VALLADOLID.-   El portavoz nacional de Jueces para la 
Democracia (JpD), Joaquim Bosch, considera que al Gobierno le interesa 
la falta de medios para luchar contra la corrupción, que no quiere un 
poder judicial "fuerte y con instrumentos" y una manera de debilitarlo 
es "asfixiar" en los recursos materiales y humanos.
   Bosch se ha expresado así tras la celebración del Comité 
Permanente de la asociación en el marco de unas jornadas sobre la 
posición del poder judicial ante la crisis.
   En este marco, el portavoz de JpD ha asegurado que el Gobierno 
"sabe perfectamente" que en los juzgados no existen medios suficientes 
para combatir la corrupción y a pesar de ello no se asignan las medidas 
de refuerzo ni instrumentos necesarios para atajar el problema.
   De esta forma, la conclusión que extraen es que "al Gobierno no le
 incomoda un poder judicial débil, incapaz de poder afrontar 
determinadas investigaciones", pero además se llevan a cabo reformas que
 "debilitan" la posición de los jueces y se permite que el poder 
político pueda actuar "contra la independencia del poder judicial".
   "Es una combinación explosiva, con instrumentos muy precarios y 
una posición del juez frágil por los ataques que le puedan venir del 
poder político", ha indicado Bosch, en referencia a los recortes en 
materia de Justicia pero también la reforma del Consejo General del 
Poder Judicial, que pretende "subordinar" la independencia judicial al 
poder político, algo que cree que permitirá poder actuar contra la 
independencia de los jueces y, en última instancia, dificultar la lucha 
contra la corrupción.
   A su juicio, se pretende "erosionar" la capacidad de independencia
 al no dar medios contra la corrupción como está ocurriendo con los juzgados 
que llevan asuntos de este tipo. Como ejemplo ha citado el caso Fabra, 
que en Castellón lleva casi diez años de instrucción y los juzgados de 
Nules no pueden tramitar una causa de esa envergadura sin medios 
suficientes o las actuaciones sobre Bankia, que tiene decenas de 
imputados, perjudicados.
   "Si un gobierno tiene una responsabilidad lo suficientemente 
elevada y una altura de miras institucional debe facilitar todos los 
medios para que estas cosas se aclaren", ha añadido Bosch, quien incluso
 cree que se "facilita" que no haya unas sentencias adecuadas.
   "Creo que hay relación, al menos indirecta, entre recorte de 
medios por parte del Gobierno y que el resultado final sea que no haya 
bastante capacidad en los casos de corrupción", ha dicho.
   En esta línea, y ante la sensación de "impunidad" que pueda 
apreciarse al ver a personas como el ex tesorero del PP Luis Bárcenas en
 la calle, Bosch ha recordado que hay una investigación en marcha y se 
van a realizar diligencias, pero cree que "efectivamente no hay 
tratamiento adecuado a los problemas de corrupción política".
   "No es admisible que un inmigrante que coloca el top manta para 
poder sobrevivir tenga previstas posibles penas de prisión y el político
 corrupto que engaña, sustrae, perjudica al conjunto de la sociedad, en 
ocasiones pueda tener pena de multa", ha aseverado.
   A que el problema de la corrupción en España no esté bien 
contemplado, ni desde el punto de vista de los medios ni de las 
condenas, se añade, a su juicio, que se pueda "indultar con tanta 
facilidad" que la percepción de la ciudadanía es sensación de impunidad.
   A diferencia de lo que ocurre en España, ha recordado que en otros
 países también hay corrupción pero, aunque sea 
menor el grado, se persigue y se condena.
   "Aquí la sensación es que la gente va por la calle como si no 
hubiera ocurrido nada porque hay un código penal que contempla penas muy
 duras en algunos supuestos, ha dicho, al tiempo que ha añadido "en tono
 humorístico" que la "especie de cadena perpetua" que dice Gallardón que
 quiere implantar "no es precisamente para los políticos corruptos".
   Frente a la falta de endurecimiento de las penas para los casos de
 corrupción política y económica en la futura reforma del Código Penal, 
Bosch considera que se "criminaliza la pobreza", los robos de pequeña 
entidad, contra top manta o determinadas conductas delictivas.
   El portavoz de Jueces para la Democracia ha asegurado que en el 
encuentro de la asociación se han extraído conclusiones como el hecho de
 que las medidas del Gobierno pongan en cuestión el Estado de Derecho y
 ha puesto varios ejemplos, entre ellos el "uso abusivo" de los indultos
 que se produce a políticos corruptos, policías que han torturado o 
ciudadanos condenados a muchos años de prisión por homicidios 
imprudentes.
   El colectivo considera que en estos casos el gobierno "usurpa" las
 funciones del poder judicial y se "convierte en última instancia no 
autorizada", al no explicar las razones y motivos por los que se 
producen los indultos, algo que vulnera lo previsto en la Constitución 
sobre la competencia exclusiva de los juzgados para hacer cumplir la ley
 y hacer efectivas las condenas.
   De esta forma, cree que además de la sensación de impunidad y la 
falta de igualdad ante la ley, se transmite que un "amiguismo o 
proximidad" al Gobierno permite no cumplir las condenas.
   Tras la reunión del colectivo, Bosch ha hecho un repaso por lo que
 consideran ha sido la labor del Gobierno, que se inició con una 
andadura "con una política muy decidida de desmantelamiento del Estado 
social" y ahora hay una "segunda etapa" que supone la erosión del Estado
 de Derecho, que supone un "cambio cualitativo muy importante".
   Así, ha recordado que en esa primera etapa se realizó una reforma 
laboral "de dudosa constitucionalidad", se atacaron "con dureza" los 
derechos sociales y los servicios públicos pero además no se adoptaron 
medidas de protección para los afectados por las hipotecas mientras sí 
se mantuvieron los privilegios legales de las entidades bancarias, al 
tiempo que se acordó el rescate de la banca, lo que acentuó "todavía 
más" las desigualdades sociales.
   El último objetivo del Gobierno en el "desmantelamiento de lo 
público", ha añadido, se refiere a la Justicia con la privatización de 
los registros civiles, cuyas competencias se van a trasladar a los 
notarios, registradores de la propiedad y registros mercantiles de 
manera que "lo que hoy es gratuito y público" suponga su pago.
   La segunda etapa, ha explicado, cuestiona aspectos que hasta ahora
 no eran "discutibles" del Estado de Derecho como la Ley de Tasas 
Judiciales, "que privatiza la Justicia pero ataca el derecho fundamental
 de los ciudadanos a poder acceder a la jurisidicción". Por ello, han 
acordado pedir a la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, que presente
 un recurso de inconstitucionalidad.
   Según el portavoz de Jueces para la Democracia, "en muy pocos 
meses se han producido las mayores restricciones de derechos 
fundamentales de toda la etapa democrática".