Aunque 2018 arrancó con el propósito de cerrar el año con un nuevo 
modelo y pese a un pequeño impulso en el primer semestre, los 
acontecimientos posteriores, entre ellos el cambio de Gobierno tras la 
moción de censura retrasaron los plazos, y ya en junio el presidente del
 Ejecutivo, Pedro Sánchez, admitió que "no había tiempo material" para 
la reforma, que debía esperar a un mejor momento político.
 No obstante, fuentes del Ministerio de Hacienda han 
asegurado a Efe que el objetivo del Gobierno es que el "esqueleto del 
futuro modelo esté concluido esta legislatura" tras varios años de 
"bloqueo" con el Ejecutivo del PP.
 En cualquier caso y
 mientras llega la reforma de un sistema que entró en vigor en 2010 por 
un periodo de cuatro años, Sánchez ha ido anunciando iniciativas para 
mejorar, de forma inmediata, la financiación de cada una de las 
comunidades y paliar sus urgencias económicas.
 Aquí 
se incluye una senda de estabilidad que concede 2.500 millones 
adicionales a las autonomías, tras aumentar en dos décimas su objetivo 
de déficit para 2019; las entregas a cuenta que crecerán un 7,2 por 
ciento con el nuevo año o el compromiso de devolver a las comunidades 
los 2.000 millones que les corresponden por la liquidación del IVA de 
2017.
 Conscientes de que el modelo no se aprobará 
esta legislatura, el Gobierno citó en septiembre a las comunidades a una
 Comisión de Financiación Autonómica que pretendía dar por concluidos 
los trabajos técnicos e iniciar "la negociación política", con la 
principal novedad de incorporar Cataluña, tras un año ausente por el 
155.
 En este encuentro, el Ministerio de Hacienda 
reconoció implícitamente que las comunidades autónomas estaban mal 
financiadas y se mostró abierto a abrir un diálogo para el reparto 
equilibrado de los recursos.
 Sin embargo, aunque las 
comunidades valoraron ese reconocimiento implícito de la 
infrafinanciación, en el caso de Cataluña, su vicepresidente Pere 
Aragonès anunció que no había motivos para volver a participar en estas 
reuniones y reiteraba que los modelos de financiación se negocian 
bilateralmente.
 Además, Aragonès dejaba claro que el 
Ejecutivo catalán, en ningún caso, iba a intercambiar una nueva 
financiación por el derecho de autodeterminación.
 
Pese a no entrar en vigor el nuevo modelo, las autonomías han visto 
crecer sus ingresos y en 2019 podrán gastar más dinero que nunca con la 
recuperación, en parte, de impuestos vinculados a la actividad 
inmobiliaria y el alivio de la deuda a corto plazo.
 A
 finales del verano, el Ministerio de Hacienda anunció una 
reestructuración de la deuda de las comunidades, con la posibilidad de 
que los vencimientos a corto plazo se puedan alargar a medio plazo e 
incluso abordar el estudio para "la totalidad de la deuda".
 Y en esa línea, Hacienda se comprometió a hacer más confortable a las 
comunidades la senda de estabilidad y a otorgarles más capacidad para 
dedicar más recursos al Estado del bienestar.
 Pero 
estas medidas también han sido interpretadas, por la oposición, como 
"maniobras dilatorias" a la espera de unas elecciones generales que 
despejen el panorama político.
 De hecho, Sánchez en 
la última de las reuniones con presidentes autonómicos, en concreto con 
el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, dejó claro que "no es el 
momento" para la reforma por "el actual bloqueo en los acuerdos de 
Estado".
 Esa oposición política, que también 
ralentizó la reforma cuando estuvo al frente del Ministerio de Hacienda,
 es la que ahora recuerda a Sánchez que llegó al Gobierno con "casi todo
 hecho".
 Y es que el informe encargado por el 
Ejecutivo de Mariano Rajoy a una comisión de expertos, en 2017, se 
entiende como el punto de partida "natural" para la reforma.
 Ese informe, que en el primer semestre de 2018 recibió comentarios de 
todas las comunidades autónomas, contempla, en líneas generales, la 
capacidad de las comunidades para fijar copagos, subir o bajar 
impuestos, mejorar la fiscalidad y, sobre todo, un gran acuerdo para 
financiar el Estado del bienestar y pagar la educación y la sanidad en 
un supuesto tiempo de crisis.