En dicho estudio el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo 
Agrario y Alimentario (IMIDA) establecerá varios indicadores sociales y 
económicos de las orientaciones agrícolas del regadío murciano, según 
informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
"Nos interesa conocer las variaciones que el déficit de agua puede 
tener sobre la productividad socioeconómica y es ahí donde queremos 
colaborar con el Colegio de Economistas para abordar el impacto que esta
 reducción en la llegada de agua tiene en los ingresos, los sectores 
agrícolas, ganadero y del transporte, así como la afección a la 
población activa regional y a los ingresos de la  Comunidad Autónoma de 
Murcia en distintos escenarios a corto y medio plazo", ha detallado 
Luengo.
El consejero ha destacado que el Gobierno regional quiere contar con 
este estudio "para hacerle saber tanto al Gobierno central, como a la 
sociedad en general, las consecuencias que puede acarrear la disminución
 de aportaciones hídricas del Trasvase que estamos sufriendo en los 
últimos meses por las injustas decisiones del Ministerio para la 
Transición Ecológica".
En este sentido, ha recordado que "las reglas de explotación fijan 
las cantidades que cada mes se deben trasvasar del Tajo al Segura, 
siguiendo los criterios de la Comisión Técnica de Explotación. Sin 
embargo, el Ministerio para la Transición Ecológica desoyó en los meses 
de noviembre y diciembre las recomendaciones de los técnicos sobre los 
volúmenes trasvasables, y negó el envío de agua al Levante para regadío.
 Asimismo, en enero, el Ministerio anunció su intención de trasvasar 
16'5 hectómetros cúbicos, cuando, según los criterios técnicos, nos 
correspondían 20 hectómetros". 
El consejero destacó los aspectos positivos de esta infraestructura 
del Trasvase, inaugurada el 31 de marzo de 1979, que genera cada año 
110.000 empleos directos, principalmente en el sector agrícola, y 
alrededor de 30.000 más inducidos en el ámbito industrial y del 
transporte en las provincias de Alicante, Murcia y una parte de Almería.
Luengo ha advertido que el agua del Trasvase no puede ser sustituida
 por la de las estaciones desalinizadoras porque ésta última multiplica 
por cuatro la factura energética y por cinco el coste económico. Esto 
provocaría una pérdida de competitividad y de seguridad económica, 
perjudicando de forma determinante a un sector con una clara vocación 
exportadora.
"Sin las transferencias del Trasvase no habría caudal ecológico en el
 río Segura y se produciría una mayor sobreexplotación de los acuíferos,
 contribuyendo a una degradación natural de los recursos", ha explicado 
el consejero, quien ha recordado que "la superficie que riega el 
Trasvase constituye una zona verde que absorbe una gran cantidad de 
dióxido de carbono, así como que la generación de empleo que conlleva 
detiene las tradicionales corrientes de emigración del sureste 
peninsular a otras zonas del país".
Luengo ha defendido que "el agua es de todos los españoles, es decir,
 un bien público y no privativo de ninguna comunidad autónoma en 
particular". 
Por ello, concluyó, "el Gobierno regional defiende la 
solidaridad hídrica entre las regiones para llevar agua desde donde 
sobra hasta donde falta, para lo cual venimos exigiendo un Plan 
Hidrológico Nacional, debidamente consensuado, que ponga fin al déficit 
hídrico que padecemos".
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