MADRID.- Unos 30.000 bienes, entre catedrales, iglesias, garajes, 
frontones, jardines, apartamentos y campos de labranza. Esos son los 
bienes que, a falta de confirmación oficial, ha entregado el Colegio de 
Registradores al Gobierno, y que hacen referencia a los bienes 
inmatriculados –puestos a nombre de la Iglesia–
 gracias a la Ley Aznar entre 1998 y 2015, recuerda https://www.eldiario.es. 
 Un informe que, según ha 
podido confirmar eldiario.es, el Ejecutivo socialista tiene en sus manos
 desde hace más de un año y que todavía no ha decidido cómo hacer 
público.
Sin embargo, esa cifra –
adelantada por El País– no
 refleja toda la realidad. "Es el chocolate del loro", lamenta el 
responsable de la plataforma Recuperando, Jorge García, que recuerda al 
Gobierno que la Iglesia "lleva inmatriculando bienes a su nombre desde 
1946". 
"Es imposible saber cuánto", recalca este activista aragonés, que
 ha conseguido, después de muchos años de pelea, que Aragón diera una 
cifra concreta: 49 en la capital (Zaragoza) y 2.023 en toda la 
comunidad. Aunque sin decir cuáles, ni por supuesto hablar de los 
inmuebles puestos a nombre de la Iglesia con anterioridad.
"Se han 'afeitado' las cifras" 
"A
 mí no me gusta dar más cifras que las oficiales", apunta Jorge García, 
que no obstante ve "extraño" que el propio gerente de la Conferencia 
Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal, admitiera el pasado año que los
 bienes inmatriculados rondarían los 40.000, y que una primera 
estimación elevaba los datos a entre 40 y 60.000. "Da la impresión de 
que se han 'afeitado' las cifras", denuncia el responsable de 
Recuperando.
Y es que, por el momento, las únicas 
cifras oficiales (el Gobierno no ha confirmado ni desmentido que el dato
 de 30.000 bienes sea real) son las que distintas asociaciones han 
arrancado en algunos territorios.
Así, la Plataforma 
en Defensa del Patrimonio de Navarra ha conseguido que el Gobierno hable
 de 1.087 propiedades públicas anotadas entre 1998 y 2007, que casi se 
triplicarían si se tiene en cuenta el periodo en que estuvo en vigor la 
'Ley Aznar'. 
Hace meses, la plataforma Recuperando anunció que había 
logrado documentar otros 1.500 registros anteriores a la reforma en el 
territorio foral, aunque, explicaban, en muchos casos una sola 
inmatriculación incluye varios bienes. En un mismo paquete se hablaba de
 parroquia, atrio, casa parroquial o huerto.
Sea
 como fuere, lo cierto es que desde hace años, distintas plataformas en 
favor de la devolución de los bienes expropiados por la Iglesia 
denuncian el "negocio inmobiliario" de la institución católica en 
España, que tiene su máxima expresión en la inscripción a nombre de la 
Iglesia de todos aquellos terrenos, locales y edificios que considerara 
suyos, con la mera firma del obispo, que resulta tan válida como la de 
un notario. 
Algunos de esos bienes, con posterioridad, fueron vendidos 
para otros usos que no fueran meramente litúrgicos.
Una
 vez se conozca el listado de bienes puestos a nombre de la Iglesia, 
serán los posibles afectados, fundamentalmente ayuntamientos, pero 
también particulares, los que tendrían un registro oficial ante el que 
poder recurrir la titularidad del inmueble, cementerio o parque.
Batalla legal
A
 partir de ese momento comenzaría una batalla legal de difícil solución 
puesto que, en la mayoría de los casos, los bienes jamás estuvieron 
registrados oficialmente, de modo que el único papel oficial es el que 
pueda presentar el obispo de cada diócesis.
Esta es 
una de las razones por las que el Gobierno socialista aún no ha hecho 
público el listado de bienes, sin un informe jurídico anexo, en el que 
señalará las dificultades para la reclamación de propiedades, al tiempo 
que advierte de una posible parálisis del sistema jurídico español, sin 
olvidar los más que seguros recursos a la justicia europea. 
La Iglesia, 
que hace unos meses hablaba de "clima de desamortización encubierta", 
está preparada para una hipotética batalla legal.
Distintos
 expertos han apuntado que, una vez publicados los registros (si logra 
salvarse otro escollo, que es el de la Ley de Protección de Datos, a la 
que los Obispados podrían acogerse), tendría que verse qué instituciones
 o particulares podrían, llegado el caso, denunciar la titularidad de 
cada inmueble individualmente. 
"Nosotros no podemos hacerlo", apunta 
Jorge García, de Recuperando, que apunta a que debería ser cada 
Ayuntamiento, o particular, quien habría de intentar hacerlo. "Siempre y
 cuando tuviera algún título de propiedad anterior" lo cual, en el caso 
de los templos, se antoja sumamente complicado. 
Además, según la 
normativa, pasados dos años desde que el bien es registrado resulta casi
 imposible demostrar que la inscripción a favor de la Iglesia perjudicó a
 terceros.
Lo que sí podría plantear el Ejecutivo a la Iglesia sería
 negociar la titularidad de los más de 3.000 edificios reconocidos como 
'Bienes de Interés Cultural', preservando el uso litúrgico y religioso 
de los inmuebles. Unos inmuebles que el Gobierno considera "bienes de 
dominio público" y, por lo tanto, falsas inmatriculaciones. 
La cifra es 
estimativa, teniendo en cuenta los datos de la propia Conferencia 
Episcopal, que en su última Memoria de Actividades afirmaba que "3.168 
bienes inmuebles de interés cultural pertenecen a la Iglesia".
Entre
 ellos, 22 de los 44 bienes culturales declarados Patrimonio Mundial de 
la Humanidad, entre los que se encuentran varias catedrales. 
Hasta 31 de ellas, como ya adelantó eldiario.es,
 fueron nacionalizadas por el Gobierno de Niceto Alcalá Zamora en 1931, y
 ahora podrían volver a manos del Estado, tal y como sucede en Portugal o
 Francia.
En una respuesta de Justicia al diputado 
socialista Antonio Hurtado en la legislatura pasada, se avanzaba que "la
 Constitución española consagra los principios de inalienabilidad, 
imprescriptibilidad e inembargabilidad de los bienes de dominio 
público".
Esto quiere decir –afirmaba el Ministerio– 
que, "si a pesar del control por parte del Registrador, hubieran 
accedido a registro como bienes de propiedad privada bienes que 
efectivamente lo son de dominio público, deberá procederse a la 
correspondiente depuración física y jurídica". 
La decisión 
"correspondería a la Dirección General de Patrimonio del Estado y no al 
Ministerio de Justicia decidir si al Estado corresponde algún derecho 
sobre dichos inmuebles, sometido todo ello a la tutela judicial 
efectiva".
¿Qué bienes podrían verse afectados? Hasta 
31 catedrales (entre ellas, la mezquita de Córdoba, o los templos 
mayores de San Sebastián, Valladolid, Granada o Málaga), u otros 
templos, como la Seo de Zaragoza o la Giralda de Sevilla. 
Del mismo 
modo, habría que valorar cuáles de esos 3.168 bienes calificados como 
'de interés cultural' fueron puestos a nombre de la Iglesia entre 1998 y
 2015, para posteriormente proceder, en su caso, a la rectificación de 
la inmatriculación. 
Junto a ellos, muchos de los 616 santuarios 
existentes en España (desde Covadonga a Guadalupe, pasando por Caravaca 
de la Cruz, Loyola, El Rocío o Torreciudad).