MURCIA.- Antonio Cerdá, consejero de Agricultura y Agua, está a un 
paso de convertirse en el primer miembro en activo del Consejo de 
Gobierno de Murcia que tiene que comparecer ante la justicia en calidad 
de imputado. A tan delicada tesitura ya tuvo que enfrentarse Francisco 
Marqués, exconsejero de Sanidad y de Medio Ambiente en diferentes 
gobiernos de Valcárcel, con la diferencia de que cuando se las vio por 
vez primera ante un juez, en 2009 -estuvo detenido y sigue imputado por 
el 'caso Zerrichera'-, llevaba meses fuera de la vida pública, según recuerda hoy 'La Verdad'.
La iniciativa legal contra Antonio Cerdá procede de la 
titular del Juzgado de Instrucción nº 2 de Murcia, Miriam Marín 
García, que acaba de remitir una exposición razonada al Tribunal 
Superior de Justicia (TSJ) de Murcia en la que resume los supuestos 
indicios de prevaricación existentes contra el consejero. Unos datos 
incriminatorios que surgen de la investigación abierta en 2007 por 
delitos de prevaricación, falsedad documental y tráfico de influencias, 
en torno a unas actuaciones de la Comunidad Autónoma, presuntamente 
irregulares, que habrían favorecido a la promotora Hansa Urbana en su 
intento de construir unas 3.000 viviendas, dos hoteles de lujo y dos 
campos de golf a orillas del Mar Menor.
'Novo Carthago', que es el nombre del que en ese momento 
constituía el mayor complejo residencial proyectado en la Región, se iba
 a levantar sobre una superficie de unas 580 hectáreas, adquiridas en la
 diputación cartagenera de El Beal, junto al monasterio de San Ginés de 
la Jara. 
Lo que este juzgado investiga, en concreto, son las razones
 por las que desde la Consejería de Agricultura se modificó en 2003 el 
Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Mar Menor, con 
lo que se permitía que Hansa Urbana pudiera construir uno de los campos 
de golf y otros equipamientos deportivos y recreativos en el interior de
 una zona protegida: el saladar de Lo Poyo. 
Con ese cambio normativo, 
'Novo Carthago' lograba liberar gran cantidad de terreno en el núcleo 
del complejo destinado a acoger las viviendas y los hoteles.
Hasta este momento, los dos únicos imputados en este caso 
son Carlos Brugarolas, el ex director general de Medio Natural 
-departamento que en esa época estaba adscrito a la Consejería de 
Agricultura-, y María Antonia Fernández Cano, exasesora de Antonio 
Cerdá, que fueron quienes asumieron el peso de la modificación del PORN 
del Mar Menor. 
Aunque en sus respectivas declaraciones ambos trataron de 
dejar a Antonio Cerdá al margen de responsabilidad, el fiscal 
anticorrupción, Juan Pablo Lozano, presentó hace meses un informe en el 
juzgado en el que establecía, de manera muy detallada, todos los 
indicios que apuntaban a Cerdá como impulsor de una presunta 
modificación legal 'a la carta'; un cambio con el que se habría buscado 
adaptar la norma a las necesidades específicas de la promotora.
Ahora, después de un prolongadísimo periodo de estudio -en 
torno a nueve meses, según fuentes próximas al proceso-, la juez Miriam 
Marín se ha decidido por fin a enviar el asunto al TSJ de Murcia, al 
objeto de que estudie si Antonio Cerdá debe ser o no imputado. Es la 
Sala de lo Civil y de lo Penal la única que puede adoptar una decisión 
al respecto, toda vez que Cerdá, por su condición de consejero, disfruta
 de un fuero especial que impide que sea encausado por un juzgado de 
Instrucción.
Fuentes próximas al proceso, que han confirmado a 'La 
Verdad' la remisión del asunto al TSJ, indican que en las diligencias 
figuran las declaraciones de un buen número de técnicos y altos 
funcionarios de Medio Ambiente, que en 2003 habrían resistido supuestas 
presiones para que justificaran, a través de sus informes, la 
modificación del PORN. Ante la supuesta resistencia de estos empleados 
públicos a ceder a tales requerimientos, desde la Consejería se habría 
recurrido a una licenciada en Derecho, la asesora María Antonia 
Fernández, para redactar el borrador con el que se inició el proceso de 
cambio normativo. 
Pese a que por su condición de trabajadora eventual no 
debería haber intervenido supuestamente en el expediente, el texto de 
Fernández fue enviado a Carlos Brugarolas, que designó a los encargados 
de plasmar las modificaciones. También en este extremo se habría 
incurrido en una irregularidad, ya que se hizo al margen del Servicio de
 Protección y Conservación de la Naturaleza, que era el competente, 
según las mismas fuentes, y que de hecho fue el que siempre intervino en
 los cambios de otros planes de ordenación.
La Sala de lo Civil y de lo Penal deberá estudiar ahora si 
del escrito de la juez se deducen indicios suficientes de delito como 
para imputar a Antonio Cerdá o, al contrario, si no existe base 
suficiente y la investigación debe continuar en el juzgado, dejando al 
margen al alto cargo del Ejecutivo de Valcárcel. La decisión podría 
adoptarse en pocos días.

 
 

