MADRID.- La empresa de reparto Glovo ha anunciado que deja atrás su modelo de falsos autónomos, por el que acumula millones de euros
 en sanciones de Inspección y cotizaciones impagadas y por el que su 
consejero delegado, Oscar Pierre, está siendo investigado en un proceso 
penal, acusado de un delito contra los derechos de los trabajadores. 
 La empresa de origen catalán hace este anuncio solo un día antes de la 
cita de Pierre ante el juez. A partir de ahora, explica la compañía, 
pasan a un modelo 100% laboral, en el que sus repartidores serán 
trabajadores con contratos al uso, sin autónomos de por medio, según publica El País. 
El 
Ministerio de Trabajo estima que este anuncio de Glovo significará la 
regularización de 60.000 personas que han repartido para Glovo desde 
2021 (algunos durante años, otros unos meses o días), “el movimiento 
afiliativo más importante de la historia de España”, ha dicho la 
vicepresidenta segunda y responsable de Trabajo, Yolanda Díaz. La 
empresa asegura que opera con unos 15.000 riders en España
“La
 tecnológica española Glovo ha decidido impulsar un nuevo modelo en 
España que permitirá la operativa con repartidores laborales. Esta 
decisión y apuesta se produce como parte de su firme compromiso con 
España y con el impulso de la economía digital en el país”, dice Glovo 
en un comunicado enviado a los medios este lunes.
 “El cambio de modelo”,
 prosigue la compañía, “incluirá la totalidad de ciudades en las que 
Glovo está disponible, que actualmente superan las 900, y se aplicará a 
todas las verticales de la aplicación. El nuevo modelo mantendrá en todo
 momento la experiencia de usuario y de los restaurantes y 
establecimientos que colaboran con la aplicación en todo el país”.
Glovo
 asegura que está preparada para que su servicio “se desarrolle como 
hasta el momento” con este cambio de modelo, “manteniendo métricas tan 
relevantes como los tiempos de entrega o la disponibilidad de 
repartidores en cualquier momento del día, entre otras”. 
Asimismo, la 
empresa anuncia que abrirá un diálogo con los agentes sociales “para 
dotar de todas las garantías al proceso y asegurar que el cambio de 
operativa se desarrolle con consenso”. La empresa no concreta fechas 
para su cambio de modelo, pero manifiesta su intención de que sea “lo 
antes posible”, una vez resuelva varios procesos administrativos.
La propietaria de Glovo, Delivery Hero, también ha emitido un comunicado
 en el que anuncia que el cambio tendrá un impacto de “aproximadamente 
100 millones de euros en el EBITDA ajustado para el ejercicio fiscal de 
2025″. 
A la vez, eleva las provisiones de gasto por el impacto de 
multas, reclamaciones de IVA y cotizaciones atrasadas a la Seguridad 
Social de una horquilla de 330 a 550 millones a otra que va de 440 a 770
 millones. “Hoy, la dirección de Glovo ha decidido cambiar del modelo freelance a
 un modelo basado en empleo para sus repartidores en España, con el fin 
de evitar más incertidumbres legales que pudieran aumentar las 
contingencias”, añade Delivery Hero en su comunicado.
Además, este lunes ha trascendido que Just Eat, que sí contrata a sus repartidores (directamente o por empresas de trabajo temporal), denunció el viernes a Glovo por competencia desleal
 y le reclama 295 millones de euros en daños y perjuicios. “Numerosas 
sentencias han condenado a Glovo por contratar a repartidores como 
falsos autónomos y vulnerar la normativa de Derecho Laboral. 
Esto sitúa a
 Just Eat España en una clara situación de desventaja competitiva, ya 
que Just Eat España, tal y como exige la ley, sí contrata a los 
repartidores por cuenta ajena, incurriendo en elevados costes 
adicionales”, dice Just Eat España en su comunicación. La empresa 
calcula que Glovo ha ahorrado más de 645 millones de euros con sus 
falsos autónomos en los últimos años, “lo que ha permitido a Glovo 
adquirir una ventaja competitiva significativa”.
Díaz
 ha opinado sobre el anuncio de Glovo desde Bruselas: “Un joven que 
transitaba en una bicicleta con un móvil en su mano, en cualquier ciudad
 del mundo, no es un emprendedor. Hemos hecho normas que así lo 
disponen. Por fin lo hemos conseguido, ninguna empresa, por grande que 
sea, por mucho poder que tenga, puede imponerse a la democracia”. 
Según 
las estimaciones de su departamento, 60.000 repartidores han trabajado 
como autónomos para Glovo desde 2021. Es una cifra acumulada, no los que
 en la actualidad reparten para Glovo. Según la propia compañía, unos 
15.000 riders reparten actualmente para Glovo en España. “Es el movimiento afiliativo más importante de la historia de España”, ha dicho Díaz.
Hasta abril, según detalló Inspección a El País, el organismo había regularizado a 41.000 repartidores de Glovo
 desde la fundación de la compañía, en 2015. Los expertos del sector 
suelen señalar que muchos repartidores están fuera del radar estadístico
 por el alquiler de cuentas a terceras personas, normalmente a 
inmigrantes que en ocasiones carecen de permiso de trabajo.
La
 vicepresidenta segunda ha agradecido “a los centenares de inspectores 
que se han dejado la piel para que esta empresa cumpla con la legalidad 
vigente; el principio de legalidad se impone”. 
Asimismo, Díaz ha 
explicado que Glovo debe 267 millones de euros en cotizaciones impagadas
 a la Seguridad Social, sin contar los costes de las sanciones 
administrativas. Ni Inspección ni Glovo precisan esta cifra, pero cabe 
recordar que la provisión por gastos de este tipo de Delivery Hero es 
una horquilla que va de 440 a 770 millones de euros.
Supremo, ley rider y proceso penal
El Gobierno aprobó la ley rider en 2021
 para que los repartidores que operan como falsos autónomos estén 
protegidos por un contrato de trabajo en lugar de uno mercantil. Pero 
Glovo, la principal empresa del sector, viene ignorando la nueva 
legislación, a pesar de las millonarias multas impuestas por Inspección de Trabajo y la sentencia del Supremo de 2020 que reconocía la laboralidad de la relación de la empresa y sus repartidores.
Ante ese empeño en esquivar la legislación, el Ejecutivo puso en marcha el pasado verano “la vía penal”, según dijo a El País el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey.
 “Hemos requerido formalmente a estas empresas que cumplan con la ley 
para que sean conscientes de que si no lo hacen, ya no es un problema 
solo de sanciones económicas, sino también un problema de sanciones 
penales”, comentó en una entrevista con El País.
El
 Gobierno acababa de cambiar el Código Penal para reforzar el castigo a 
estrategias como la de Glovo. Desde enero de 2023 se amenaza con penas 
de prisión de seis meses a seis años y multa de seis a 12 meses a “los 
que impongan condiciones ilegales a sus trabajadores mediante su 
contratación bajo fórmulas ajenas al contrato de trabajo, o las 
mantengan en contra de requerimiento o sanción administrativa”.
La
 investigación penal en marcha deriva de un informe elaborado por 
Inspección y que entregó a la Fiscalía General del Estado en octubre de 
2023, que detalla cientos de casos concretos de empleados que deberían 
ser asalariados, pero reparten para Glovo como trabajadores por cuenta 
propia. 
La Fiscalía de Barcelona acusa a Pierre, consejero delegado y 
cofundador de la compañía, de “menoscabar y suprimir” los derechos 
laborales de sus repartidores. Además, el ministerio público consideraba
 “indiscutible” que los riders son empleados por cuenta ajena.
“Hemos
 tenido que modificar el Código Penal para mandar un mensaje fuerte a 
las empresas. Lo que sirve en España sirve para el conjunto de grandes 
tecnológicas del mundo”, ha comentado la ministra de Trabajo. Díaz ha 
precisado que este movimiento de Glovo no detiene ninguna de las 
reclamaciones de Inspección ni el proceso penal en curso.
Cautela sindical
Riders X Derechos,
 uno de los colectivos más movilizados en la defensa de los derechos de 
los repartidores, pide “cautela” ante el anuncio de Glovo, “recordando 
su historial delictivo y la coincidencia con la declaración judicial de 
su fundador, Oscar Pierre”. 
Señala que Glovo “se ha mantenido al margen 
de la ley impunemente, precarizado el trabajo con pagos aleatorios, 
competencia entre repartidores y explotación de migrantes en condiciones
 informales, lo que ha provocado incluso muertes”.
 También reclama 
“transparencia en su sistema algorítmico, la regularización de 
repartidores migrantes, el respeto a la libre unión sindical y el cese 
del apoyo a organizaciones que avalan su modelo fraudulento”.
Asimismo, CC OO reivindica la importancia de la directiva europea
 sobre el trabajo en plataformas, en la que España ha jugado un papel 
clave, y reclama que el foco vaya más allá del reparto de comida.
 “La 
directiva es de aplicación para el conjunto de plataformas. Lo más 
visible es el reparto de comida, pero también las hay de cuidados, de 
traducción o en la profesión periodística”, precisa Raúl Olmos, adjunto a
 la Secretaría de Acción Sindical de CC OO. 
“La directiva europea 
incluye a todas las plataformas digitales y no solo a las de reparto. 
Asimismo, el sindicato recuerda que la trasparencia algorítmica es un 
derecho de todas las personas trabajadoras de cualquier empresa o 
sector”, insiste UGT.