VALENCIA.- La estampida de los partícipes de los fondos de inversión va a más en  Gestimed, la gestora de la CAM, cuyo patrimonio provisional  correspondiente al pasado mes de agosto avanzado por la Asociación de  Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco) se  sitúa en los 523,95 millones de euros. Ni los más viejos del lugar  recordaban un patrimonio tan reducido, lo queha situado a la gestora de  la caja alicantina en el puesto 33 del ranking y, superada, por otras  gestoras de menor calibre como Gesduero, Gesnorte y VitalGestión, por  citar algunas, según el digital 'Valencia Plaza'. 
Las cifras provisionales de Inverco, cuyos números  definitivos se anunciarán en las próximas semanas según confirmaron a este diario fuentes oficiales, arrojan unos reembolsos por valor  de 40,48 millones de euros frente a unas suscripciones de 7,27 millones,  lo que equivale a unos reembolsos netos de 33,21 millones de euros. Por  su parte, el número de partícipes se redujo en 1.157, mientras que el  patrimonio cayó en 38,48 millones de euros hasta los mencionados 523,95  millones. 
Así  se explica que Gestimed sea una de las gestoras que operan en España  -más de una centena- que más patrimonio ha perdido desde que comenzara  la crisis actual (2007). Concretamente 1.781,37 millones de euros, o lo  que es lo mismo: un 77,27%. Al cierre de dicho ejercicio, la gestora de  fondos de inversión de la caja alicantina contaba con un patrimonio de  2.305,33 millones de euros a buen recaudo, lo que le situaba en el  puesto 18 del ranking, según los datos de Inverco. 
La salida de  partícipes hacia otros activos de inversión más rentables como, por  ejemplo, los depósitos de la caja que ha llegado a pagar un 4% y, por  otro lado, la estampida de clientes de la entidad en los últimos tiempos  están detrás de la pérdida patrimonial de Gestimed, que también ha  acusado las fusiones de fondos como buena parte de las gestoras que  operan en España.
La estampida de dinero -y partícipes- ha llevado  a muchos de ellos a caer por debajo del mínimo legal establecido de los tres millones de euros. Llegado a ese extremo son tres las opciones con  las que cuenta una gestora para reestablecer el patrimonio mínimo:  fusionar fondos de similar naturaleza, cerrar el fondo en cuestión o que  la entidad de la que dependa el fondo abone la diferencia hasta  alcanzar el umbral mínimo. Para ello cuentan con el plazo de un año.
A tres días vista para que Caja Mediterráneo (CAM) anuncie sus cuentas  definitivas correspondientes al primer semestre del año -fuera de plazo  pero comunicado previamente al  organismo supervisor-, la delicada situación por la que atraviesa la  entidad se acentúa día a día.  Muy especialmente en lo que a dos de sus activos de referencia: sus cuotas participativas y sus  fondos de inversión. Todo un síntoma evidente de la desconfianza que la  caja genera entre accionistas y partícipes.
 Las cuotas participativas de la entidad alicantina encadenaron ayer la  cuarta caída de forma consecutiva y, además, liderando los descensos de  todo el Mercado Continuo con un batacazo del 9,52%. En tan corto espacio  de tiempo ha visto como se le evaporaba una cuarta parte de su  capitalización bursátil tras la 'explosión alcista' del 71,14% que se  anotó en la jornada del 30 de agosto, la última que cerró en números  verdes. La 'fiebre chicharrera' sobre  el valor, es decir, compras y ventas con un marcado carácter  especulativo en busca de unos pocos céntimos de euro para salir  rápidamente del valor, está condicionando la marcha bursátil de uno de  los peores valores de todo el Mercado Continuo en lo que a los últimos  doce meses se refiere. 
La CAM es la caja que ha arrojado mayores pérdidas y ha presentado la  tasa de morosidad más elevada entre las tres entidades que ha  intervenido el Banco de España desde 2009. 
 
