MADRID.- Sin prisa pero sin pausa, el sector de la construcción sigue 
reforzando su peso en la economía española, y así se refleja en el 
Ecobarómetro, elaborado cada tres meses por Informa D&B y 
elEconomista desde inicios de 2016.  
Los últimos datos analizandos, 
correspondientes al segundo trimestre, muestran como el ladrillo es el 
que más creación de empresas inspira, e incrementa su distancia respecto
 al resto de sectores, alcanzando el máximo de la serie iniciada hace 
más de dos años. 
Así, entre abril y junio, el 23% de las empresas que se
 constituyeron en España correspondieron al ámbito de la construcción y 
las actividades inmobiliarias, un punto más que en el trimestre anterior
 y tres más que cuando comenzó a elaborarse el Ecobarómetro. 
Entonces, 
el protagonismo en la natalidad empresarial lo lideraba el comercio, 
pero hace un año que la construcción lo supera trimestre a trimestre 
relegándolo al segundo puesto. 
Los datos más recientes suponen la mayor 
diferencia hasta la fecha entre ambos, con un 20% de nuevas sociedades 
dedicadas al comercio, frente al mencionado 23% de la construcción.
El tercer lugar, con un peso del 14% de las nuevas empresas, se 
mantienen los servicios empresariales, que incluyen actividades 
administrativas y otras actividades auxiliares a las empresas, servicios
 a edificios, consultoría, seguridad, investigación y desarrollo, 
publicidad y estudios de mercado, y análisis técnicos, entre otros. 
El 
director de desarrollo corporativo y relaciones internacionales de 
Informa D&B, José Antonio Teijelo, atribuye el dinamismo de este 
sector a la nueva etapa económica abierta tras el proceso de 
desendeudamiento que negocios y hogares debieron afrontar al estallar la
 crisis: "Ahora las empresas ya están saneadas e impulsan nuevos 
proyectos y vuelven a contratar servicios externos".
En el ámbito del empleo, la construcción también destaca por su 
vitalidad y en el segundo trimestre logró su mayor incremento en 
contratación de la serie histórica, con un avance del 10,7% respecto al 
trimestre anterior, si bien hay otros sectores por delante, con la 
hostelería al frente por los efectos estacionales.
 También destaca en 
crecimiento del empleo entre abril y junio el auge de los servicios 
empresariales, así como de la categoría de otros servicios, que incluyen
 actividades vinculadas al entretenimiento y la cultura, así como 
actividades en los hogares.
La industria aumenta el empleo a un ritmo menor pero progresivo, 
registrando su máximo de la serie con un crecimiento del 7,28%. El 
empleo industrial destaca por su calidad en cualificación y salarios, y 
Teijelo apunta como motores de su auge a las exportaciones y a los 
aprovisionamientos para la construcción. 
En general, los datos de empleo del Ecobarómetro no distinguen el 
tipo de contratación efectuada, por ejemplo, si es indefinida o 
temporal, pero el cómputo global del segundo trimetre constata que las 
contrataciones se refuerzan con un avance de casi el 10%, el mayor de la
 serie iniciada el primer trimestre de 2016.
Por lo que respecta a la capacidad de pago, en el periodo abril-junio
 mejoró en todos los sectores y en casi todos los territorios (ver 
página siguiente), pero el aumento intertrimestral (del 0,3%) fue el 
segundo más bajo de la serie, por detrás del 0,1% registrado en el 
cuarto trimestre de 2017. 
Entonces, la inestabilidad política en 
Cataluña tuvo efectos económicos negativos, especialmente en el comercio
 y el turismo, que se vieron reflejados en el Ecobarómetro de cierre del
 año. La construcción sigue a la cola en capacidad de sus empresas para 
hacer frente a los pagos, pero va mejorando a un ritmo superior a la 
media.
De momento, sin burbuja
El experto de Informa 
D&B considera que, pese al alza del ladrillo, todavía no se puede 
hablar de una nueva burbuja inmobiliaria, si no de recuperación del 
sector tras la crisis, con nuevos proyectos y servicios para atender a 
la demanda existente. Evidencia que el segmento más activo es el 
residencial, que cuenta con interés entre quienes buscan un hogar y 
también como vía de inversión. 
"Con la Bolsa muy volátil y la renta fija
 en tipos de interés prácticamente en negativo, la gente con ahorros se 
compra un piso", indica. Agrega que con la crisis se ha perdido la 
percepción de que el ladrillo nunca baja, pero al menos es una inversión
 que se puede disfrutar, por ejemplo, si se adquiere una segunda 
residencia.
También destaca el boom de los alquileres, y defiende el aumento de 
la oferta para aliviar los precios de los arrendamientos, que no paran 
de subir en las grandes ciudades. "Es un negocio con mucho recorrido 
porque es un mercado todavía ínfimo en España", concluye.
Crecimiento más lento
La
 imagen de conjunto del Ecobarómetro coincide con los datos de otros 
organismos privados y públicos, nacionales e internacionales, sobre la 
ralentización de la economía española. Así, sitúa el avance 
intertrimestral de su termómetro de la economía nacional en 0,16 puntos 
el segundo trimestre, un ritmo que solo fue inferior en el último 
trimestre de 2017 -con un aumento de 0,10 puntos-. 
Teijelo es prudente en la interpretación. Constata la desaceleración,
 pero señala que, conforme se alarga el crecimiento en el tiempo, las 
oscilaciones son cada vez más suaves. El termómetro ha crecido más de un
 punto respecto al segundo trimestre de hace un año y, desde los inicios
 del Ecobarómetro, el incremento es de más de tres puntos, siempre con 
avances trimestre a trimestre. 
De todas formas, el experto reconoce que 
también influyen otros factores, y que el segundo trimestre ha sido un 
periodo de transición, en el que todavía no se refleja el cambio de 
inquilino en La Moncloa tras la moción de censura de Pedro Sánchez a 
Mariano Rajoy. 
"El runrún político no está afectando tanto como se podía
 esperar, pero influye, por ejemplo, porque cambia el personal en las 
administraciones que debe tomar decisiones y tramitar proyectos". 
Ello 
es aplicable tanto al Gobierno central como a unos de los motores 
económicos nacionales, Cataluña, ya que el mismo día que Sánchez tomaba 
posesión como presidente español -el 2 de junio-, hacía lo propio el 
nuevo Ejecutivo de Joaquim Torra, dando por superada la intervención del
 artículo 155 de la Constitución.
También influirán en los próximos trimestres los comicios 
municipales, autonómicos y europeos de 2019. "Tras las elecciones puede 
haber acuerdos que den estabilidad o todo lo contrario, es imprevisible,
 pero las empresas tiran adelante".
Futuro con luces y sombras internacionales
Más
 allá de los condicionantes internos de la economía española, el futuro 
viene marcado por un contexto internacional con luces y sombras. En el 
apartado favorable, figura la lenta retirada de los estímulos por parte 
del Banco Central Europeo (BCE), que favorece la financiación y las 
exportaciones. También llama al optimismo la moderación en los precios 
del petróleo, mientras que en el apartado negativo están las amenazas y 
primeras decisiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, 
respecto a la imposición de aranceles, lo que está desatando una guerra 
comercial internacional que también afecta a Europa.