MADRID.- El número de cajas de ahorros deberá reducirse desde 17 hasta un solo  dígito, porque el sistema financiero sigue teniendo exceso de  capacidad, según varios expertos del Observatorio Económico de la  Fundación Faes, quienes coinciden en vaticinar que España volverá a  sufrir una nueva crisis de deuda y registrará un estrechamiento del  crédito durante los próximos años.
   El presidente del Centro Internacional de Investigación Financiera  del IESE, Juan José Toribio, defendió que existe un exceso de capacidad  instalada y que 17 cajas "son demasiadas", por lo que las fusiones en  este sector se encuentran aún lejos de terminar.
   En este sentido, también vaticinó que el beneficio de las  entidades financieras será menor en el futuro y que el crédito  necesariamente tiene que "estrecharse" más, por lo que éste seguirá  siendo uno de los problemas "más graves" de la economía. 
   A su juicio, la crisis se podría haber evitado con una mejor  previsión de la situación y resaltó que a pesar de las medidas puestas  en marcha para resolver la situación del sistema financiero existe un  problema de fondo, la valoración de sus activos. 
   Toribio explicó que si se valoraron a 'cero' el sistema estaría en  quiebra, y si se valoran a '100', supondría que la banca no tiene  problemas de solvencia ni de liquidez, por lo que insistió en que "el  reto" de los supervisores es ver "con qué tino" se valoran esos activos.
   Asimismo, resaltó que uno de los problemas a los que se seguirán  enfrentando las entidades será la liquidez, ya que "es díficil" renovar  el vencimiento de los bonos en el mercado, no sólo porque el tipo de  interés es más alto, sino también porque existe un problema de  confianza.
   Por su parte, el profesor del IE Business School Fernando  Fernández resaltó que el mercado internacional no entiende el concepto  de cajas de ahorros y que deben transformarse en bancos para poder  captar capital. 
   A su juicio, las cajas "han muerto de éxito" y han cumplido su  papel muy bien, pero ahora deben adaptarse al nuevo escenario. En este  sentido, valoró que todas las medidas del Gobierno para paliar la  situación del sistema financiero han fracasado, y que el dinero que se  ha prestado a las entidades, en algunos casos, no se recuperará, porque  no podrán pagar y tendrán que ser intervenidas.
   Además, criticó que se dé dinero a los mismos gestores de  entidades que no han sabido gestionarlas, y defendió que los inversores  quieren una solución concreta para las cajas, no un amplio abanico para  que elijan las propias entidades.
   Asimismo, consideró que las cajas necesitarán más de 20.000  millones para recapitalizarse "porque los activos tóxicos valen más  cero, que 100", y consideró que entre las posibles soluciones a tener en  cuenta se encuentran la de "convertir las cajas en sociedades  anónimas", y lograr un "régimen jurídico para las fundaciones", con el  fin de evitar que sigan controladas por las comunidades autónomas.
   Fernández también consideró necesario imponer un calendario  obligatorio de privatización de las entidades e intervenir o liquidar a  aquellas entidades que lo necesiten. En este sentido, recalcó que el  sistema financiero será nacionalizado parcialmente y que España  necesitará la ayuda europea.
   Este experto también señaló que el consejo europeo de marzo, donde  ser abordará la ampliación del fondo de rescate, será clave para los  denominados países periféricos, como España, y coincidió con el resto de  expertos en que se producirá una nueva crisis de deuda en los próximos  meses.
   El presidente de la Comisión de Economía de CEOE, José Luis Feito,  también resaltó que las cajas necesariamente deberán reducir más su  número, "hasta un dígito", y que no sólo se fusionarán con bancos  españoles, sino también extranjeros.
   En cuanto al crédito, Feito reconoció que España es dependiente  del crédito por el gran número de pymes que componen el tejido  empresarial español, pero hizo hincapié en que "la culpa de que no se  canalice el crédito no es de la banca, porque, incluso, hacen más de lo  que pueden".
   Feito defendió que a las entidades financieras no se les presta  dinero y que los recursos que captan no son suficientes para cubrir la  demanda de financiación, a lo que se une el alto endeudamiento de las  familias. 
   En este sentido, resaltó que no es incompatible el crecimiento  económico con la falta de crédito, ya que se puede obtener financiación  mediante la exportación, pero resaltó que sí es incompatible con la  generación de empleo si el crecimiento que se logra no es fuerte.
   Asimismo, Feito insistió en que el mayor deterioro del crédito que  se produzca en España en los próximos meses dependerá de cómo afronten  las autoridades europeas y españolas el ataque a la deuda que se  producirá en los próximos meses.
    El presidente de la Comisión de Economía de la CEOE también  coincidió en que la reestructuración financiera se ha acometido "tarde" y  que se está regulando en exceso, cuando éste fue uno de los principales  detonadores de la crisis. A su juicio, esto se produce por miedo a que  se den nuevos problemas en el corto plazo.
 
