MADRID/MURCIA.- El Banco de España achaca a las condiciones laborales la subida del alquiler.
 El mercado del alquiler se ha convertido en una ecuación de endiablada 
solución. La ausencia de estadísticas oficiales ha sido                 
                            un campo fértil para la proliferación de teorías
 que explican la acusada subida de las rentas producida durante los 
últimos años. Una de ellas es la que achaca a los pisos turísticos el 
«boom» del sector residencial. 
España ha pasado en una década de tener 2,4 millones de hogares viviendo de alquiler a tres millones. El 
auge del alquiler
 en España, sin embargo, parece estar más relacionado con una necesidad 
que con un cambio de mentalidad. Y así lo constata el Banco de España, 
que vincula directamente el 'boom' de los alquileres con la precariedad laboral.
En
 su último boletín económico sobre la 
"Evolución reciente del mercado 
del alquiler de vivienda en España", elaborado por David López-Rodríguez
 y María de los Llanos Matea y 
publicado este jueves, el organismo destaca cómo "la dificultad de los colectivos con menor renta para incrementar sus ingresos por la aún elevada incidencia del desempleo, la escasa duración de los nuevos contratos laborales o la mayor relevancia de la jornada reducida habrían aumentado la demanda de alquiler residencial, especialmente entre los hogares jóvenes".
De hecho, el organismo señala que existen un conjunto de determinantes económicos y demográficos —no
 sociológicos— que "habrían contribuido al auge de la demanda de 
alquiler residencial y a su traslación a un aumento significativo de los
 precios en este mercado". 
De hecho, detecta una mayor relevancia y 
dinamismo en determinados colectivos en los que, de hecho, existe una 
mayor precariedad laboral: hogares jóvenes, inmigrantes y trabajadores temporales.
El Banco de España destaca, además, una mayor preeminencia del alquiler en hogares cuya persona de referencia se encuentra en desempleo o con un contrato de trabajo temporal. Un situación que en su opinión "ilustra la relevancia central de las condiciones del mercado de trabajo para explicar la dinámica reciente del alquiler residencial".
Sin ahorros para comprar
Asimismo, del informe del Banco de 
España se extrae una dramática conclusión. Muchos de esos hogares están 
prácticamente condenados a vivir de alquiler ante la imposibilidad de 
comprar casa. En este sentido, destaca cómo en el periodo de 
recuperación económica que se inició en 2013, "se observa la dificultad de los colectivos con menor renta para
 incrementar sus ingresos actuales y esperados, por la aún elevada 
incidencia del desempleo, la escasa duración de los nuevos contratos o 
la mayor relevancia de la jornada reducida. 
La combinación de bajos 
ingresos laborales y de riesgo de pérdida de empleo dificultaría a un porcentaje significativo de hogares (especialmente, jóvenes) con niveles de renta y patrimonio reducidos el acceso a un préstamo para la adquisición de vivienda".
Hay
 que recordar que, como regla general, la banca solamente está 
concediendo financiación sobre el 80% del valor de venta o de tasación 
de la vivienda. A lo que habría que sumar otro 10% en concepto de 
gastos. Es decir, para una vivienda de 200.000 euros, serían necesarios 
unos ahorros de, aproximadamente, 60.000 euros.
De tal manera que "la dificultad de acumular el ahorro necesario para
 adquirir una vivienda habría incrementado, de este modo, la demanda de alquiler residencial
 o, para los hogares con menor renta, la permanencia en la vivienda 
familiar". 
En este sentido, tal y como mostraba la 'Encuesta financiera 
de las familias 2014', a la que hace referencia el Banco de España, los hogares con menor renta son los que declaran en una mayor proporción residir en viviendas que no son de su propiedad y los que experimentaron los mayores crecimientos de alquiler residencial de 2011 a 2014.
"Esto podría provocar una mayor permanencia en el mercado del alquiler por
 parte de los hogares jóvenes, y en particular entre aquellos con 
menores ingresos y con precariedad laboral, contribuyendo de este modo 
al incremento de la demanda de alquiler", constata el Banco de España.
El alquiler se 'come' los ingresos
Por
 otro lado, los hogares con menores ingresos, mayor inestabilidad 
laboral, trabajos más precarios y rentas más bajas también son los más 
afectados por los fuertes aumentos de los alquileres. En 2014, es decir,
 hace cinco años, antes del 'boom' del alquiler, este 
se 'comía' el 27,8% de los ingresos netos de los hogares españoles y el 
46,9% de los hogares con menores ingresos, en ambos casos porcentajes 
muy superiores a los de la OCDE.
Porcentajes que, tras los fuertes
 incrementos de precios en los últimos cinco años se habrían deteriorado
 sensiblemente. De hecho, 
según datos de Fotocasa e Infojobs,
 los hogares destinan el 34% de sus ingresos al pago del alquiler, 
mientras que en Madrid y Cataluña este porcentaje se incrementa hasta el
 50%. 
Pero además, según datos de 2016 de la OCDE, en España un 25% de 
los hogares españoles gastaba más del 40% de su renta neta disponible al
 pago del alquiler, el peor porcentaje, solo por detrás de Reino Unido y
 Grecia.
El Banco de España, con base en los datos de 
idealista.com, estima que los precios de los alquileres ofertados en el 
portal se han disparado un 50% desde su mínimo, en el último 
trimestre de 2013, hasta el máximo observado en mayo de 2019, mientras 
que durante este mismo periodo, los precios de oferta de venta de 
vivienda han crecido a un ritmo significativamente menor, del 6,8%. Y 
descarta que el fuerte incremento del alquiler turístico haya provocado 
una mayor tensión de precios en el alquiler tradicional.
Por otro 
lado, el boletín económico también relaciona la falta de trabajo con el 
incremento de precios de los alquileres en determinados mercados. 
"La 
demanda de alquiler residencial se habría incrementado especialmente en algunos municipios que ofrecían mejores oportunidades tanto de formación como laborales. La evidencia disponible muestra que en los últimos años se ha producido una mayor concentración de los flujos migratorios internos en capitales de provincia
 con mayor población y en las que se aprecia mayor dinamismo del empleo.
 De manera coherente con este fenómeno, se observa una correlación 
positiva entre el crecimiento de los precios de oferta de alquiler y el 
dinamismo demográfico en el ámbito de capitales de provincia".
La rentabilidad se resiente
El
 'boom' en el mercado del alquiler ha estado alimentado por el enorme 
interés inversor por este tipo de activos. No en vano, comprar una 
vivienda para destinarla posteriormente al alquiler ofrecía
 rentabilidades brutas muy atractivas hasta hace un par de años, mientras que "los incentivos fiscales a la inversión empresarial en
 el mercado del alquiler, como por ejemplo el régimen especial de las 
sociedades de inversión inmobiliaria (socimis), favorecen la 
rentabilidad para este tipo de agentes".
De hecho, durante el 
primer trimestre de 2019, esta magnitud se situó en el 3,9%, por debajo 
del 4% por primera vez desde marzo de 2013, prácticamente un año antes 
de que el mercado inmobiliario tocara fondo e iniciara su recuperación. 
Un descenso que viene provocado por el incremento en los precios de 
venta de las viviendas y unos precios de los alquileres que comienzan a 
tocar techo en los mercados más dinámicos.
"Desde 2017, la rentabilidad bruta del alquiler se 
estaría reduciendo en estas ciudades —Madrid y Barcelona—, y alcanza en 
la actualidad los niveles de 2014. Esta dinámica refleja el notable incremento del precio de oferta del alquiler superior al precio de venta hasta 2017,
 observándose en 2018 una desaceleración del precio del alquiler —e 
incluso su estancamiento— en Barcelona, y un notable dinamismo de los 
precios de oferta de venta en Madrid", apunta el organismo en su 
informe.
Socimis y fondos controlan el 10% del mercado del alquiler en España
El Banco de España revela en su boletín económico un dato relevante. Las sociedades destinadas al alquiler de vivienda representan alrededor de un 10% de las viviendas en alquiler en 2018 —con especial presencia en las grandes ciudades—, mientras que el resto estaría en manos de particulares.
De hecho, en la ciudad de Barcelona, las personas jurídicas representaban en 2018 alrededor del 25% del mercado del alquiler residencial, tal y como recoge el último 
Observatori Metropolità de l’Habitatge de Barcelona, de 2019.
Un porcentaje reducido pero que contrasta con el 
3% que se maneja extraoficialmente en el sector inmobiliario.
Y es que, tal y como destaca el organismo, "el incremento de la rentabilidad del
 alquiler y, por tanto, de su atractivo como instrumento de inversión 
coincide con la entrada en el mercado de nuevos operadores", quienes, 
por otra parte, cuentan con incentivos fiscales.
La vivienda usada sube más de 
un 2% en la Región durante julio
Según el informe mensual de precios de venta de 
www.pisos.com, la 
vivienda de segunda mano en Murcia en julio de 2019 tuvo un precio medio
 de 1.130 euros por metro cuadrado. Esta cifra registró un descenso del 
0,31% frente al mes de junio.
Interanualmente, se produjo un ascenso del
 2,04%, el segundo menos intenso de España. Así, Murcia fue la tercera 
autonomía más barata del país, por detrás del Castilla-La Mancha (916 
euros/metro) y Extremadura (995 euros/metro).
En el ranking por 
provincias, Murcia fue la décimosexta más asequible del país. En cuanto a
 la vivienda de segunda mano, en España, en julio de 2019 registró un 
precio medio de 1.699 euros por metro cuadrado, con un descenso mensual 
del 0,99%. De un año a otro, la cifra registrada marcó una subida del 
5,86%.
Según el director de Estudios de 
Pisos.com, Ferran Font, 
«se está rozando el techo de las subidas en las localizaciones donde hay
 más demanda que oferta».
El portavoz del portal inmobiliario ha 
indicado que «no hay margen para mayores subidas en determinados 
barrios, dado que la mayoría de los potenciales compradores de vivienda 
de segmento medio están buscando al máximo de su capacidad de 
endeudamiento».
Font señala que «no sería prudente volver a 
endeudar a las familias por encima de sus posibilidades, aun aportando 
ahorro y demostrando su solvencia frente a la entidad financiera que 
concede el préstamo, ya que se está comprometiendo el consumo de otros 
bienes y servicios esenciales para la economía española».
Así, la 
incompatibilidad entre precios y sueldos tendría como consecuencia, 
según el experto, que el sector dé por cerrado el ciclo expansivo para 
«entrar en una fase con fundamentales como compraventas e hipotecas 
prácticamente estancados».
Asimismo, Font apunta que «la carestía del 
suelo, los altos costes de construcción y la lentitud administrativa 
imposibilitan el volcado de nuevo producto al mercado».
Por otro 
lado, el directivo ha admitido que «la incertidumbre política no 
contribuye a estabilizar un mercado que necesita de actuaciones urgentes
 en lo que respecta a rehabilitación, seguridad jurídica y vivienda 
social».
Murcia, la undécima capital más barata del país
La
 capital murciana permaneció invariable en el último mes. 
Interanualmente, Murcia (5,06%) arrojó un ascenso intermedio. En julio 
de 2019, según indica el informe de Pisos.com, la capital regional marcó
 un precio de 1.204 euros por metro cuadrado, siendo la undécima capital
 más asequible del país.