
La decisión final fue tomada ayer mismo (en plena campaña triunfal del pródigo consejero de Turismo) por la empresa Commodious, tras el análisis de los resultados negativos y las malas expectativas para la temporada, en comunicación con Sodetur, la sociedad formada por la Consejería de Turismo y el Ayuntamiento de Moratalla, que les había concedido la gestión del hotel hasta diciembre de 2009.
Una reunión entre los responsables de Commodious, Ángel Solano y Luis Cabello, selló el cierre, si bien se llevaba negociando desde hace varias semanas. «Nuestra máxima prioridad era mantener los puestos de trabajo y eso está asegurado», afirmó Solano a La Verdad. El hotel tiene diez empleados fijos y seis discontinuos.
«Ya habíamos anunciado a Sodetur nuestra intención de no seguir al finalizar el contrato», comentó, «pero surgió la oportunidad de convertirlo en una residencia y nos adelantamos».
Una reunión entre los responsables de Commodious, Ángel Solano y Luis Cabello, selló el cierre, si bien se llevaba negociando desde hace varias semanas. «Nuestra máxima prioridad era mantener los puestos de trabajo y eso está asegurado», afirmó Solano a La Verdad. El hotel tiene diez empleados fijos y seis discontinuos.
«Ya habíamos anunciado a Sodetur nuestra intención de no seguir al finalizar el contrato», comentó, «pero surgió la oportunidad de convertirlo en una residencia y nos adelantamos».
Aunque Solano dijo que el «hotel funciona bien», también explicó que la caída de la libra ha reducido el número de turistas ingleses, y pese a que se orientó a otros países europeos, «en un hotel tan pequeño, una reducción del 4% es la diferencia entre ganar o no ganar dinero».
«Horesme hará una residencia de larga estancia para tratar el agotamiento o el estrés», indicó Solano, «los actuales trabajadores mantendrán su puesto, antigüedad y derechos».
«Horesme hará una residencia de larga estancia para tratar el agotamiento o el estrés», indicó Solano, «los actuales trabajadores mantendrán su puesto, antigüedad y derechos».
1 comentario:
¡Dios mío, qué Cruz!
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