MADRID.- Las cuotas participativas de Caja Mediterráneo no se ha amortizarán.  Al menos, por ahora. Así lo han decidido los administradores designados  por el FROB y el Banco de España. De acuerdo con una notificación  remitida a la CNMV, estos han acordado anular la decisión de un consejo  de administración de CAM del 21 de julio en el que se contemplaba la  recompra de estos títulos (similares a las acciones pero sin votos) a un  precio de 4,77 euros, lo que suponía una rebaja del 18,4% sobre los  5,85 euros a los que se vendieron en 2008.
El Banco de España ha adoptado esta decisión al considerar  que la amortización de las cuotas participativas debe realizarse "dentro  del marco global de la reestructuración de la entidad". Estos títulos  cotizan a 3,4 euros, muy por debajo del precio de recompra anunciado.
Por otra parte, Caja Mediterráneo empieza a desprenderse de su cartera industrial.  Desde que el Banco de España estableciera que la entidad tenía una falta  de capital de 2.800 millones de euros, la caja murciano-alicantina ya había  comenzado a sondear el mercado para vender sus participadas más  valiosas. Con la intervención de la entidad a finales de julio, el  proceso se ha acelerado.
La CAM  ha vendido ya el 5% de la entidad marroquí BMCE  por 139,2 millones de euros. El comprador ha sido el también marroquí  Finance Com, máximo accionista del banco con un 38% del capital. Esta  desinversión se empezó a fraguar antes de que el supervisor decidiera  tomar el control de la caja.
La entrada en el capital de BMCE se produjo en 2007, por 132  millones, por lo que las plusvalías ascienden a 7,2 millones de euros.
La alianza entre estas dos entidades supuso el establecimiento de un  acuerdo comercial a través del cual la entidad murciano-alicantina consiguió  potenciar su vinculación con los inmigrantes marroquíes en España,  incrementar la participación en operaciones de comercio exterior y  participar en el desarrollo industrial marroquí.
Pese a la salida de Caja Mediterráneo del capital, ambas entidades  mantendrán con vigencia su acuerdo comercial para particulares y  empresas.
Durante las últimas semanas, la consultora KPMG ha llevado a cabo una  exhaustiva auditoría de las cuentas de la caja. En paralelo, el banco  de inversión UBS ha sido encomendado por el FROB para que realice una  valoración de la entidad.
El objetivo inicial del Banco de España es que la subasta se  realizara en septiembre, pero la difícil coyuntura de los mercados  podría retrasar la operación, según el diario económico 'Cinco Días'.
 
