MURCIA.- El principal imputado del caso de corrupción Limusa, Francisco Gil  Eguino reconoce, en la segunda sesión del juicio oral, por la que se  investiga una presunta trama de corrupción entorno a la empresa de  limpieza municipal de Lorca del mismo nombre, que, aprovechando un viaje  a Sevilla en abril de 2004, "realizado por motivos de trabajo y fuera  del horario laboral y acompañado por diversas personas y personalidades  que no recuerdo", abonó, con cargo a fondos de Limusa, 4.828 euros de un  total de 6.279 euros "las consumiciones y los servicios profesionales  de alterne prestados en 'La casita Sevilla' a los mismos".
 
   Pero, subrayó en la Sala del Jurado del Palacio de Justicia de  Murcia, "en ningún momento hice uso de tal tarjeta para mi propio  beneficio". Asimismo, reconoce que días después cargó a la cuenta de  Limusa las consumiciones realizadas en el mismo local "pero sin abonar  servicios profesionales de alterne", la suma de 790 euros.
 
   Otras imputaciones que el acusado ha reconocido son la aplicación  privada de bienes muebles pertenecientes a un organismo dependiente de  la administración por el uso de los muebles de Limusa con fines propios.
 
   Y que en el ejercicio de sus funciones como director de la entidad  Limusa, añadió, "no controlé diversas facturas", cuya supervisión y  control directo, según el Manual de Funciones, correspondía al  responsable y jefe de Compras y al jefe de Administración "si bien por  razón de cargo daba el visto bueno a las mismas y di lugar a que otros  incluyeran datos inciertos".
 
   En concreto, explicó, facturas emitidas a una empresa por importe  de 14.070,80 euros entre los años 2003 y 2006 y facturas a otra empresa  que sumaban un total 13.242,65 euros, al tiempo que ha recordado que ha  abonado en la cuenta de la Sala del TSJ 40.000 euros a lo largo de 2011.
 
   A preguntas del fiscal del caso, Juan Pablo Lozano, ha asegurado  que no sabía que las facturas fueran falsas, que éstas habían sido  firmadas anteriormente por dos personas, gente que consideraba de  confianza, y que "ni siquiera" él controlaba el pago de las mismas,  aunque "éstas son exclusivas del jefe de Administración".
 
   Está claro, señaló, "que no revisé el trabajo", pero también que  "no me he apropiado de ningún dinero, de lo que tengo culpa es de no  haber investigado más y haberlo evitado, pero no me he quedado con  dinero", insistió, además, "no he podido sacar dinero porque no sé el  número de la caja de Limusa", manifestó Gil Eguino. 
 
   Sobre ciertas comidas y viajes a cuenta de la empresa municipal,  el acusado ha indicado que el único gasto apuntado fue el viaje a  Sevilla, ya reconocido, "todos los demás gastos han sido por motivos de  trabajo y necesidad" y, apostilló, "no solamente de Francisco Gil  Eguino". De hecho, aseguró, "se me imputan comidas en las que no he  estado".
 
    En este sentido, el fiscal le ha preguntado como era posible que  su nombre aparezca en las cuentas por comidas en varios restaurantes el  mismo día o cenas, y al respecto ha afirmado que los jefes de  departamentos de la empresa tenían también autorización para cargar  comidas de trabajo a Limusa.
 
   De tal forma ha señalado que "nunca" ha usado la tarjeta de Limusa  durante fines de semanas por motivos personales y que las asistencias a  viajes era para realizar gestiones de Limusa "o municipales".
 
   Sobre la proximidad de viajes a Madrid, señala que responde a  motivos de agenda y compromisos de delegados y concejales; en cuanto a  la asistencia a partidos de fútbol de Real Madrid a costa de la empresa  municipal, Gil Eguino ha manifestado que no es cierto y un "yo soy del  Athletic del Bilbao".
 
   En caso de asistir, apuntó, se hizo tras jornadas de trabajo, y  que mientras unos iban al fútbol, otros al cine o a los toros pagado de  sus bolsillos, nunca a costa de Limusa.
 
   Gil Eguino, acusado de un delito de malversación y falsedad de la  factura de proveedores con todo tipo de gastos, malversación con  falsedad, así como de prevaricación en lo referente a la mejora y al  maltrato a los trabajadores de Limusa y beneficios que otorgaba a su  mujer y de falsedad en documento mercantil, ha confesado que a la única  persona del Ayuntamiento a la que entregó dinero en concepto de facturas  fue a Miguel Navarro, "nunca a Bartolomé Soler". 
  
   Sobre la acusación particular del ex empleado de Limusa que  denunció la trama, Jacinto Parra, por un presunto delito de 'mobbing',  ha destacado los cambios de humor, problemas de salud y familiares de  este empleado.
 
   Dice que no lo ha maltratado, de hecho, relató, "me vino llorando  diciendo que quería irse de la empresa por los problemas que tenía y le  dije que dónde iba, que se quedara ahí, que le permitiría cosas" e  incluso le dijo "si quieres no vengas". Además, subrayó, "todos los  títulos que tiene es gracias a que yo le insistía y los ha pagado  Limusa".
 
   Sobre el cambio de dependencias, Gil Eguino ha explicado que se  trasladó a él y a todo el departamento de Servicio, "ahora si que está  en una ofician tercermundista", expresó, tras lo que resaltó, "si  hubiera querido quitármelo de encima podría haberlo hecho cuando era  encargado de la depuradora, cuando hubiera sigo subrogado por Aguas de  Lorca pero me dijo que quería quedarse", así que, sentenció, "tan mal no  estaría".
 
   A pesar de ello, ha manifestado que, aún siendo exigente y duro,  "no soy un hostigador, siempre he respetado a la gente, soy conciliador y  si me ha pasado esto es porque soy gilipollas". Aunque ha reconocido  que hacía contar a sus trabajadores dinero de sus empresas privadas.
  
   En cuanto a su mujer, también acusada, ha explicado que se  incluyeron en sus nóminas ayudas de estudio por valor de 66.000 euros  "en concepto de docencia", algo, remarcó, "que también se ha pagado a  otros empleados" aunque reconoce que la universidad privada de su hija  --Universidad Europea-- es más cara. Pero, apuntó, "todo era lícito".
 
   Asimismo, considera que es normal que a medida que la empresa  municipal crecía en responsabilidades y contratos, "también de trabajo",  se les reconociera con una mejora salarial, algo, señaló, que responde a  su contrato y que está incluido en los Presupuestos.
 
   Cabe recordar que en la primera sesión del juicio, hace dos  semanas, se retiró la acusación contra el ex alcalde de Lorca, Miguel  Navarro, y contra los empresarios, Juan Antonio Franco y Antonio  Francisco Córcoles porque, según explicó el fiscal anticorrupción, Juan  Pablo Lozano, "las acusaciones han prescrito".
 
   Además, el fiscal llegó a un acuerdo de conformidad con los  abogados de tres de los acusados, entre ellos el ex diputado Bartolomé  Soler, que supondrá una reducción de sus penas, pues se ha conformado  con un año y medio de prisión, además de un año, un mes y 15 días de  inhabilitación para cargo público.
 
   A la vista de esta última sesión han acudido también Jesús Molina,  que fue consejero delegado de Limusa desde su designación en 1999 hasta  2003 y vocal desde julio 2003 hasta 2007, el interventor municipal  Francisco Javier Poyato, el ex diputado Bartolomé Soler y la mujer de  Gil Eguino, Ofelia González.
 
   La sesión del juicio oral de Limusa continuará esta tarde, sobre  las 17.00 horas en la Sala del Jurado del Palacio de Justicia de Murcia.  Las siguientes sesiones se sucederán, previsiblemente, este jueves y  viernes, también en horario de mañana y tarde.
    En el marco de esta trama fueron detenidos y puestos después en  libertad con cargos ex concejales del PSOE en el Ayuntamiento lorquino,  entre ellos el ex alcalde socialista regidor de este municipio lorquino  durante 13 años, Miguel Navarro; el ex gerente de Limusa, un dentista,  un notario, un corredor de seguros y empresarios.