MADRID.- “Necesitamos algoritmos de propiedad pública, necesitamos crear un 
procomún de capital en la nube”. Esta es la solución que ofrece el 
economista griego Yanis Varoufakis (Grecia, 1961) frente al poder de las
 megacorporaciones digitales de Estados Unidos y China que está 
cambiando el sistema económico mundial. 
En su libro 'Tecnofeudalismo' (Editorial Deusto),
 el ex ministro de Economía, en un diálogo con su padre recientemente 
fallecido, asegura que avanzamos hacia un sistema donde “los mercados 
están siendo desplazados por feudos de la nube. Son feudos creados a 
partir de capital en la nube, del capital digital. En estos feudos 
productores y consumidores son vasallos o siervos del dueño de esa 
plataforma digital que se dedica a acumular renta” y donde “no existen 
medios de producción que ofrezcan la venta de productos, sino medios de 
producción de modificación del comportamiento”.
 La solución es 
eminentemente política, crear las condiciones para frenar a las grandes 
corporaciones desde la política. Ahora bien, Varoufakis, que cuenta con una alargada experiencia como político,
 sabe cuál es el principal obstáculo: “La dificultad es cómo convertir 
este discurso en un programa político que pueda penetrar en la niebla 
que nuestros sistemas políticos crean para que sea imposible hablar 
realmente de lo que importa”. 
En su libro, una larga conversación con su padre, le responde 
varias veces que no cuando le pregunta si el tecnofeudalismo es más 
capitalismo. Aunque desde un punto de vista marxista, ¿no es el 
tecnofeudalismo otro cambio de forma de valor en un sistema capitalista 
más oculto y más oscuro que no revela de forma transparente su verdadera
 naturaleza?
        Mi punto de vista es totalmente marxista. En este libro he 
mirado la producción y la distribución a través de una lente marxista, 
así que no seamos apócrifos. El capitalismo es un sistema que se basa en
 dos mecanismos fundamentales: Un sistema de mercado descentralizado a 
través del cual pasa toda la actividad económica, desde el capital de 
trabajo a los bienes raíces, y la búsqueda del beneficio. 
El feudalismo 
se basó en la renta de los siervos a sus señores. La renta sobrevivió a 
la gran transformación del feudalismo al capitalismo. Aunque la renta 
siempre fue omnipresente bajo el capitalismo, los dueños del capital que
 adquirieron más poder fueron los que consiguieron mayores beneficios. 
    
    
    
    
                            
                
                
        
                        
        
                    
        
        
                            
                            
        
                    
                
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        Si mi hipótesis es correcta estamos en un proceso de cambio. Los
 mercados están siendo desplazados por lo que llamo los feudos de la 
nube. Son feudos creados a partir de capital en la nube, del capital 
digital. En estos feudos productores y consumidores son vasallos o 
siervos del dueño de esa plataforma digital que se dedica a acumular 
renta. Estas plataformas digitales como Amazon, Alibaba y demás no son 
mercados descentralizados, sino grandes feudos comerciales en la nube 
que carecen de todas las características de los mercados y donde 
alrededor del 40% de los ingresos se retiene en forma de rentas. 
Esto ya
 no es capitalismo. Hemos avanzado a un nuevo sistema que se basa en la 
acumulación de rentas, que es muy diferente a todas las formas 
anteriores de capital, donde no existen medios de producción que 
ofrezcan la venta de productos, sino medios de producción de 
modificación del comportamiento.
    
    
    
    
    
                            
                
                
        
                        
        
                    
        
        
                            
                            
        
                    
                
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        La gran diferencia con el feudalismo o el capitalismo es
 que las personas necesitaban tener una tierra que cultivar o un salario
 con el que comprar comida, pero, de momento, ¿no cree que se puede 
vivir ajeno a las grandes plataformas digitales?
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        Fue posible vivir fuera del capitalismo, los hippies crearon 
pequeñas comunidades y se fueron al bosque. Robert Owens, el famoso 
socialista utópico del siglo XIX, creó toda una industria de 
cooperativas con áreas libres de capitalismo. No es imposible, las 
utopías surgieron aquí y allá. 
Mi argumento es que avanzamos al 
tecnofeudalismo, que es muy diferente del feudalismo, aunque comparte 
algunas características. El capitalismo contenía aspectos del feudalismo
 de la misma manera que mi cuerpo contiene el ADN de serpientes y 
bacterias. 
Pero hay una diferencia: una cosa que hace al tecnofeudalismo
 peor que el feudalismo y son los siervos. Con el feudalismo al menos 
tenían acceso a la tierra, producían alimentos y de los pedacitos de 
comida que el señor no les quitaba, tenían que vivir. 
Mientras que hoy, 
cuando nuestros hijos o nosotros estamos en TikTok o publicamos vídeos, 
fotografías o textos en Facebook, estamos produciendo capital en la 
nube, pero no conseguimos medios de subsistencia. No podemos comer ni 
pagar el alquiler, lo que hace al tecnofeudalismo insostenible, más 
propenso a grandes crisis. 
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        En general, no se puede vivir solo de estas plataformas digitales. 
    
    
    
    
    
    
    
    
        
                    
                
                
        
                        
        
                    
        
        
                            
                            
        
                    
                
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        Esto plantea una cuestión muy interesante sobre la renta básica 
universal - yo apoyo un dividendo básico universal-, pero al mismo 
tiempo, reconozco el gran peligro de que la renta básica universal se 
convierta en el sustento para que los siervos digitales sigan siendo 
vasallos. 
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        Como dice en su libro, la función principal de estas 
tecnomegacorporaciones es extraer rentas, no beneficios. Pero si una 
economía empieza a funcionar a base de rentas, se estancará. Así que su 
propia forma de funcionar hará que se extinga, ¿no?
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        Correcto, es incluso menos sostenible que el capitalismo o el 
feudalismo. Por eso sentimos que vivimos en una crisis muy profunda, en 
una multicrisis. Vivimos en un sistema extractivo e incapaz de 
reproducir los niveles de demanda agregada que son necesarios para 
mantener esta economía como está funcionando. 
Así que los gobiernos 
están en estado de pánico. Por eso los bancos centrales siguen 
imprimiendo dinero. Los gobiernos han cedido cada vez más el trabajo de 
gobernar a los banqueros centrales porque necesitan reponer el dinero 
que corre por el sistema, el flujo circular de ingresos. 
Los gobiernos 
están en bancarrota porque no pueden gravar con impuestos las rentas de 
estas grandes corporaciones. Amazon casi no paga impuestos pero 
canibaliza a las tiendas físicas y a las empresas en España y otros 
países. La capacidad del gobierno para financiarse se reduce. Así que 
incrementa la presión sobre el banco central para proporcionar dinero 
que crea presiones inflacionarias.
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
                    
                
                
        
                        
        
                    
        
        
                            
                            
        
                    
                
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        ¿Qué deberían hacer los bancos centrales?
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        El verdadero problema son nuestros gobiernos y nuestros 
parlamentos, que han renunciado a hacer política y han cedido su 
obligación a los banqueros centrales. Los bancos centrales podrían 
ayudar dando a cada uno de nosotros una cartera digital, con moneda 
digital, que todos tuviéramos en la zona euro un monedero digital y 
cobrar el mismo tipo de interés que el BCE paga a un día a los bancos. 
Pero no lo puede hacer, no les van a dejar.
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        ¿Por qué? 
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
                    
                
                
        
                        
        
                    
        
        
                            
                            
        
                    
                
        
        
        
                        
    
    
    
        Los banqueros no lo van a permitir porque así es como extraen 
rentas financieras. La única manera es cambiar los estatutos del BCE y 
darle más independencia, ahora es completamente dependiente de los 
banqueros. Solo se puede conseguir que cambie a través de la política. 
Por eso, a pesar de mis años, sigo en política, no en primera línea, 
pero sigo porque no hay otra forma de hacer cambios. No hay obstáculos 
técnicos, es un problema político. 
        ¿Por qué cree que los sindicatos tradicionales no han 
sabido adaptarse a estas empresas y no tienen la capacidad de influir en
 su toma de decisiones?
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        El poder de extraer plusvalías se ha trasladado a capitalistas 
con los que los sindicatos no tienen una relación directa. El empresario
 se ha convertido en vasallo de algún feudo en la nube, de Jeff Bezos, 
por ejemplo, que se lleva un 40% del precio de un producto final en 
Amazon. El empleador no se queda con la plusvalía que extrae. 
¿Qué 
sentido tiene negociar con él? Y no pueden negociar con Bezos, está en 
otro continente y le importa un comino. Así que esencialmente se agota 
la capacidad de los sindicatos para reclamar la plusvalía que 
corresponde a los trabajadores, porque el propio capitalista se ha 
convertido en un vasallo, ese es el punto central de mi libro. 
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        Pero tiene que haber otras formas de reivindicar los derechos laborales.
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        No estoy argumentando en contra de los sindicatos. Lo que digo 
es que los sindicatos deben seguir trabajando duro y deben 
internacionalizarse, al igual que se ha internacionalizado la nube 
capitalista y las finanzas. Necesitamos sindicatos internacionales y una
 alianza entre los usuarios, lo que yo denomino, proletarios de la nube. 
En la Internacional Progresista, de la que soy miembro activo, 
empezamos la campaña Make Amazon Pay
 con el objetivo de que esta empresa remunere a sus trabajadores de 
forma justa, por su impacto en el medio ambiente y pague sus impuestos. 
Deberíamos hacer un boicot masivo de consumidores a Amazon solo por ese 
día, pero los sindicatos suelen posicionarse en contra porque tienen 
miedo de que sus empleadores o Amazon les lleven a los tribunales.
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        Uno de los problemas de las grandes corporaciones 
tecnológicas es que aparentemente son gratuitas y funcionan con la 
participación de la gente, con lo que hacen muy difícil identificarlas 
como algo negativo. ¿Cómo convencer a los jóvenes de su peligro?
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        Siempre ha sido el problema de los revolucionarios de 
izquierdas, incluso en la sociedad esclavista. ¿Cómo convenció Espartaco
 a los jóvenes esclavos para que se rebelaran? No es fácil, porque la 
mente humana tiene tendencia a dar por sentado el statu quo y asumir que
 las cosas son como tienen que ser. Movilizar a los jóvenes siempre ha 
sido una empresa muy dura. 
Hoy en día, con mi experiencia de ir por todo
 el Mundo y hablar de este libro creo que no es tan difícil. Sólo hay 
que explicarles la forma en la que funciona el capital en nube. La 
dificultad es cómo convertir este discurso en un programa político que 
pueda penetrar en la niebla que nuestros sistemas políticos crean para 
que sea imposible hablar realmente de lo que importa. 
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        ¿Deberíamos tener en Europa campeones digitales o sería adoptar la fórmula son ‘cabrones, pero son nuestros cabrones’?
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        La respuesta no es intentar crear nuestro propio Google o un 
Facebook europeo. De todos modos, no podemos. Los chinos lo han 
conseguido, pero porque están organizados de otra manera. Europa está 
completamente fragmentada, cada vez somos más irrelevantes. 
Pretendemos 
ser una gran potencia, pero somos una broma. La gente en Silicon Valley o
 en Shanghai, incluso en la India, miran a Europa y se ríen. Tenemos una
 opinión muy elevada de nosotros mismos, que no se refleja en nuestra 
capacidad real. 
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
        
        
        
                        
    
    
    
        La respuesta no es tener megacorporaciones europeas globales 
para oponerse a la nube de los chinos o de los estadounidenses. La 
respuesta es crear algoritmos públicos que se puedan regalar, como un 
bien público, a las empresas para que construyan su propio capital en la
 nube, un capital en la nube de propiedad común y cooperativa que les 
permita retener y repartir la plusvalía. 
Y que estas empresas utilicen 
los datos de los clientes de una manera democrática y respetuosa. 
Necesitamos algoritmos de propiedad pública, necesitamos crear un 
procomún de capital en la nube. 
        De verdad cree que es posible, hay muchos intereses en juego.
    
    
    
    
    
    
    
    
        
    
    
    
        
    
    
        
    
                        
                
                
        
                        
        
                    
        
                            
                            
                            
        
                
        
        
                        
    
    
    
        Por supuesto que es posible. Lo he visto. He trabajado con 
fantásticos programadores aquí en Europa -en Barcelona, en Londres- que 
han creado algoritmos extremadamente útiles para apoyar a las 
cooperativas. 
Tengo un proyecto en Estados Unidos, con 20.000 
cooperativas, que producimos algoritmos para que puedan funcionar como 
verdaderas cooperativas económicas democráticas. Es perfectamente 
posible, pero tenemos que protegerlas de los buitres y los depredadores 
que son capaces de comprarlas, destruirlas o boicotearlas. Estas 
megacorporaciones tienen un poder exorbitante, pero se les puede frenar 
desde la política. Europa puede hacerlo. 
 
https://www.eldiario.es/economia/yanis-varoufakis-ahora-productores-consumidores-son-siervos-dueno-plataforma-digital-dedica-acumular-renta_128_11244996.html