MADRID.- Banco Mare Nostrum (BMN) es la entidad que tiene más avanzados sus  planes para salir a Bolsa. Remitió el borrador del folleto de colocación  hace unas semanas a la CNMV, si bien las turbulencias del mercado han  paralizado este proyecto. No obstante, BMN mantiene esta opción en su  calendario, aunque fuentes próximas a la entidad reconocen que será más  tarde de lo previsto en un principio, según 'Cinco Días'.
Pero hasta que llegue ese momento está centrada, como muchas otras de  sus competidoras, en atraer inversores entre los grandes fondos  internacionales. Cuenta con un plazo extra que le ha dado el Banco de  España de un mes, el de octubre.
Las mismas fuentes afirman que en estos momentos hay tres fondos interesados en invertir entre 200 y 250 millones de euros.
En total, el grupo que preside Carlos Egea tiene unas necesidades de  capital de 486 millones de euros para alcanzar una solvencia del 10%, la  cota exigida por el Banco de España a las entidades que no cotizan.
En los últimos meses, y gracias a la venta de viviendas de promotores  en su red de sucursales que han pasado a computar como créditos  hipotecarios (estos consumen mucho menos capital), la entidad ha  conseguido reducir su déficit en 151 millones de euros y elevar de esta  manera su core capital del 8,3% al 8,8% actual.
Pero el Banco de España tiene una fecha marcada en rojo en su calendario: el  próximo viernes 30 de septiembre. Para ese día, las cajas en la cuerda  floja deberán haber conseguido recapitalizarse con inversores privados  o, de lo contrario, serán nacionalizadas y pasarán a manos del Fondo de  Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). 'Mare Nostrum' ha conseguido excepcionalmente esa prorroga hasta el 30 de octubre para, como sea, conseguir un núcleo fuerte de capital para conjurar eventuales impactos sobre su balance.
La avalancha de emisiones de pagarés anunciada por las entidades españolas estos últimos días ilustra muy bien lo dura que está la batalla por captar fondos. Desde el mes de mayo ninguna firma, ni siquiera las más grandes y solventes, se han atrevido a emitir deuda porque los mercados mayoristas están cerrados, recuerdan los diarios de 'Vocento'. 
Es fácil entender que esta feroz competencia complica la existencia de las cajas, que se ven obligadas a pagar mucho más por el ahorro. Sobre todo después de episodios como el del viernes, cuando la CAM suspendió el pago de los intereses de sus obligaciones subordinadas.
La recta final del proceso de saneamiento del sector se complica con la adjudicación de la Caja de  Ahorros del Mediterráneo (CAM), que va a requerir una ingente cantidad  de dinero público para convencer a los posibles compradores, y también  con el debate sobre la necesidad de reforzar otra vez la banca ante la  crisis de deuda y la amenaza de recesión.
En fuerte contraste, todas las cifras anteriores empalidecen frente a lo que puede  suponer reflotar la CAM, intervenida por el Banco de España el 22 de  julio. La entidad murciano-alicantina es «un bicho muy grande y muy feo», que va a  costar digerir, según advierte con sorna un ejecutivo de un conocido  banco. El informe financiero del primer semestre, publicado esta semana pasada,  da una idea del agujero que esconde su balance debido a su exposición  al 'ladrillo' y una pésima gestión marcada por la política, los dos  grandes males del sector.  
Hay que tener en cuenta que la CAM era una de las mayores  entidades del país antes de que se iniciara la reestructuración, con  más de 70.000 millones de euros en activos. Pues bien, según los datos  conocidos estos días, sus préstamos a promotores se elevan a 12.677  millones de euros y de ellos más del 50% está en situación de impago.  Este riesgo se dispara al 61% si se incluyen los créditos con alta  probabilidad de entrar en mora. Y si se suma también el capítulo de las  constructoras y las hipotecas a particulares de dudoso cobro, el agujero  ligado al 'ladrillo' asciende a 8.800 millones. Todo eso a día de hoy,  pues no hay duda de que en el futuro será mucho mayor. 
No es lo único inquietante. La CAM debe, además, afrontar  un calendario muy exigente de vencimientos de deuda. Unos 1.413  millones pendientes este año y casi 6.000 millones el siguiente. A todo  ello hay que añadir una continua fuga de depósitos por la huida de  clientes. 
Nada más ser intervenida a finales de julio, el Banco de  España tuvo que inyectar en la CAM 2.800 millones de euros de capital y  abrirle una línea de liquidez de 3.000 millones de euros, de la que ya  ha consumido 500. 
Pese a estos números de vértigo, el regulador está  decidido a resolver la subasta antes de las elecciones del 20 de  noviembre. De hecho, querría adjudicarla a finales de octubre.  Consciente de las dificultades que entraña encontrar comprador en las  actuales circunstancias, está dispuesto a dar todo tipo de facilidades.  Incluso ofrece que el FROB asuma todas las pérdidas que afloren en los  próximos 10 años en los activos de riesgo. Hasta ahora, tanto en CajaSur  como en Caja Castilla-La Mancha, el denominado Esquema de Protección de  Activos (EPA)  se limitaba a cubrir una cuantía fija. Con este cambio  se extendería  un cheque casi en blanco. En concreto, las primeras  pérdidas se atenderían con las provisiones de la entidad. En un segundo  tramo, hasta los 2.500 millones, el Fondo cargaría con el 80% y, a  partir de ahí, con el 90%.  
Pero puede que ni por esas. «No es solo el riesgo  inmobiliario. Es que ahora, con los mercados de financiación cerrados y  sin poder colocar ni un bono, a ver quién puede asumir los vencimientos  pendientes», apunta una fuente del sector. Por eso se cree que las  entidades medianas no tienen capacidad para acudir a la puja y está por  ver si las grandes aceptan entrar y en qué condiciones. Santander, BBVA y  La Caixa figurarán en la lista de los interesados que se debe cerrar hoy lunes, pero eso no les compromete a nada. Tan solo a estudiar la  operación, y está claro que el Banco de España les ha instado a estar  presentes en esta primera fase.  
El asunto de la CAM suscita grandes incertidumbres. Para  empezar, y dada la dimensión del problema, cabe preguntarse si el FROB  tiene capacidad suficiente para afrontarlo. Dispone de unos recursos de  19.750 millones, pero ya tiene comprometidos más de 17.500, incluida la  segunda ronda de recapitalizaciones. Es cierto que puede endeudarse más,  aunque eso no es fácil para nadie ahora. «Tendemos a pensar que el  Fondo es el primo de Zumosol que puede con todo, y no es así», advierte  el consejero de una caja.  
Otra cuestión es si van a surgir 'otras' CAM. Basta  recordar que al cierre de esta etapa van a quedar tres grupos  -NovacaixaGalicia, Catalunya Caixa y Unnim- en manos del FROB y con un  horizonte complicado.  
Las entidades españolas sufren el problema del  estancamiento económico y una creciente morosidad por el paro y su  exposición al negocio inmobiliario. Al otro lado de las fronteras, la  banca europea también se encuentra en la cuerda floja por la deuda  soberana que acumula en sus balances,  mientras se especula con la  quiebra de Grecia. «Todos vamos cojos y vamos a salir a buscar a los  mismos inversores, a tocar las mismas puertas», explica de manera  gráfica Jordi Fabregat, profesor de ESADE, para dar a entender la feroz  competencia que existe a la hora de captar fondos en un mercado seco. De  ahí que cada vez se apueste con más fuerza por una nueva ronda de  recapitalizaciones con dinero público. 
En opinión de Fabregat, España debería haber empezado  antes la reestructuración del sector aunque, en general, valora de forma  muy positiva el proceso. «Ha costado tiempo, pero el Banco de España ha  hecho un buen trabajo. Se ha quitado a los políticos de los sillones de  las cajas y se ha dado entrada a los técnicos», apunta. 
En cambio, el resultado es muy negativo para José María  Martínez, secretario general de Comfia-CC OO. «Como no se actuó antes,  tras la caída de Lehman Brothers, lo que ha hecho el Banco de España es  regalarlas y acabar con su modelo. Eso perjudicará a los menos  pudientes, porque las cajas atendían las necesidades de gente que no  tiene cabida en otros lugares», se lamenta. 
En el sector, mientras, se muestran satisfechos con su  transformación. Como se pretendía, se ha pasado de 45 entidades, con un  tamaño medio de 28.504 millones de euros, a 15, con un volumen medio de  85.522 millones. Para su capitalización se han constituido 14 bancos y  tres de ellos -Bankia, Caixabank y Banca Cívica-, que suman el 50% del  sector, ya cotizan en Bolsa. De hecho, en el mapa actual solo quedan dos  pequeñas como cajas en sentido estricto:  la levantina Ontinyent y la  balear Pollensa. 
En paralelo, se ha acometido una profunda  racionalización. Se ha reducido la plantilla de 135.415 a 121.229  empleados, y las oficinas de 25.051 a 21.750. Pero el proceso aún no ha  terminado.
Movilizaciones en Caja Granada contra traslados
Más de doscientos trabajadores se han concentrado hoy a las puertas de la sede central de CajaGranada para mostrar su rechazo a los traslados previstos por la entidad financiera, según el Comité de Empresa, a raíz del proceso de integración en el banco BMN.
Así lo ha explicado el delegado sindical de CCOO Amador Torres, que es presidente del comité y que ha precisado que se trata de la tercera concentración de este tipo que llevan a cabo, aunque la primera que se hace en el exterior de los servicios centrales.
Pretenden con ello "exteriorizar" su protesta y que la sociedad de Granada conozca lo que conllevaría para el empleo los planes previstos por la dirección de la caja.
En este sentido, ha recordado que los sindicatos defienden que los traslados a la sede central de BMN, en Madrid, puedan ser de carácter voluntario y se muestran contrarios a la consecuente pérdida de "activos" laborales para la ciudad de Granada, muchos de ellos empleos ligados a la calidad, el desarrollo o la investigación.
Además, lamenta la falta de transparencia por parte de la caja en todo el proceso, ya que los empleados desconocen por el momento cuál será su futuro, si deberán ir a Madrid o a cubrir prejubilaciones en otras zonas, o el calendario previsto por el grupo, que componen además Caja Murcia, Sa Nostra y Penedés.
Movilizaciones en Caja Granada contra traslados
Más de doscientos trabajadores se han concentrado hoy a las puertas de la sede central de CajaGranada para mostrar su rechazo a los traslados previstos por la entidad financiera, según el Comité de Empresa, a raíz del proceso de integración en el banco BMN.
Así lo ha explicado el delegado sindical de CCOO Amador Torres, que es presidente del comité y que ha precisado que se trata de la tercera concentración de este tipo que llevan a cabo, aunque la primera que se hace en el exterior de los servicios centrales.
Pretenden con ello "exteriorizar" su protesta y que la sociedad de Granada conozca lo que conllevaría para el empleo los planes previstos por la dirección de la caja.
En este sentido, ha recordado que los sindicatos defienden que los traslados a la sede central de BMN, en Madrid, puedan ser de carácter voluntario y se muestran contrarios a la consecuente pérdida de "activos" laborales para la ciudad de Granada, muchos de ellos empleos ligados a la calidad, el desarrollo o la investigación.
Además, lamenta la falta de transparencia por parte de la caja en todo el proceso, ya que los empleados desconocen por el momento cuál será su futuro, si deberán ir a Madrid o a cubrir prejubilaciones en otras zonas, o el calendario previsto por el grupo, que componen además Caja Murcia, Sa Nostra y Penedés.
 
