LONDRES.- El globalista primer ministro británico se niega a dimitir a pesar de una 
cascada de renuncias de casi 40 responsables políticos, evidenciando una
 creciente brecha en el partido conservador, con un gran número de altos
 cargos pidiendo su salida cuanto antes y otros reclamando que se 
mantenga.Todos los elementos del escenario político en Reino Unido hacen pensar que los días de Boris Johnson
 al frente del Ejecutivo llegarán muy pronto a su fin. Sin embargo, si 
por algo ha destacado este mandatario conservador, es por su capacidad 
para resistir cualquier envite, sea del tamaño que sea. 
La cascada de 
dimisiones en el seno de su partido y su Gobierno no cesa y son ya 40, 
pero Johnson continúa utilizando la técnica que tan bien le ha 
funcionado anteriormente: ignorar el pasado más inmediato y mirar hacia 
delante como si nada hubiera sucedido.
A lo largo de esta tarde, 
ha tenido lugar una reunión en Downing Street en la que han participado 
un grupo de varios ministros y responsables del partido cercanos a 
Johnson, en el que, según apuntan diversos diarios británicos, le han 
trasladado que la situación es insostenible y que debe dar un paso al 
lado. 
De lo contrario, todo apunta a que en su formación buscarán 
cualquier fórmula para forzar su salida. De esta forma, parece 
inevitable la salida del brazo ejecutor del Brexit, pero la forma en la 
que lo hará sigue siendo el principal interrogante.
La BBC informa de que hay dos bandos en Downing Street: el de los 
ministros que quieren que siga al frente del Ejecutivo, entre ellos la 
titular de Cultura, Nadine Dorries, y otro, más mayoritario, que le pide
 que dimita. 
En este segundo grupo estarían la titular de Interior, 
Priti Patel; el ministro para Gales, Simon Hart; el de Transporte, Grant
 Shapps, y Nadhim Zahawi, a quien el líder conservador nombró el martes 
ministro de Economía en sustitución de Rishi Sunak, que dimitió. También
 figurarían Michelle Donelan, recién nombrada titular de Sanidad tras la
 marcha también ayer de Sajid Javid, y la encargada de Comercio 
internacional, Anne-Marie Trevelyan.
Sin embargo, se desconoce el 
posicionamiento del ministro de Justicia y número dos del Gobierno, 
Dominic Raab, y de la ministra de Exteriores, Liz Truss, ambos aliados 
estrechos de Johnson y esta última presuntamente con aspiraciones a 
sucederlo.
Las dos estrategias que estudia Johnson
Ante 
este escenario, el más difícil desde su inicio de mandato, Johnson 
contempla dos estrategias que le plantean sus aliados: organizar su 
salida o aguantar en el poder hasta el último momento, incluso aunque 
más ministros dimitan, una opción cada vez más probable. Actualmente, 
dicen, es más partidario de "morir matando", según apuntan desde Reino 
Unido. 
Su principal argumento para aferrarse al cargo es que ganó un 
apoyo "colosal" del electorado en los comicios del 12 de diciembre de 
2019 y que "lo responsable" es seguir cumpliendo su programa, según 
señaló a la comisión de Enlace de la Cámara de los Comunes.
La 
otra opción que se baraja es la de plantear una guerra abierta con su 
partido para forzar su expulsión. Los 'tories' están acelerando el 
proceso para reformar la normativa interna con el objetivo de que se vea
 obligado a salir. 
Según sus propias normas vigentes, la moción de 
confianza contra el líder solo se puede convocar un año después de haber
 convocado la primera, que se celebró a finales de mayo. Sin embargo, 
pretenden modificar este punto para acortar los tiempos entre mociones y
 así poder lanzar una nueva ahora, en la que previsiblemente perdería su
 liderazgo.
Una bronca sesión parlamentaria
En el comienzo
 de una larga jornada para el premier, este se ha enfrentado a una dura 
sesión de control en el Parlamento tras la cascada de dimisiones
 en su Ejecutivo por la pérdida de confianza. Tras diversos ataques de 
la oposición, el globalista Johnson ha querido dejar claro que su intención es 
quedarse en el puesto y que no contempla la dimisión: "El trabajo de un 
primer ministro en circunstancias difíciles cuando se le ha dado un 
mandato colosal es seguir adelante y eso es lo que voy a hacer". 
Además,
 en este contexto, Johnson ha sido preguntado si mañana seguirá siendo 
el máximo responsable político del Reino Unido mañana jueves, a lo que 
ha respondido: "Por supuesto".
"La diferencia entre este gobierno y
 esa oposición es que nosotros tenemos un plan y ellos no, ellos quieren
 enrocarse en esto mientras nosotros seguimos con nuestro trabajo. Vamos
 a seguir nuestro mandato", ha dicho también el primer ministro, que ha 
comenzado su intervención haciendo referencia a la bajada de impuestos. 
 "Hoy es un gran día ya que implementamos el mayor recorte de impuestos 
en una década". Se ha referido también al aumento del umbral del seguro 
nacional, ha comentado.
Johnson ha dicho que aborrece el acoso y 
el abuso de poder. Las primeras intervenciones se centran en el 
escándalo sexual que salpica al diputado Chris Pincher. El laborista 
Starmer afirma que los tories que están renunciando ahora, después de 
todo lo demás, no tienen integridad. Johnson dice que actuó de inmediato
 contra Pincher la semana pasada.
Una goteo constante de dimisiones que promete ir a más
El 
recién dimitido exministro británico de Sanidad, Sajid Javid, ha sido 
muy contundente en su discurso en el Parlamento contra el primer 
ministro, Boris Johnson, al concluir que el problema "empieza arriba del
 todo y eso no va a cambiar". 
Javid ha vuelto a pedir, como ya hizo ayer
 al presentar su dimisión, la renuncia de Johnson y ha instado al resto 
de miembros del Gobierno a actuar en conciencia.
"He concluido que
 el problema empieza arriba del todo, y eso no va a cambiar (...) Me 
temo que solo se puede pulsar la tecla de reinicio un determinado número
 de veces. Nos corresponde a todos seguir unos estándares altos por 
nosotros mismos y tomar medidas cuando eso no sucede", dijo en alusión a
 los otros miembros del gabinete. 
A las renuncias de Javid y Sunak se 
han unido en las últimas horas las de los secretarios de Estado de 
Justicia, Tesoro, Escuelas y Vivienda, sumiendo al Gobierno de Johnson 
en su mayor crisis desde que asumió el poder en 2019. Una cascada de 
renuncias que elevan el número hasta 40.
Entre ellos se encuentran los secretarios de Estado del Tesoro y de 
la Infancia, los diputados John Glen y Will Quince, respectivamente, y 
la ayudante parlamentaria en el ministerio de Transporte, la diputada 
Laura Trott, han anunciado este miércoles sus renuncias
 tras los escándalos que han salpicado a Johnson. Horas después lo han 
comunicado Selaine Saxby, Claire Coutinho y David Johnston, secretarios 
privados parlamentarios de distintos ministros.
En su carta de 
dimisión al primer ministro, Quince señaló que se apartaba del Ejecutivo
 con "gran tristeza" después de que Johnson reconociera -tras negarlo en
 un principio- que sí sabía que el diputado Chris Pincher
 -exresponsable de la disciplina del grupo parlamentario conservador- 
había sido investigado en el pasado por comportamientos inapropiados 
hacia hombres.
Por último, desde el Partido Nacional Escocés, Ian 
Blackford, ha recordado que recientemente comparó a Johnson con el 
Caballero Negro de Monty Python: "De hecho, se parece más al loro muerto
 ¿Convocará ahora elecciones?". Durante esta sesión de control ha 
dimitido otro alto cargo del Gobierno, en este caso de Medio Ambiente. 
Jo Churchill ha criticado un liderazgo "jocoso y egoísta" de Boris 
Johnson.