 CARTAGENA.- "La Región de Murcia está atravesando uno de los momentos más difíciles  de su historia. Como Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista  no me he enfrentado a un Estado de la Región más crítico. Y es  que ésta no es una crisis cíclica, es una crisis estructural que  cambiará  sin lugar a dudas  el curso habitual de la historia", dijo hoy Pedro Saura, líder del PSRM, en su discurso durante el debate sobre el estado de la Región en la Asamblea Regional.
CARTAGENA.- "La Región de Murcia está atravesando uno de los momentos más difíciles  de su historia. Como Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista  no me he enfrentado a un Estado de la Región más crítico. Y es  que ésta no es una crisis cíclica, es una crisis estructural que  cambiará  sin lugar a dudas  el curso habitual de la historia", dijo hoy Pedro Saura, líder del PSRM, en su discurso durante el debate sobre el estado de la Región en la Asamblea Regional.
Le  digo más: después de esta crisis, las instituciones, las empresas, los  sindicatos… que hoy tenemos no van a ser iguales. Vivimos una situación  excepcional en nuestra historia y, estas circunstancias, exigen un  cambio de mentalidad además de un discurso político diferente.
Hemos  vivido por encima de nuestras posibilidades. Y, en economía,  no hay  atajos posibles ni modas. El camino es el del esfuerzo, el trabajo bien  hecho, el de los valores, y no el del beneficio a corto plazo.
Por  eso necesitamos decirle a los ciudadanos que esto va a costar sangre,  sudor y lágrimas; que es necesario replantearnos el modo de  hacer  política, el modo de vivir y el modelo de trabajar; que debemos repensar  el modelo de crecimiento y recapacitar sobre las instituciones; que  tenemos que dejar a un lado los intereses partidistas, los intereses de  grupos de presión, los intereses de barrio, los intereses pequeños, por  legítimos que sean.
Pero también le podemos decir a los  murcianos y a las murcianas que vamos a salir muy fuertes de esta crisis  económica, que nosotros, nuestros hijos, nuestros nietos, vamos a  disfrutar de una economía y una sociedad muy sana. Más democrática, más  social y más competitiva.
Yo no me resigno a resistir. Que  es lo que usted nos proponía en el día de ayer.
Sinceramente,  su discurso de ayer me decepcionó. Que la crisis no va con usted, que  su política es excelente, que está encantado con su modelo de  crecimiento, que no tiene problemas de deuda, que invierte mucho, que  para qué va a cambiar, que cambien los demás, que la lucha contra el  despilfarro no va con la Comunidad Autónoma. En fin, usted leyó lo que  le escribió un burócrata  en San Esteban.
Siendo la Región de  Murcia una de las que más paro tienen, ante un momento excepcional en  nuestra historia, usted hizo ayer el discurso más complaciente con su  propia gestión de cuantos ha pronunciado.
Su modelo de la  especulación está agotado,  pero ayer comprobé nuevamente que su  discurso está agotado, que su proyecto político está agotado y que,  usted, también está agotado.
Cuando se generaba empleo, usted  era el padre de cada uno de los empleados; ahora no quiere ser ni  familia lejana de los parados.
Por eso mismo, Señorías, me subo a  esa tribuna con una voluntad muy clara: en tiempos de dificultades, no  descansar hasta encontrar respuestas y soluciones para nuestra gente y  nuestra tierra. ¡Rompamos moldes, apostemos por la verdad y los valores!  ¡Hagamos un frente común para superar las adversidades!
Es hora  de abandonar aquello que nos divide y nos hace pequeños para dar paso a  un nuevo tiempo, donde el interés de las personas y de la Región esté  por encima del debate partidario.
Si hacemos bien nuestro  trabajo, si lideramos bien a nuestra Región, si tenemos -como Región-  una hoja de ruta, vamos a salir, y vamos a salir fortalecidos de la  crisis económica.
Es verdad que su modelo de crecimiento: el de  la especulación, el de los excesos de las macro-urbanizaciones, de los  pelotazos urbanísticos, de la destrucción de los tesoros paisajísticos…   nunca nos ha gustado. Dijimos que nos iba a traer finalmente paro y  pobreza para la mayoría. Lamentablemente, no nos hemos equivocado.
Es  verdad que el crecimiento económico y el empleo hijos de la  especulación más salvaje desaparecían, mientras que las fortunas y los  negocios multimillonarios se iban a lugares tranquilos y seguros a buen  recaudo.  ¿Dónde están las fortunas que se generaron esos años al calor  de su modelo? Pero los platos rotos siempre los pagan los mismos: las  clases populares, los trabajadores, y las clases medias.
Sin  embargo, los que causaron esta situación continúan sin dar explicaciones  y sin asumir su responsabilidad. Algunos todavía hoy, en los medios,  nos dan lecciones de cómo salir de la crisis.
Es verdad que  atrás quedaron esas comparecencias del Presidente de la Comunidad año  tras año, inundándonos con datos, con indicadores, con anuncios sobre  las buenas cifras de crecimiento económico, de ocupación, de  inversiones. Era el momento de los discursos sonoros, de sacar pecho, de  poner a la Región de Murcia por encima de la media española en todos  los indicadores habidos y por haber.
¿Se acuerda de aquella  Región de Murcia que lideraba “casi” todas las estadísticas mundiales:  la que más empleo creaba, la que más casas producía, la que más  fundaciones creaba,  la que más eventos deportivos patrocinaba, la que  más clubes financiaba, la que más televisiones públicas promovía? Todo  ello liderado por unos políticos envidia de la Humanidad entera. Hasta  que explotó la maldita burbuja, y nos dio de narices con la cruda  realidad. En ese momento, supimos quiénes éramos.
Pero, Sr.  Presidente, usted ha basado todo el crecimiento de esta tierra a partir  de unos cimientos de arenas movedizas: en la especulación y la burbuja.
Tantos  años mirando a Estados Unidos para ver si nuestros referentes serían  Florida o California, y resulta que estamos como al principio, sólo  tenemos el sol. Ni tenemos las  infraestructuras turísticas, ni el  producto turístico de calidad, ni el potencial innovador, educativo e  investigador. Al final resulta que el referente americano del Partido  Popular es Louisiana.
Pero todo eso pasó.
¿Saben ahora  lo que más me preocupa?
Lo peor es que nuestra Región sigue  caminando sin saber segura adónde irá.
No ha definido su modelo,  su ruta, su camino, su meta, sus objetivos.
Nuestra tierra  entró antes en la crisis, y va a salir más tarde y peor si no hay una  nueva política. Nuestro futuro no pasa por apostar por otra burbuja.
Y también me preocupa:
Que, como instrumento, tenemos una  Administración autonómica que  ha suspendido pagos a muchos de sus   proveedores, a los que debe 1.500 millones de euros. Las subvenciones a  la agricultura, al deporte, a la  cultura… llegan tarde, mal y nunca. En  definitiva, un monstruo de despilfarro que apenas da para pagar a los  empleados públicos.
El problema de la deuda de la Comunidad es  que se va a triplicar en dos años. Y por el  tipo de economía que  ustedes han construido, con unos ingresos muy dependientes del ciclo  inmobiliario,   la deuda va seguir  creciendo muy por encima de lo  asumible.
Todo ello va camino de acabar con nuestra autonomía,  porque no tiene margen de maniobra para desarrollar las competencias que  el momento económico exige.
Si no hay autonomía financiera y  autonomía presupuestaria no hay autonomía; y, si no hay autonomía, el  instrumento más importante para sentar las bases de una nueva economía,  para asentar la recuperación, desaparece.
La Comunidad Autónoma,  con el nuevo escenario de consolidación fiscal, necesita ahorrar  como  mínimo 600 millones de euros para ser un instrumento útil a la sociedad.
Y usted ayer no concretó ningún Plan de austeridad y de  contención del despilfarro.  Por eso pienso que usted no sabe de qué va  esto, que no se ha enterado de la magnitud del problema, piensa que esto  no va con usted.
¿Qué entes va a reducir, cómo, cuánto va  ahorrar? Por cierto, esa medida ya la anunció a finales de 2009.  Se la  anunció al Ministerio de Economía. Y todavía no ha cumplido.
Si  no concreta cuánto se va ahorrar, no lo van a creer ni los ciudadanos,  ni los mercados.
Y es que nuestro Presidente, que lo ha sido por  muchos años, toda una generación, continúa en otro mundo, un mundo de  fantasía, mientras que los ciudadanos padecen la resaca de los excesos y  la borrachera inmobiliaria, que él, “en compañía de otros”, organizó  con la inestimable ayuda del crédito fácil y barato.
A partir de  ahí se han presentado todos los males, todas las carencias de nuestra  economía que se reúnen en una sola: la falta de productividad. Esa  productividad -o su ausencia- es la que distingue a una sociedad rica de  otra que no lo es.
Y la nuestra no lo es, la de la Región de  Murcia no lo es.
¿Que ha elaborado y firmado muchos Planes?
Sí,  yo creo que el que más. Pero lo importante son los resultados: y éstos  son decepcionantes:
• Con los últimos datos de paro, el paro aquí  ha crecido en el último año más que en ninguna Comunidad Autónoma.
•  En esta legislatura el paro se ha triplicado en la Región, y ha crecido  el doble que en el conjunto de España, así como la destrucción de  empleo.
• La destrucción de empresas en Murcia es prácticamente el  doble que en España.
Nada han sido capaces de construir estos  años, nada desde luego que perviva para las próximas generaciones.  ¡Tanto tiempo perdido Sr. Valcárcel! Quince años en blanco.
• Nos  encontramos a veinte puntos de la media española en renta por  habitante, por detrás de Extremadura.
• Con los datos conocidos,  comparables con el resto de autonomías, crece el fracaso escolar y el  abandono escolar temprano.
• Es usted uno de los protagonistas de la  generación perdida de jóvenes que abandonaron los estudios por el dinero  fácil del ladrillo.  Es decir, de su modelo.
• Sólo 1 de cada 10  parados murcianos tiene posibilidades serias de encontrar trabajo.
•  1/3 de los centros de la Región tienen más alumnos y más unidades  escolares de las que deberían tener en función de sus dotaciones y  equipamientos.
• No hay convergencia con España y Europa e I+D.  Somos la única Comunidad Autónoma que no tiene un Parque Científico.
•  Para usted el medio ambiente, la sostenibilidad, es un problema, es un  incordio, un quebradero de cabeza. Ni lo mencionó ayer.
• Ha  renunciado usted al programa Escuela 2.0, que hubiera supuesto la  implementación de 700 aulas digitales en la Región.
• El saldo  exterior en 2009 (con el extranjero y el resto de autonomías) es de  -1.900 millones de euros, el 6,7% del PIB. Una de las autonomías con más  saldo exterior negativo.
Pero hoy vengo, sobre todo, a hablar  de cómo puede salir nuestra Región de la crisis, de cómo podemos dar  esperanza a tantos murcianos y murcianas que hoy no ven claro el futuro,  que no confían en los dirigentes políticos, financieros, económicos y  sociales.
Para eso tenemos que decir la verdad.  En estos  momentos complicados, es la hora de los valores y los principios: la  responsabilidad, la autonomía, la austeridad, el valor del  esfuerzo  individual y colectivo, de la solidaridad, del acuerdo y del consenso.
-  ¿Usted cree que nuestra autonomía, con la capacidad financiera de que  dispone, se puede permitir tener dos aeropuertos? ¿Son viables  económicamente dos aeropuertos? Uno, y cuanto antes. Lleva usted  prometiéndolo desde hace más de una década.
- ¿Usted cree que  nuestra autonomía se puede permitir 100 chiringuitos presupuestarios y  financieros, o incluso 70, como usted dice ahora que van a quedar con su  recorte? Han crecido el doble que la media española desde 2004.
-  ¿Dónde está la previsión de la crisis económica? Y aún dice que se  anticipaba a la crisis. ¡Nada de nada, Sr. Valcárcel!
- ¿Usted  cree que se puede permitir que los gastos corrientes de nuestra  Comunidad hayan crecido un 40% desde 2007, cuando en el resto de  comunidades autónomas han crecido un 17%? ¿Dónde están las previsiones?  ¿Dónde están las medidas de ajuste?
- ¿Usted cree que se puede  mantener un gasto farmacéutico que, en el último año, desde abril de  2009 a abril de 2010,  ha representado un gasto de 421 millones, cuando  en realidad para el año 2010, hay presupuestados 410 millones de euros?  ¿O que a los proveedores de la sanidad se tarde 530 días de media en  pagarles?
- ¿Usted cree que sirve tener autonomía, cuando se ha  reducido un 50 % la inversión de la Comunidad Autónoma desde que comenzó  la crisis? Desde el comienzo de la crisis se ha reducido la inversión  de la Comunidad Autónoma en 500 millones de euros, y ahora  se ha vuelto  a pegar un cerrojazo a la inversión del conjunto de la Comunidad.
-  El crecimiento de los empleados públicos, si descontamos la educación y  la sanidad, ha sido el doble en la Región de Murcia que en el resto de  España desde 2007. ¿Dónde está la previsión de que había que ajustarse  el cinturón y que llegaba la crisis económica?
- ¿Cómo es posible  que tenga abandonada la lucha contra el fraude fiscal? Muy pocos  recursos humanos y materiales, los mismos que hace una década. (No sea  que vaya a molestar a algún amigo).
Una cosa es despilfarro e  ineficacia, y otra cosa dedicar menos dinero a educación y sanidad que  otras comunidades autónomas. Eso último es producto de su incompetencia  Sr. Valcárcel, firmando acuerdos de financiación autonómica, uno tras  otro, que nos han dejado por debajo de la media nacional.
Por  cierto, el último acuerdo sí que tiene en cuenta la población.
La  solidaridad es una de las bases necesarias para salir de la crisis y  para compensar las consecuencias de la crisis.
La solidaridad  tampoco es su fuerte.
• Por eso, en el último dictamen del  Observatorio de la Dependencia suspenden a la Comunidad Autónoma con una  nota de un 3,5 por la aplicación de la Ley de Dependencia aquí, en la  Región de Murcia.
• La política social más importante es la del  empleo. ¿Cómo es posible que haya disminuido, cuando más parados hay,  casi un 10 %, el presupuesto destinado al empleo? El Gobierno de España  es el que más gasto social ha hecho en la democracia, -ahí está la Ley  de Dependencia-, ha revalorizado las pensiones por encima de la  inflación, y solamente ha reducido un 0,5% los recursos destinados a la  política social.
• Sobre los jóvenes dijo usted en el debate de  investidura que iban a poder acceder con más facilidad a un primer  trabajo gracias a su novedoso “cheque-empleo” que les abriría las  puertas del mundo laboral y de un empleo estable y de calidad.
•  Bien, tenemos 53.000 parados jóvenes. A 31 de diciembre de 2009, ¿Saben  cuántos cheques-empleo se han concedido?: 13.
¡Esto si que es  política social, los demás son aficionados!
Por cierto, usted hizo  ayer un análisis “interesante” sobre los impuestos.
Dijo: si bajamos  los impuestos hay más recaudación, porque hay más actividad económica.
Oiga,  ¿y por qué no ha cumplido su promesa del Debate de Investidura, y ha  bajado un 1% el IRPF, ahora que más se necesita?
O… ¿no será que si  baja el 1% el IRPF cae la recaudación? ¡Vaya mitin que nos echó ayer!.
No  hay ningún líder europeo que este plateando bajar los impuestos.
Las  bases para el futuro
Es hora de hablarles a los ciudadanos de otra  manera.
Es hora de abandonar la mala y la vieja política por una  nueva política.
Hoy nuestra gente pide respuestas. Nada de  pelearnos inútilmente o de cruzarnos reproches y acusaciones.
Señorías,  comparecemos con toda la buena voluntad del mundo, con ideas, con  propuestas, con capacidad y con la máxima ambición, para ayudar a pasar  página a uno de los momentos más difíciles que conocemos como pueblo.
En  estos momentos a un gobernante autonómico, a un gobernante, se le pide  que se haga responsable. La Comunidad Autónoma tiene competencias y  presupuesto, debe tener también, valores, coraje, valentía, y una hoja  de ruta clara y segura.
Esta Región se tiene que replantear el  modelo de crecimiento, tiene que reconvertir el tipo de crecimiento,  necesita reformas sustanciales en su política económica.
Nuestro  futuro no puede volver a depender de una burbuja especulativa.
Esta  Región tiene que repensarse la Administración regional.
Le voy a  poner un ejemplo: no es el momento de los incrementos lineales o de   recortes lineales, es el momento de replantearse cada una de las  partidas de gasto desde el punto cero.
¿Para qué sirven los  Planes, si luego no hay resultados? Los compromisos de un gobernante  moderno con la sociedad son los objetivos a lograr, los resultados a  lograr, no Planes que no se cumplen.
La nueva política, la nueva  Región, la nueva economía, se deben elevar sobre los siguientes  principios, sobre los siguientes pilares:
• Un amplio abanico de  reformas económicas que apuesten por los sectores de futuro: la  biotecnología, la agricultura ecológica, las energías renovables, la  ecoindustria, las TIC, el transporte energéticamente eficiente y  sostenible, el turismo de excelencia, unos servicios sociales de  atención a los ciudadanos como generadores de empleo. Se pueden crear   100.000 empleos de aquí al año 2015. Todo ello en el marco de una  estrategia sostenible.
• Aumentar los recursos destinados a I+D+i con  el objetivo de alcanzar el 2% del PIB en el 2015.
• Cambiar el  modelo de financiación de las universidades. Incentivar en el sistema de  financiación universitaria la excelencia investigadora, así como los  resultados en transferencia tecnológica. Con aspiraciones grandes y  potentes, porque tenemos cuatro universidades.
• Apostar de una  manera prioritaria por unos objetivos ambiciosos en la escolarización de  0-3 años.  Los resultados finales de la educación dependen en gran  parte de este tramo de edad.
• Corregir el déficit de abandono  escolar temprano de manera prioritaria. No estaría mal que fuera  en el  año 2015.
• Una verdadera reforma de la formación profesional y de  las políticas activas de empleo. Con la meta de la mejora de la  empleabilidad de los trabajadores.
• El centro de nuestra política  turística debe ser el producto turístico. Es decir, el destino y las  infraestructuras tienen que ser de excelencia e irrepetibles, así como  la promoción nacional e internacional. Reducciones del presupuesto de la  Comunidad Autónoma del  38% y 56%, estos últimos años, no ayudan.
•  Es necesaria la transparencia más absoluta en la gestión de los recursos  públicos. Ganaremos eficiencia y eficacia. Que los ciudadanos puedan  conocer, con las nuevas tecnologías, dónde y cómo se gasta cada euro en  la Administración.  Debemos pasar de la era de la burocracia a la era de  la posburocracia.
• La  lucha contra el fraude fiscal. No es justo  que una parte la población no contribuya.
• Hace falta un nuevo  modelo fiscal. Que pague más quién más tenga. Así como, una mayor  presencia de la fiscalidad verde.
• Se hace preciso reformar el  Estado del Bienestar. Que nadie que lo necesite se quede sin una ayuda,  pero también eliminar privilegios. Derechos pero también deberes.
• Y  son imprescindibles un Plan de austeridad y una Ley de Reestructuración  y Saneamiento del sector público regional, que ahorre 600 millones de  euros al año.
• Cambiar el sistema de financiación de los  ayuntamientos como ya han hecho otras Comunidades Autónomas. Ligando  menos sus ingresos al sector inmobiliario y cediendo parte de los  impuestos de la Comunidad Autónoma, estableciendo criterios objetivos y  aportaciones no finalistas. Por cierto, ¿Qué ha pasado en los años de la  crisis (2008-2010)?. Inversiones de la Comunidad igual a 58 millones;  PLAN E, 400 millones de euros.
• Un gran Pacto de Estado en materia  de agua. Aparquemos la confrontación política y territorial de manera  sincera. Por cierto, nos dijo ayer usted, que el Estatuto de Autonomía  de Castilla La Mancha lo tumbo la coherencia del PP. ¿Ya se ha olvidado  de la media hora que pasó , y nos hizo pasar, con la enmienda que usted  aceptó de 4.000 hectómetros de reserva para Castilla La Mancha?.
•  Apoyar al Gobierno de España en su apuesta por el corredor mediterráneo  ferroviario de mercancías, que Aznar no apoyó en Bruselas.
Lo  dicho: necesitamos de todos, de nuestra clase política y de los agentes  sociales, de todos los ciudadanos, de toda la sociedad, responsabilidad,  unas coordenadas políticas distintas, austeridad, solidaridad y  consenso, hacer útil nuestra autonomía y, en especial, coraje, mucho  coraje.
Una forma de hacer política distinta, las respuestas  políticas de carril no sirven porque los problemas son, especialmente  hoy muy complejos.