MADRID.- Cerca de 330.000 personas que viven en los primeros 10 kilómetros
de costa en España (entre ellas, unos 290.000 españoles y 40.000
extranjeros) están amenazadas de sufrir los efectos de una inundación
severa en el litoral cada 10 años, sobre todo en la Comunidad Valenciana
y Cataluña.
Así se recoge en el informe 'Población en riesgo de
inundación en España en la franja de los primeros 10 kilómetros de
costa', elaborado por el Consejo General de los Colegios de Mediadores
de Seguros y el Observatorio de Sostenibilidad, y presentado este
miércoles en una rueda de prensa en Madrid.
El acto
fue conducido por el geógrafo y climatólogo Jonathan Gómez Cantero, y
contó con las intervenciones del presidente de la Escuela de Negocios de
Seguros Cecas, Javier Barberá; el director del Observatorio de
Sostenibilidad, Fernando Prieto, y el director de proyectos del
Observatorio de Sostenibilidad, Raúl Estévez.
El
informe detalla las ciudades y los pueblos costeros en riesgo sobre
láminas de inundación (zonas que quedarían anegadas por el agua) por
precipitaciones en periodos de 10, 100 y 500 años, y sobre la superficie
artificial. Los periodos de retorno se refieren al tiempo medio de que
se produzca una inundación severa con total seguridad.
Barberá
destacó que los daños por inundaciones en la costa española serán "cada
vez mayores".
"No podemos evitar lo siniestros, sí podemos paliar sus
consecuencias", sentenció.
Estévez
presentó los principales datos del informe y destacó que los efectos de
las inundaciones “se van a hacer cada vez más intensos”.
Según el
estudio, unas 328.340 personas que viven en los primeros 10 kilómetros
de costa española (entre ellas, cerca de 40.000 extranjeros) están
afectadas por inundaciones cada 10 años de media, cifra que se eleva a
677.960 en 100 años y 977.208 en 500 años.
En cuanto a
las regiones, la Comunidad Valenciana es la más perjudicada por esas
catástrofes naturales, cuyos efectos llegarían a 149.512 personas en una
década, es decir, casi mitad (un 45,5% del total). Cataluña ocupa el
segundo lugar, con 75.457 personas afectadas (un 23,0%).
Por
provincias, Valencia ocupa el primer lugar con 126.943 personas
expuestas al riesgo de inundaciones cada 10 años, lo que supone un 38,7%
del total.
Las superficies artificiales situadas en áreas con riesgo de inundación ascienden a 7.100 hectáreas en una década.
Las
áreas con más superficie artificial inundable en un decenio son de
Empuriabrava a Santa Margarida (Gerona), con 391,53 hectáreas; la Costa
de Marina Alta (Alicante), con 366,40 hectáreas, y Gijón (Asturias), con
286,16 hectáreas.
El tramo con mayor acumulación de riesgo sobre las
áreas urbanizadas costeras se extiende entre el sur de la ciudad de
Valencia y el Cabo de la Nao, con más de 1.500 hectáreas.
El riesgo es más elevado en el Mediterráneo y el Atlántico sur, mientras que desciende en las provincias costeras gallegas.
En
la costa cálida, la mayor parte de las áreas artificiales en riesgo de
inundación se deben a la construcción impulsada por el sector turístico
inmobiliario, mientras que las superficies con alto riesgo en la costa
norte se sitúan en zonas urbanas históricas más consolidadas y
tradicionalmente asentadas en el fondo de valles fluviales.
Para
realizar el estudio se ha tenido en cuenta la cartografía sobre
ocupación del suelo del Instituto Geográfico Nacional; las láminas de
inundación por precipitaciones calculadas en 10, 50, 100 y 500 años,
según el Ministerio para la Transición Ecológica (es decir, zonas que
deberían inundarse por las máximas lluvias esperables en esos plazos
temporales), y las secciones censales de población sobre usos
residenciales de la tierra en 2018.
Este trabajo es
el de mayor detalle de impacto publicado hasta ahora en España sobre
inundaciones y el primero del nuevo Servicio de Documentación de Riesgos
Vinculados al Calentamiento Global del Consejo General de los Colegios
de Mediadores de Seguros.
Por
otro lado, Prieto desgranó las recomendaciones del estudio para reducir
el riesgo de exposición a inundaciones, entre ellas impulsar una
etiqueta de calificación de edificios según su potencial inundable, como
ocurre actualmente para evaluar las casas o los electrodomésticos desde
el punto de vista energético.
Otros consejos son
informar a la población afectada, la retracción de la superficie
urbanizada ilegal o irregularmente y revisar planes urbanísticos
aprobados para minimizar el peligro, comprender el impacto del cambio
climático en estos fenómenos e implantar soluciones basadas en la
naturaleza, sobre todo aguas arriba de los puntos críticos de impacto
sobre las áreas urbanas, como la recuperación de las lagunas de
inundación, meandros abandonados, aumentar la dimensión de los cauces y
renaturalizar los ríos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario