VALENCIA.- Las organizaciones ecologistas ANSE, CEMDA, Ecologistas en Acción y  Greenpeace de España y México han reclamado al Banco de España que  investigue los "vínculos" entre la Caja Mediterráneo (CAM) y una  promotora inmobiliaria y turística "implicada", según estas entidades,  "en varios proyectos dudosos o fallidos de carácter turístico e  inmobiliario".
 También han pedido que la entrada de fondos públicos para  sanear la caja suponga "el fin inmediato a esos proyectos especulativos  y depredadores del medio ambiente". 
 
   La solicitud la han realizado a través de una carta que han  enviado este jueves al presidente del Banco de España y a los  administradores de la CAM nombrados por esta entidad, así como a la  Embajada de España en México.
 
   En un comunicado, los colectivos señalan que la CAM "posee el 30%  de las acciones de Hansa Urbana y siempre ha atendido las peticiones de  financiación planteadas por la empresa". En diciembre de 2006, por  ejemplo, le concedió un crédito de 95 millones de euros para adquirir  los terrenos del megaproyecto Novo Carthago, en Murcia, hoy paralizado.  Según las estimaciones publicadas por varios medios y citadas por estas  fuentes, las líneas de crédito de la firma con la CAM oscilan entre 700 y  800 millones de euros en total.  
 
   Esta empresa alicantina, prosiguen, se dedica a la construcción y  los negocios inmobiliarios, con especial atención a los lotes turísticos  mixtos compuestos por hoteles, campos de golf y segundas residencias.  Aunque ha actuado en diversas zonas del territorio español y en el  extranjero, las regiones donde se ha concentrado la mayor parte de su  actividad --"y donde todavía tiene la mayoría de sus activos, así como  de sus proyectos retrasados o fallidos, apuntan-- son la Comunitat  Valenciana y Murcia. 
 
   En concreto, en Murcia es propietaria mayoritaria e impulsora de  tres grandes desarrollos urbanísticos y planes parciales que pretenden  la construcción de unas 23.000 viviendas: Novo Carthago, Puerto de  Mazarrón y Puntas del Calnegre. "Muy probablemente, la empresa es la  mayor propietaria de suelos residenciales en las planicies costeras de  la región, aunque casi todos sus proyectos se localizan en el mismo  límite de espacios protegidos", señalan las organizaciones, que añaden  que, "debido al desplome de la 'burbuja' inmobiliaria y a varios  problemas legales, la mayoría de sus proyectos se encuentran  paralizados". 
 
   En la misma línea, consideran que "los excesos urbanísticos  impulsados en diversos puntos de la costa mediterránea española" por  esta empresa, "con el apoyo de responsables políticos y de la CAM, han  contribuido a la ruina de la entidad bancaria".
 "La intervención del  Banco de España debe ir acompañada de la investigación de las relaciones  entre la CAM y Hansa, y la revisión de dichos proyectos", insiste Pedro  García, de ANSE.
 
   Además, manifiestan que la expansión internacional de la promotora  comenzó en México en 2005 con el proyecto Nuevo Cancún. En 2007 compró  3.850 hectáreas en Baja California Sur, donde pretende poner en marcha  el macroproyecto inmobiliario y turístico llamado Cabo Cortés. Con un  tamaño en habitaciones de hotel y viviendas similar al conjunto de  Cancún, el proyecto cuenta con otros ingredientes como campos de golf,  puerto deportivo y aeropuerto privado. Cabo Cortés se encuentra en la  zona colindante al Parque Nacional Marino de Cabo Pulmo, una zona  protegida desde 1985 y que es Patrimonio de la Humanidad por decisión de la  Unesco, debido a su incalculable valor ecológico. 
 
   Precisamente por ello, y por los "daños irreversibles" que podría  causar al mismo, tanto las comunidades de la zona como organizaciones  ecologistas y académicas "han expresado en reiteradamente su oposición a  este proyecto, que se encuentra paralizado  a la espera de que se  aclaren cuestiones relativas a su impacto en el medio ambiente". 
 
   "Cabo Cortés es un caso flagrante de incumplimiento de la  normativa medioambiental mexicana, y por ello estamos presentando  diversos recursos legales y pidiendo a las autoridades que anulen de  forma definitiva el proyecto", afirma Agustín Bravo, de CEMDA. 
 
   Las organizaciones resaltan que la CAM no es ajena a estas  "aventuras", ya que su informe anual de gobierno corporativo en 2009  muestra algunos datos en este sentido. 
 
   "La CAM es perfectamente consciente del proyecto de Cabo Cortés y  de sus posibles riesgos, a tenor de la intervención de su directora  general, María Dolores Amorós, en la Asamblea de la entidad en junio de  2010. Cuando los representantes sindicales preguntaron a la caja acerca  del potencial impacto de Cabo Cortés, Amorós afirmó que se trataba de un  proyecto que cumple con la legalidad y respeta el medio ambiente, y que  la Caja estaría vigilante para que ello siga siendo así", relatan las  mismas fuentes. 
 
   "Greenpeace, Ecologistas, CEMDA y ANSE, y muchas otras  organizaciones españolas y mexicanas, estamos en condiciones de afirmar  que no es así, y que el proyecto en ningún modo respeta la legalidad ni  el medio ambiente", señaló Alejandro Olivera, de Greenpeace México. 
  
   Por todo ello, y ante la intervención del Banco de España en la  CAM, las organizaciones han remitido una carta al gobernador del Banco  de España para "llamar su atención hacia estas irregularidades  urbanísticas y medioambientales".
    "Hemos solicitado una reunión con los nuevos consejeros de la CAM  nombrados por el Banco de España, y esperemos poder tener toda la  información relativa a la situación actual de Cabo Cortés", concluye  Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción.