MURCIA.- La Plataforma Ciudadana por la Defensa del Patrimonio Arqueológico de  San Esteban anunció hoy que los restos están "en peligro de muerte" por  efecto de las inclemencias del tiempo, y anunció que está recabando  información gráfica y legal con el fin de emprender acciones legales  contra aquellos que "por acción y por dejación de funciones están  posibilitando la degradación del yacimiento".
 
   Así lo advirtió hoy la portavoz de la plataforma, Maite Luengo,  quien compareció en rueda de prensa junto a otros miembros, para  informar de la "desprotección y el deterioro" de los restos del complejo  palatino y barrio andalusí de San Esteban dos meses después de que una  orden judicial paralizara cautelarmente el "desmontaje y traslado" de  los elementos arqueológicos.
 
   En concreto, la plataforma criticó que "más del 25 por ciento del  yacimiento, tal y como aseguraron los directores de la excavación, se  encuentra en un avanzado proceso de degradación, y los muros, hechos de  tapial de tierra, se están degradando por las lluvias", al tiempo que  advirtió que los restos "no podrán aguantar otros dos meses más a la  intemperie".
 
   En este sentido, la plataforma indicó que "mantiene" sus  exigencias ante la Administración regional y reclama "la depuración de  responsabilidades frente a la destrucción por la vía de la omisión del  deber de conservación, y por la demostrada incompetencia en la gestión  del patrimonio e intento de manipulación a los ciudadanos".
 
   Igualmente, reclamó la "creación de un comité técnico  multidisciplinar formado por un arquitecto, un restaurador, un técnico  de patrimonio y los dos directores de la excavación para tomar  decisiones urgentes con el fin de proteger el yacimiento y evitar su  progresiva destrucción".
 
   De la misma forma, reivindicó una "actuación urgente sobre el  yacimiento, la paralización del proyecto del Ayuntamiento para enterrar  los restos y la redacción de un proyecto para terminar la excavación y,  al mismo tiempo, proceder a su protección". Así, indicaron que las  excavaciones "deben continuar bajo la dirección de quienes, hasta ahora,  eran los arqueólogos directores". 
 
   Según Luengo, se trata de dos meses con el yacimiento  "completamente abandonado a su suerte y sufriendo las inclemencias del  tiempo, dos meses de lluvias, inundaciones y daños irreversibles en un  yacimiento que en estos momentos cuenta con la protección legal de Bien  de Interés Cultural, y dos meses de incompetencia y pasividad camufladas  de absurda burocracia".
 
   A su juicio, esta burocracia "está consiguiendo destruir lo que  las máquinas y las picoletas no consiguieron destruir el pasado 9 de  diciembre", cuando la orden judicial "paralizó el desmontaje de los  muros del yacimiento que había sido autorizado días atrás por la  Consejería de Cultura y Turismo", aunque esa misma administración  "paralizó posteriormente todos los trabajos de excavación".
 
   La portavoz confirmó que han transcurrido dos meses "de  manipulación a la ciudadanía y comunicados engañosos en los que se está  permitiendo la degradación, ladrillo a ladrillo y muro a muro de los más  importantes yacimientos de la Región de Murcia y, probablemente, de  toda España".
 
   Al respecto, dijo desconocer "si existe un informe escrito y  firmado por algún técnico cualificado sobre el estado del yacimiento y  que demuestre la inexistencia de daños en el mismo", pero dudó que  "exista un técnico independiente capaz de firmar un texto de esas  características".
 
   Además, la plataforma criticó que los dos operarios que fumigaron  el yacimiento con herbicidas "estuvieron más de media hora deambulando  en solitario por el mismo sin estar supervisados por un técnico  cualificado", y manifestaron que "permitir esa situación es un nuevo  acto de irresponsabilidad por parte de las administraciones y acrecienta  la degradación de los restos".
    Luengo arremetió contra el Ayuntamiento de Murcia y contra la  Consejería de Cultura y Turismo, que "intentaron justificar hasta el  mismo día de la paralización judicial que era posible hacer el  aparcamiento y que el traslado no dañaría el yacimiento, a pesar de las  opiniones en contra de todos los profesionales independientes que fueron  consultados".