MURCIA.- Son muchos los problemas de toda índole que le afectan de manera negativa y que impiden un desarrollo normal de las empresas del Transporte por Carretera, según claman fuentes del sector, estratégico en la Región de Murcia para poder colocar en sus mercados exteriores nuestra producción agrícola.
Algunos de estos problemas vienen derivados de la propia estructura 
del sector, con una gran atomización y una escasa dimensión de las 
empresas que lo constituyen, 99.216 empresas con 229.898 vehículos 
pesados en España y 3.383 empresas con 14.483 vehículos pesados en 
Murcia, según datos del Ministerio de Fomento referidos al 10 de 
diciembre de 2018.
Aunque la media de vehículos por empresa casi dobla en Murcia la 
media nacional (4,3 frente a 2,3) nos da una idea del tipo de empresa 
que conforma el sector, autónomos y PYMES en su mayoría, siendo la 
formación la mayor carencia, consecuencia de su escasa dimensión y la 
brutal competencia existente consecuencia de la enorme atomización.
Por otra parte, la demanda cada vez está más concentrada 
conformándose ésta por grandes empresas, poderosas cadenas de 
distribución y operadores logísticos.
Se produce pues una situación de debilidad por parte de la empresa 
transportista frente a su cliente que le impide negociar unas 
condiciones razonables en la prestación de sus servicios y se ve 
sometido, en la mayoría de los casos, a la voluntad del contratista que 
exige condiciones muchas veces abusivas.
Esta situación del mercado afecta a la rentabilidad de las empresas 
que les impide disponer de recursos suficientes para realizar 
inversiones, no solo en la renovación y ampliación de flota, sino en 
actividades complementarias de la cadena logística que añadan valor a 
los servicios de transporte.
Por otra parte, se hace preciso reducir la enorme presión fiscal que 
soporta el sector, así como la armonización de la normativa a fin de que
 no exista una distorsión en la competencia debido a la existencia de 
distintos sistemas de tributación.
La seguridad, la circulación libre de restricciones o la transición 
energética, son cuestiones que vienen afectando de manera cada vez más 
preocupante a las empresas de transporte.
Así las cosas, de manera resumida, el Comité Nacional del Transporte 
por Carretera, órgano consultivo de la Administración del que forman 
parte las asociaciones de transportistas y operadores de transporte que 
han acreditado una determinada representatividad, han planteado al 
Ministerio de Fomento una serie de medidas  encaminadas a la solución de
 estos problemas.
Estas son las medidas que se reclaman:
Compromiso de no aplicación de la directiva Euroviñeta en la 
totalidad de la red viaria. Derogación de la totalidad de las medidas 
adoptadas de desvío obligatorio del transporte pesado hacia vías de 
peaje.
Modificación de la ley de contrato de transporte, derogando la 
posibilidad del pacto en contrario, en las siguientes materias: plazos 
de pago; aplicación de la cláusula de revisión del precio del 
combustible y operaciones de carga y descarga. Incluyendo la prohibición
 de que, en el transporte de carga completa, la carga y la descarga la 
realice el conductor del vehículo. Coordinación de las actividades de 
transporte. Por último, reducción del tiempo previsto para la 
paralización.
Desarrollo de medidas eficaces en la lucha contra las empresas buzón y otros supuestos de competencia desleal.
Coordinación de planes de movilidad.
Armonización fiscal en el sector del transporte.
Solución a los cuellos de botella en pasos fronterizos.
Negociación y racionalización en la política de transición ecológica.
Elaboración y desarrollo de planes de áreas de descanso en toda la red viaria con certificación de área segura.
Modificación de la regulación de la acción directa, extendiendo su ejercicio a los operadores de transporte.
Inclusión en el régimen de gasóleo profesional a todo el transporte 
profesional de mercancías sujeto a autorización de transporte.
Suspensión en la aprobación del ROTT sin consenso del Comité Nacional.
Tras consulta efectuada a la Comisión Nacional de los Mercados y de 
la Competencia regulador de esta medida, en caso positivo, prohibir por 
ley su realización en el sector del transporte, bajo condiciones 
económicas abusivamente bajas, más allá de los costes mínimos de 
transporte referenciados en los Observatorios publicados por el 
Ministerio de Fomento.
En otro orden de cosas, hay asuntos que demandan una respuesta 
efectiva por parte del Estado, como garantizar la libre circulación en 
nuestras carreteras (caso de los CDR en Cataluña) y demandar a la Unión 
Europea las medidas que sean precisas para que se respete este derecho 
en su seno (caso de los chalecos amarillos) y de no cumplirse se 
establezcan sanciones contundentes disuasorias para el Estado que 
incumpla y un procedimiento indemnizatorio efectivo para las empresas 
que lo sufran.
Así mismo son de honda preocupación para nuestras empresas temas como
 la intrusión de polizones en los camiones, la negociación del 
denominado Paquete de Movilidad de la UE, en especial la "vuelta a casa"
 de nuestros conductores, el consumo de alcohol y drogas por parte de 
conductores profesionales, la escasez de conductores para el transporte 
internacional o los interrogantes que se plantean sobre el brexit.

 
 





