MADRID.-  Correos reducirá en 2.000 empleos su plantilla este año mediante 
bajas incentivadas y el traspaso de funcionarios a la Administración 
General del Estado, con el fin de adecuarla al descenso de la actividad 
postal, según indicó el presidente de la sociedad, Javier Cuesta.
  
 La compañía postal pública, que actualmente suma 58.000 empleados, de 
los que 22.000 son funcionarios, también suspenderá este año las 
aportaciones al plan de pensiones.
   Con estas dos medidas 
Correos reducirá en un 5,3%, hasta 1.434 millones de euros, los gastos 
de personal correspondientes a 2012. Según detalló Cuesta, este capítulo
 de gastos supone el 73,1% del total de gastos de explotación la 
compañía, que se rebajarán en un 3,6%, hasta los 1.961 millones.
  
 La sociedad postal, actualmente integrada en SEPI, busca adecuar sus 
gastos al descenso del 5% que prevé en su actividad en el presente 
ejercicio, que cerrará con una pérdida antes de impuestos de 164,4 
millones.
   Correos prevé que los ingresos de explotación todo el
 grupo Grupo Correos (empresa matriz y las filiales Chronoexprés, Nexea y
 Correos Telecom) caigan un 11,2% este año, hasta 1.933,4 millones de 
euros, y que su cifra de negocio se reduzca un 8,9%, hasta 1.903 
millones de euros, según detalló el presidente durante su comparecencia 
en el Congreso de los Diputados.
   De su lado, los gastos de 
explotación se reducirán un 3,5%, hasta 2.107,7 millones, y los 
resultados financieros caerán un 15,4%, hasta 9,9 millones, de forma que
 el resultado antes de impuestos arroje un saldo negativo de 164,4 
millones.
   Según el 
presidente de la entidad, estas cifras son resultado de la situación 
económica general, pero también de la liberalización del mercado postal,
 que ha elevado la competencia, especialmente en los segmentos "más 
rentables, aprovechándose de las inversiones ya realizadas por Correos y
 aplicando políticas de bajo coste".
 "Falta el desarrollo normativo de 
la liberalización para garantizar la sostenibilidad financiera del 
servicio postal universal", reclamó.
   Asimismo, indicó que desde
 2007 los envíos postales han caído un 24,8% (un 7,9% sólo en 2011), 
mientras que los costes del servicio postal universal se mantienen como 
consecuencia de la alta dispersión y baja densidad poblacional del país.
  
 Según Cuesta, Correos también sufre una pérdida de actividad como 
consecuencia de la generalización de la comunicación electrónica, por 
las políticas de recortes en las empresas y el desarrollo de la 
administración telemática.
  
 Correos como empresa matriz (excluyendo las tres filiales), registrará 
un descenso del 12% en sus ingresos de explotación, que se situarán en 
1.788,9 millones, como consecuencia del menor número de procesos 
electorales y por la vuelta a la tarificación bimensual de las compañías
 eléctricas.
   A estos dos factores es preciso sumar la 
subvención pública que finalmente se apruebe en los presupuestos 
generales del Estado, cifrada actualmente en medio millón de euros.
  
 Así, el resultado neto de explotación de la matriz será de 173 millones
 de pérdidas, con 6,5 millones de beneficios en los resultados 
financieros, por lo que el balance final (sin contar impuestos) será de 
166,5 millones de euros de pérdidas.
   Respecto a las 
inversiones, Cuesta ha precisado que se mantendrán en un nivel 
"moderado" de 74,3 millones de euros, destinados fundamentalmente a 
infraestructuras, mecanización, transporte y sistemas informáticos para 
lograr más ahorros y potenciar nuevas áreas de actividad.
  
 El presidente de Correos ha aprovechado su comparecencia para avanzar 
también los datos de liquidación del pasado ejercicio, que elevan a 
1.946 millones el importe neto de actividad, a 1.515 millones los gastos
 de personal y a 384 millones el servicio exterior. Así, el año se cerró
 con un saldo positivo de 3 millones de euros, antes de impuestos.
  
 También ha precisado que las subvenciones consignadas en el pasado 
presupuesto para el servicio postal universal se fijaron en 43 millones 
de euros, si bien al cierre del ejercicio el coste real se elevó a 200 
millones de euros, por lo que "habrá un déficit de 160 millones" que el 
Estado deberá validar y compensar.
   En este sentido, ha 
recordado que aún están pendiente de pago por parte del Estado 318 
millones de los 562,7 millones de euros devengados por las liquidaciones
 de 2008, 2009 y 2010. 
   Si esta cantidad se suma a la que se 
deberá cuando se apruebe la liquidación del pasado ejercicio, la cifra 
de la que Correos será acreedor ante el Estado será de 476,1 millones de
 euros, junto a los 205 millones de Tesorería que están consignados ante
 la Dirección General del Tesoro por orden gubernamental y a los que 
puede acceder en cualquier momento que lo necesite, cosa que ocurrirá 
previsiblemente este año.
  
 Por todo ello, el presidente del grupo ha expresado su firme apuesta 
por "explotar nuevos mercados" como el del marketing multicanal, la 
paquetería o los servicios financieros, así como de fomentar una mayor 
eficiencia operativa y económica, ofreciendo más calidad y soluciones 
que demandan los clientes tales como mejoras en el uso de tecnologías o 
la tecnificación de la gestión.
   En concreto, Cuesta ha hecho 
referencia al convenio entre Correos y Deutsche Bank para la prestación 
de servicios financieros, un acuerdo "mejorable" y con el que no está 
"contento". Además, también ha apostado por aprovechar al máximo la "red
 capital de oficinas y recursos humanos" para construir nuevos negocios.
  
 Estas iniciativas se concretarán en el nuevo Plan Empresa 2011-14, en 
el que la dirección de Correos ya está trabajando y que servirá para 
trasladar las ideas contenidas en el plan anterior a medidas "de acción 
rápidas y concretas". La integración del grupo en la Sociedad Estatal de
 Participaciones Industriales (SEPI) favorecerá también a estos 
objetivos.
   El portavoz
 socialista en la materia, Román Ruiz, ha recordado que Correos es "la 
primera empresa pública del país", con 4.500 millones de envíos al año y
 19 millones de clientes particulares y dos millones de empresas. Por 
eso, ha instado al presidente a usar los instrumentos con los que cuenta
 para "adecuarse a la nueva situación de más competitividad", ofreciendo
 además la colaboración del PSOE en este objetivo.
   Su homólogo 
en el PP, Carlos Muñoz Obón, ha aprovechado para desear "mucha suerte" a
 Cuesta en la nueva tarea que acomete, que ha reconocido es "difícil por
 la coyuntura de austeridad y por el cambio regulatorio" en el sector.