MURCIA.-   El presidente del Gobierno regional, Ramón 
Luis Valcárcel, ha descartado que vaya a adoptar ni solicitar ninguna 
medida de protección especial tras los "'escraches' e insultos" que ha 
denunciado sufrir en los últimos días. "No voy a pedir protección por 
eso, ni creo que sean tan malas gentes, que no lo son sin duda alguna, 
como para que uno tenga que ir más provisto de seguridad".
   Valcárcel denunció la semana pasada los ataques que sufre su 
familia y él mismo por las medidas que ha adoptado en la Comunidad y 
aseguró que ahora le llaman "hijo de la gran puta" porque solamente 
declara 122 euros en su cuenta corriente, según han informado fuentes 
'populares'.
   El presidente murciano ha considerado que la gente "tiene todo el 
derecho a manifestar situaciones de injusticia, de agravios y de 
sentimientos reales que ocurren a la sociedad". La cuestión, a su 
juicio, es "cómo se hace y en dónde se hace" esta protesta.
   Ha indicado que el 'escrache' no deja de ser "una protesta", y 
aclara que la gente en democracia "tiene derecho a protestar", pero 
añade que, en democracia, el derecho se acaba "donde empieza el derecho 
del otro". A su parecer, no parece que sea "muy democrático ir a casa de
 nadie".
   Valcárcel lamenta que sufrió esta protesta el sábado pasado en su 
propia casa, cuando un grupo de gente estuvo en la calle durante 20 
minutos llamándole "asesino".
   Sin embargo, Valcárcel se pregunta a quién ha matado él, y qué 
responsabilidad tiene él "sobre los préstamos hipotecarios que hayan 
dado o no los bancos". Asimismo, se cuestiona, qué ha legislado él sobre
 las hipotecas.
   En este sentido, recuerda que "ha habido mucho tiempo para 
legislar" a este respecto, "no ahora", sino que "podemos remontarnos 
muchísimos años atrás". Sin embargo, entonces "no había quien practicara
 la presión", a diferencia de ahora, por lo que "cada cual queda donde 
queda".
   Valcárcel ha afirmado ser un "demócrata de verdad" y ha dicho 
respetar el "derecho a protestar todo el del mundo", pero ha reclamado 
que se respete "lo que hay que respetar", y cree que los edificios 
privados, las viviendas y los insultos "no parecen estar incluidos en 
este capítulo".
 
