el edil de Urbanismo cuando el 
proyecto fue presentado en el Hotel Hyatt de La Manga no era él, sino 
José Fidel Saura. De hecho, en declaraciones a 'La Verdad' Guillén 
abundó en que él gestionó la tramitación del proyecto, pero que 
éste ya había recibido un impulso municipal cuando llegó a su despacho: 
su presentación pública aquel 12 de junio de 2003.
En ese acto participaron Barreiro, el expresidente regional Ramón 
Luis Valcárcel (al que el Tribunal Superior de Justicia ha ofrecido 
declarar de forma voluntaria como imputado) y el dueño de Hansa, Rafael 
Galea, también imputado.
«Yo me enteré del proyecto tres días después de la presentación en el
 hotel Hyatt; con lo cual, no tenía conocimiento absolutamente de nada 
relacionado con Novo Carthago antes de esa fecha. No tenía ni idea del 
tema», dijo Guillén.
Recordó así que, hasta el cambio de legislatura, aquel verano, él era
 concejal de Hacienda. Guillén, que en el TSJ pasó por alto esa cuestión
 y se amparó en el criterio de los técnicos, no quiso responder a la 
pregunta de si los artífices políticos del proyecto fueron Barreiro y 
Valcárcel, como apunta el magistrado del Tribunal Superior de Justicia, 
Manuel Abadía.
Éste indicó también, en un auto, que «los indicios racionales de 
criminalidad apuntan a que los verdaderos responsables políticos de los 
hechos investigados, en el seno del Ayuntamiento, y que tenían un 
conocimiento pleno y detallado de los mismos, eran la alcaldesa y 
Agustín Guillén».