Teo (Teodoro García para los amigos) lo 
han designado para que presida la comisión de Política y Estatutos del 
congreso nacional del PP. 
No es una comisión, sino ´la´ 
comisión. Ahí está el engrudo. Todo lo demás es sectorial, revisable y 
reconsiderable según vaya la coyuntura.
La clave sobre el futuro
 de un partido que pasa la ITV congresual está en su proyecto político 
general y en su modelo de organización. Todo lo demás es contingente. 
Pues bien, a Teo, nuestro Teo, lo han puesto al cuidado de las tablas de
 la ley del todopoderoso PP en la encrucijada del 2017 hacia adelante. 
Hay que tomar nota del detallito. No es un encargo formal. Política y 
Estatutos es, sobre todo si van entrelazados, la acción de oro de un 
partido, su perfil definitivo.
A Teodoro García lo puso Valcárcel de 
número siete en la lista al Congreso en la era prePAS, y salió (por 
salir, salió hasta la número ocho, no me acuerdo ahora quien era, ni 
nadie), y ya en la etapa de su valedor, ascendió a cabeza de lista. Teo y
 PAS son uña y carne, lo cual es bueno y malo para el primero, pues ya 
puesto en la rampa ha tenido tentaciones para alguna secretaría de 
Estado, pero en esto llegó PAS para parar la juerga: «Quieto parado; a 
este lo quiero para que me haga algunos trabajos». Desde el Congreso y 
bien recomendado a Rajoy. Tan recomendado que Teo es viceportavoz 
parlamentario del PP, tan sólo por debajo de uno de los gemelos 
Hernando, el popular, claro. Y ya metido en faena, presidente de la 
comisión principal del congreso nacional del PP, la única en la que 
participa la totalidad de los compromisarios. 
En la etapa 
Valcárcel, el ´hombre de confianza´ del PP murciano, por decreto de 
Rajoy, era el de los cafelitos a 5000 euros la sentada, Vicente Martínez
 Pujalte. La cosa ha mejorado con PAS, no cabe duda. Teo es hoy la 
clavija con la que se establece la conexión Congreso/Gobierno de Murcia,
 con permiso de Francisco Bernabé, el segundo de la lista, quien también
 tiene sus encomiendas, pero el ciezano, Teo, por generación y talante 
tiene una más evidente proximidad. Téngase en cuenta, además, la 
dificultad y el mérito de ser el personal trainer de PAS durante algunos
 fines de semana. 
Si hablamos de entrenamiento, Teo lo ha 
recibido de manera persistente a lo largo de los últimos años. Es uno de
 los jabatos que el PP suele lanzar a las tertulias televisivas, a veces
 para defender lo indefendible, pero confiados en que dispone de las 
habilidades para colocar los argumentarios en tiempo récord, con la 
labia estresante con que hoy toca combatir en los platós. 
Y ahí 
lo tenemos. En el regazo de Rajoy, apadrinado por PAS y puesto en la 
lanzadera de un futuro político en el que conjuga disciplina y 
discreción a fin de no precipitar oportunidades. Es joven y tal vez 
sobradamente preparado, sin perder la aureola de la lealtad en tiempos 
complicados en que inesperadas mudanzas pudieran dejarlo fuera de juego.
 De momento está en el centro del campo. 
(*) Columnista
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/02/08/pasa-teo/804154.html

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